Matías Zielinski (23) fue condenado por provocar la muerte de Alberto Galeano (31) y lesiones graves en Juan Báez (34). Además se le impuso una inhabilitación para manejar por 10 años
Luego de escuchar los alegatos de la fiscalía y de sus abogados defensores, e instantes antes de pasar a un cuarto intermedio para conocer el veredicto del tribunal, Matías Luciano Zielinski (23) se dirigió con voz entrecortada a la sala de debates unos segundos y pidió perdón por sus actos.
Más allá de esas breves palabras, pasado el mediodía de ayer, la titular del Juzgado Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva, lo encontró culpable de la muerte de Alberto Rubén Galeano (31) y las graves lesiones a Juan Alejandro Báez (34), durante una colisión frontal ocurrida durante la mañana del 24 de febrero de 2019 entre un Toyota Corolla que conducía el imputado y un colectivo urbano que circulaba por avenida Quaranta.
El tribunal unipersonal lo condenó a cumplir cuatro años de prisión efectiva y le impuso una prohibición para manejar cualquier vehículo durante de 10 años.
La tercera y última jornada del proceso comenzó minutos después de las 9.30 en la sala de debates del citado juzgado, en el predio del Palacio de Justicia de la provincia.
Para la fiscal el acusado bebió alcohol 10 horas aquel 24 de febrero de 2019.
“Homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas, en concurso real”, fue la calificación por la que se condenó al encartado, quien recibió el apoyo de sus familiares durante todo el proceso.
A diferencia del caso de Adrián Krutki (36), quien permanecerá en libertad hasta que su sentencia quede firme y que un día antes fue condenado a cinco años de cárcel por la muerte de dos motociclistas en Apóstoles, Zielinski fue esposado y trasladado por miembros del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) a la Unidad Penal de Loreto en donde deberá cumplir con su condena.
Antes de pasar a los alegatos y réplicas de las partes intervinientes en el juicio, la jornada comenzó con la incorporación de un informe solicitado por los patrocinantes de Zielinski en torno a las medidas de seguridad y verificación del test de alcoholemia que se usó para determinar la graduación alcohólica del acusado.
El certificado especificaba que la prueba utilizada “cumplía con todos los requisitos de verificación encomendada”.
Tragedia anunciada
La fiscal María Laura Álvarez, responsable de la parte acusatoria en el proceso, fue la primera en exponer sus argumentos ante los presentes en la sala.
Para la funcionaria judicial la autoría del hecho está acreditada con el grado de certeza que se requiere. Aunque para explicar cómo llegó a esa conclusión reconstruyó lo sucedido en base a lo que los distintos testigos aportaron durante las dos jornadas previas.
Expuso que la velocidad mínima de 90 km/h que arrojó la pericia accidentológica hecha por el licenciado en Criminalística Martín Duarte fue contundente para describir las maniobras peligrosas e imprudentes que tuvo el imputado el día del hecho.
Aseguró que previo al impacto, Zielinski pasó cuatro vehículos haciendo zigzag por la avenida Quaranta y conduciendo con 1,06 gramos de alcohol en sangre.
Familiares de Alberto Galeano presenciaron el veredicto del tribunal.
Sobre esto último aclaró que el grado de alcohol que tuvo el joven al momento de la colisión fue muchísimo mayor ya que la prueba orientativa que se le realizó al acusado para confirmar este punto fue hecha horas después de la colisión que derivó en muerte.
“La causa eficiente fue el factor humano, es decir, la falta de dominio del imputado. El vehículo embistente fue el Corolla y , como dijo el perito Duarte, la mínima fue 90. La velocidad y falta de dominio fueron las causales en este hecho. Por las cámaras se vé que Zielinski viene evadiendo autos y cruza de carril”, sostuvo la fiscal, quien utilizó dos autos de juguete para graficar la secuencia de impacto.
También recordó un testimonio importante para la fiscalía que tuvo como protagonista a la oficial de servicio de la comisaría Decimoctava y que intervino en el suceso.
En relación a la efectivo policial interviniente, contó: “La oficial Florisbello manifestó que ya le había dicho (minutos antes de la colisión) que ya había un Corolla haciendo maniobras peligrosas. Iba a ser una crónica de una muerte anunciada. El after de la muerte”.
A su vez, recalcó los dichos del sobreviviente Báez quien iba en la parte delantera del Corolla junto al imputado y que en su testimonial en el debate contó que el acusado manejaba muy rápido y de manera temerosa. Incluso recalcó que minutos antes de la tragedia, el Corolla casi embistió un árbol en cercanías a las avenidas Lavalle y Quaranta.
Álvarez remarcó que fueron cuatro testigos en el debate quienes vieron cómo Zielinski no respetó los límites de velocidad para una zona urbana y con mucho tráfico al momento del hecho. Y que además zigzagueó varios coches a gran velocidad.
“Actuó con culpa consciente porque pudo advertir los efectos de tomar por 10 horas. Desde las 2 hasta las 12 de ese día estuvo bebiendo. La sociedad exige condenas ejemplares”, remarcó la funcionaria. Además expuso que a su criterio el acusado no mostró arrepentimiento por sus actos y que eso representó una burla a toda la familia de las víctimas.
Para finalizar Álvarez sostuvo: “Sólo quien pierde su libertad valora su vida”.
Por Agustín Mazo- El Territorio