El equipo de Martínez, en el que regresaron varios de sus titulares, jugó desde los 61 minutos con un hombre menos por la expulsión de Delgado. En la próxima instancia se enfrentará con Cruzeiro.
Con un gol del uruguayo Edinson Cavani, Boca superó este miércoles por 1-0 en la Bombonera a Independiente del Valle de Ecuador y logró clasificarse a los octavos de final de la Copa Sudamericana, instancia en la que se medirá con el brasileño Cruzeiro. El equipo auriazul justificó el triunfo en el primer tiempo y aguantó el resultado en el segundo, sobre todo desde el minuto 61, cuando se quedó con un hombre menos tras la expulsión del volante Milton Delgado.
El encuentro comenzó con todo el vértigo. A los 2 minutos, Renato Ibarra presionó la salida de Boca, robó la pelota y sacó un remate que pasó muy cerca del palo de Sergio Romero.
El cuadro local respondió poco después, cuando Lautaro Blanco, de lo mejor del primer tiempo, desequilibró por la banda izquierda y lanzó un centro que Jabes Saralegui descargó en Cavani, quien no pudo rematar.
Otra vez el exlateral de Rosario Central y el juvenil volante enhebraron una nueva jugada de gol para Boca a los 7 minutos, que a punto estuvo a los 14 de abrir el marcador después de un centro de Blanco.
El conjunto de la Ribera fue de a poco acumulando méritos para la ventaja, que pudo haber conseguido a los 20 y a los 34 minutos, con dos llegadas claras del uruguayo Miguel Merentiel y del volante Julián Ceballos. La primera arañó el palo y la segunda la contuvo con una gran atajada el arquero Wellington Ramírez.
VAR mediante, Boca llegó al justo 1-0 a los 39, cuando Delgado se sacó un par de hombres de encima en una contra y cedió a Cavani, quien alargó para Saralegui. El volante abrió para Merentiel y “La bestia” buscó la diagonal del “Matador”, que envió la pelota a la red desde una posición muy cerrada.
Nada pasaba en la segunda etapa, hasta que a los 61 minutos el equipo de Diego Martínez se complicó solo. Delgado fue fuerte ante Ibarra y el uruguayo Andrés Matonte le mostró la tarjeta roja.
Boca reforzó su sector defensivo y casi no sufrió hasta el epílogo del partido, pero lo estrecho del resultado mantuvo la incógnita hasta el final.