La víctima se presentaba, en su perfil de Facebook, como exalumno del histórico Colegio Nacional de Buenos Aires y también de la Universidad de Buenos Aires
Roberto Eduardo Wolfenson Band, el hombre de 71 años asesinado en su casa del country La Delfina de Pilar, era un ingeniero electrónico graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con un posgrado en la Universidad de San Andrés. La víctima del crimen era experto en sistemas energéticos y que actualmente asesoraba a una empresa dedicada a la fabricación de baterías, según confirmaron las fuentes judiciales y el propio perfil de la víctima en las redes sociales.
Wolfenson Band se presentaba como exalumno del Colegio Nacional Buenos Aires y de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se graduó como ingeniero electrónico en 1977, al que sumó luego un posgrado en la Universidad de San Andrés entre el 2001 y el 2002.
Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que, si bien ya estaba jubilado, Wolfenson Band “aparentemente aún asesoraba a alguna empresa”, lo que quedó ratificado por su perfil de la red social Linkedin, donde dice que era actualmente gerente para Sudamérica de capacitación en EnerSys Argentina, una empresa especializada en la fabricación de baterías de litio, en la localidad bonaerense de El Talar, en el partido de Tigre.
Sus anteriores trabajos también estuvieron vinculados a distintas empresas dedicadas a los sistemas energéticos.
En su perfil de Facebook, se presenta como exalumno del histórico Colegio Nacional de Buenos Aires y también de la Universidad de Buenos Aires.
La administración del barrio privado la Delfina, donde vivía, emitió un mensaje de condolencias el sábado último, al día siguiente de que apareciera muerto, pero antes de que se supiera que fue víctima de un homicidio.
Allí destacaron la preocupación del jubilado por el cuidado del medio ambiente.
“Estimados vecinos, en el día de ayer, 23 de febrero, falleció nuestro vecino Roberto Wolfenson. Roberto era de la ‘Comisión de medio ambiente’. Era quien impulsaba, trabajaba y vivía arduamente para mejorar nuestro hábitat. La Delfina acompaña a Graciela, amigos y a toda su familia en este difícil momento”, dice el mensaje distribuido entre los propietarios del barrio.
Voceros judiciales también aclararon a la agencia Télam que en esa casa Wolfenson Band solo vivía con su mujer –ella estuvo de viaje con amigas en los días previos-, y que él tenía dos hijos de un matrimonio anterior y ella otros dos también con una expareja, pero que ninguno convivía con ellos.
Una cita misteriosa, en la mira
Un día antes de ser estrangulado en su casa del country , en Pilar, Roberto Eduardo Wolfenson Band le pidió a la empleada doméstica que limpiara una habitación porque iba a recibir visitas. Ahora, los investigadores del crimen intentan develar si la cita se concretó y si el o la visitante fue el homicida.
La pista surgió a partir de la declaración testimonial de la empleada doméstica, que fue la última persona que vio con vida a la víctima, según reveló la agencia de noticias Télam.
Ahora, el fiscal Germán Camafreita, a cargo de la investigación del homicidio, intenta reconstruir las últimas horas del ingeniero electrónico, que fue asesinado entre las 14.30 y las 17 del viernes pasado.
Wolfenson Band, de 71 años, vivía con su esposa en una casa del lote 397 del country La Delfina. Los últimos días había estado solo, porque la mujer se había ido de viaje y, al regresar, se fue a la casa de su hija, en Villa Devoto.
“La empleada doméstica estuvo en la casa de la víctima el jueves. Ese fue el último día que trabajó”, sostuvo a LN una fuente con acceso al expediente.
Al día siguiente, Wolfenson Band se comunicó por teléfono con su esposa y estuvo en conectado en WhatsApp hasta las 14.30. A las 17 tenía pautada su clase de piano.
La muerte del ingeniero electrónico fue descubierta después de que el profesor de piano se comunicara con los encargados de seguridad del country para avisarles que nadie respondía sus llamadados.
“Al no tener respuesta, dio aviso al personal de seguridad del country. Los vigiladores se comunicaron con la esposa de Wolfenson Band para advertirle lo que sucedía. La mujer, que estaba en la casa de una de sus hijas, en el barrio porteño de Villa Devoto, autorizó el acceso con una persona de confianza, mientras regresaba al country. Cuando ingresaron en la casa se encontraron con el hombre tirado en el piso en una habitación y llamaron a la policía”, explicó un investigador.
Un primer médico que revisó el cuerpo informó que la causa de muerte había sido un infarto. El fiscal Andrés Quintana, que el día de los hechos subrogaba a su colega Camafreita, ordenó la autopsia, que se realizó el sábado pasado a la mañana.
“La autopsia comenzó a las 10. Antes de las 11, la doctora a cargo de la necropsia se comunicó con el fiscal Quintana y le informó que Wolfenson Band había sido estrangulado. Lo asfixiaron hasta darle muerte”, dijeron fuetes del caso. El estudio forense reveló, además, que la víctima tenía un corte en la parte posterior del cuello, hematomas propios del ahorcamiento y signos de defensa en brazos y manos.