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Corea del Norte e Irán: ¿una nueva alianza contra Occidente?

Pyongyang y Teherán comparten su rechazo por Estados Unidos y podrían intercambiar secretos nucleares y sobre drones, en un emergente bloque antioccidental.

Corea del Norte está forjando nuevos lazos con naciones afines y afianzando algunas alianzas más antiguas, más allá de Rusia y China. “Tal como en la Guerra Fría, están surgiendo dos bloques, y Corea del Norte ve en ello una buena oportunidad para aliarse con Irán y redoblar su oposición a Estados Unidos”, señala a DW Kim Sung Kyung, profesor de sociedad y cultura norcoreanas en la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl.

“Es probable que también vea una buena oportunidad para vender armas y tecnología militar a Teherán y obtener algún tipo de beneficio económico a cambio, ya que existen fuertes sanciones sobre ambos países, que limitan lo que pueden obtener”, agrega.

A fines de abril, Corea del Norte envió una delegación de expertos económicos y comerciales de alto nivel a Teherán, la primera misión de este tipo desde 2019. Aunque ambos Gobiernos mantuvieron el hermetismo sobre los detalles, los analistas han especulado con que las conversaciones se referían a tecnología militar.

Irán niega diálogo sobre tecnología nuclear

Teherán negó que los delegados discutieran sobre cooperación en tecnología nuclear. El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanaani, criticó a los medios de comunicación extranjeros por sus “especulaciones tendenciosas, al publicar noticias falsas y sin fundamento”.

Al día siguiente, los medios estatales norcoreanos condenaron una nueva ronda de sanciones impuestas a Irán por Washington, calificándolas de “injustas”. Las sanciones se centran esta vez en la capacidad de Irán para fabricar y utilizar vehículos aéreos no tripulados. Irán lanzó ataques con drones y misiles contra Israel el 13 de abril, en represalia por un ataque atribuido a Israel contra la embajada iraní en Siria,  y se cree que ha proporcionado drones a Rusia.

Diferencias y similitudes

“Teherán y Pyongyang mantienen una larga relación, paradójica en muchos sentidos, ya que uno es un régimen islámico teocrático y el otro es un culto comunista a la personalidad”, afirma Daniel Pinkston, profesor de Relaciones Internacionales en el campus de Seúl de la Universidad de Troy.

Pero indica que, pese a las diferencias, tienen también similitudes. Los líderes iraníes se refieren con frecuencia a EE. UU. como el “Gran Satán”, señaló, mientras que la propaganda de Pyongyang se centra en el “imperialismo estadounidense”.

Secretos nucleares y drones

Pyongyang parece querer ahora centrarse en aliados que le apoyen económica y militarmente.

“En el pasado, Corea del Norte proporcionó a Irán tecnología nuclear, lo que molestó a los israelíes, y es probable que pueda compartir de nuevo lo que ha desarrollado”, dice Pinkston. “Podrá proporcionar datos de las pruebas nucleares que ha realizado, puede compartir las mejores prácticas de su programa espacial e información de su programa de satélites de fabricación propia”, agrega.

Según Pinkston, es muy probable que la tecnología de drones sea de enorme interés para ambos bandos, ya que buscan aumentar las capacidades de un sistema de combate que es relativamente nuevo pero, como se ha visto en Ucrania, resulta muy eficaz.

Ejercicio militar iraní con drones. (04/10/23)

Pyongyang necesita el petróleo iraní

Corea del Norte está desesperada por obtener petróleo, uno de los principales productos objeto de sanciones internacionales. A juicio de Pinkston, es posible que Irán pueda eludir la vigilancia y aprovechar los acuerdos comerciales trilaterales con Rusia para suministrar combustible a Pyongyang.

Más de dos décadas después de que el entonces presidente estadounidense George W. Bush acuñara la expresión de “eje del mal” para referirse a Corea del Norte, Irán e Irak, los analistas advierten que está surgiendo un bloque mucho más poderoso.

“Hay Estados ‘resentidos’ que se oponen al orden mundial liderado por Estados Unidos”, afirma Pinkston e insiste: “Sus intereses nacionales pueden no alinearse perfectamente, pero comparten la oposición a Occidente”.

Por Julian Ryall-DW