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¿Cuáles son las principales medidas del nuevo plan fiscal de Reino Unido?

El ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, anunció este 17 de noviembre un nuevo y estricto plan fiscal. Los cambios incluyen aumento de impuestos para los ciudadanos y las empresas, así como un enfoque más austero del gasto público. Las nuevas medidas fueron anunciadas en medio de la vertiginosa inflación y luego de que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) señalara que el país ha entrado en recesión.

Reino Unido ya ha entrado en recesión y la inflación sigue en alza. Dos escenarios que el Gobierno británico intenta capear con el nuevo plan fiscal presentado este jueves 17 de noviembre.

El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, anunció públicamente el nuevo programa presupuestario, que principalmente se enfoca en el aumento de impuestos y el recorte de gastos públicos.

El cobro de mayores gravámenes tendrá lugar tanto para las empresas como para los ciudadanos.

El nuevo plan bajo el Gobierno del primer ministro Rishi Sunak se desmarca del legado de su antecesora, Liz Truss, cuya propuesta de recortes fiscales agitó los mercados y puso a la libra esterlina contra las cuerdas.

“Atajar la inflación es mi prioridad absoluta y eso guía las difíciles decisiones sobre impuestos y gasto que tomaremos”, afirmó el nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, en momentos en que intenta tranquilizar los mercados sobre la fiabilidad de Reino Unido.

Este movimiento, apuntó Hunt, se debe a que en los últimos años “la economía se ha enfrentado a dos enormes choques”, la pandemia y la guerra en Ucrania. Entre ambos acabaron con el crecimiento y crearon un nuevo contexto energético de precios disparados.

A continuación, las principales medidas del nuevo plan fiscal.

Más impuestos para los ciudadanos

Los británicos con ingresos a partir de 125.140 libras esterlinas, y no desde 150.000 libras esterlinas como funciona hasta ahora, deberán pagar la banda más alta del impuesto sobre la renta, del 45%.

Se trata de una tasa máxima que la Administración anterior de Truss intentó abolir infructuosamente.

Además, el Gobierno congelará hasta abril de 2028, en lugar de aumentar, la proporción de ganancias libres de impuestos, con el fin de incluir más contribuyentes en los próximos años.

Por otra parte, Hunt informó que desde 2023 se reducirá de 2.000 a 1.000 libras esterlinas la cantidad de dividendos de los accionistas a partir de la cual deben pagar impuestos.

Ese umbral de utilidades para el pago de gravámenes será de 500 libras esterlinas a partir de 2024.

Asimismo, y debido a que los autos eléctricos son cada vez más comunes, el ministro de Finanzas anunció que ya no estarán exentos de tributaciones vehiculares a partir de abril de 2025.

Hunt explicó que su plan tiene tres pilares fundamentales para apalear la crisis económica: estabilidad financiera, crecimiento y defensa de los servicios públicos, al tiempo que protege a los grupos más vulnerables, entre ellos los pensionistas.

Sin embargo, en medio de un alto costo de vida y con las nuevas reglas, los ciudadanos se enfrentan a pagar más impuestos sobre la renta.

El titular de la cartera de Finanzas destacó que la inflación es la “enemiga” de la estabilidad y señaló que podría provocar estallidos sociales. Resaltó que otras naciones también enfrentan fuertes incrementos en el costo de vida como Italia y Alemania.

Impuestos para las empresas

El gravamen sobre las ganancias de las empresas de energía, petróleo y gas aumentará del 25% al ​​35% desde enero de 2023 y se extenderá hasta marzo de 2028.

También habrá un nuevo impuesto temporal del 45% sobre las ganancias inesperadas o extras para los productores de electricidad, incluidos los eólicos, solares y nucleares.

Hunt indicó que estos cambios recaudarán 14 mil millones de libras el próximo año.

Dependiendo de cómo se implemente, las empresas de energía verde podrían terminar pagando más impuestos que los productores de combustibles fósiles, señalaron los expertos tras el anuncio.

Un posible escenario que sería contraproducente frente al desafío del calentamiento global, ya que las energías limpias son la solución tanto a la crisis energética como climática, mientras que las empresas de petróleo y gas pueden obtener 91% de devoluciones de impuestos invirtiendo en más hidrocarburos, según lo estipulado.

Archivo-Plataformas de perforación estacionadas en Cromarty Firth cerca de Invergordon, Escocia, Reimo Unido, el 27 de enero de 2015. © Reuters/Russell Cheyne

Por otra parte, el Gobierno reducirá el impuesto a las tasas comerciales en las instalaciones de las empresas, pero comenzará una revaluación a partir de abril para asegurarse de que la carga tributaria refleje el valor de las instalaciones.

 “Hay una crisis energética global, una crisis de inflación global y una crisis económica global. Pero hoy con este plan de estabilidad, crecimiento y servicios públicos, enfrentaremos la tormenta. Lo hacemos con resiliencia británica y compasión británica”, defendió Hunt.

Reducción de gastos gubernamentales

Otro de los principales enfoques del nuevo plan fiscal es un gasto público austero, con el que el Gobierno recorta 55.000 millones de libras esterlinas.

Con esta meta, el Ejecutivo de Sunak espera reducir la deuda neta del Estado, equilibrar las finanzas del país y ofrecer confianza a los mercados financieros.

No obstante, Hunt explicó que la inversión estatal, que incluye ayudas, ahora reducidas a la factura energética, seguirá aumentando “en términos reales” durante los próximos cinco años, “pero a menor ritmo” y sostuvo que se priorizarán los servicios públicos básicos.

Un anuncio del Gobierno británico que ofrece ayuda a las personas con las facturas de energía en el invierno se observa al costado de un autobús, en Stockport, Reino Unido, el 16 de noviembre de 2022. © Reuters/Phil Noble

Su Administración mantendría el llamado bloqueo triple, que garantiza que la pensión estatal aumentará según la inflación, los ingresos promedio o un 2,5%, lo que sea más fuerte.

El presupuesto para cooperación internacional se mantendrá en el 0,5% del PIB introducido en la pandemia y el Servicio Nacional de Salud (NHS) tendrá que buscar ahorros, aunque obtendrá una inversión de 1.000 millones de libras este año, junto a 1.700 millones de libras para atención social.

Además, el ministro aseguró que el salario nacional aumentará de £9,50 la hora a £10,42 a partir de abril de 2023.

Este aumento del 9,7 % es “el mayor jamás visto en el salario digno nacional de Reino Unido”, aseveró Jeremy Hunt.

Reino Unido entra en la temida recesión

En la misma jornada en que el país conoció el nuevo programa fiscal, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), que supervisa las cuentas públicas de Reino Unido, estimó que la nación ha entrado en recesión y que la inflación británica se situará este año en el 9,1 %.

La OBR, que ha vinculado el fuerte incremento de la inflación al alza de los precios energéticos a nivel global, calcula que para 2023 el aumento en el costo de vida se sitúe en 7,4%.

Según enfatizó Hunt durante su declaración ante la Cámara de los Comunes, en la que presentó el nuevo plan, es previsible que este 2022 el producto interno bruto (PIB) aumentará el 4,2%, pero luego caerá un 1,4% en 2023.

Archivo-Cientos de personas caminan por el distrito financiero de Canary Wharf en Londres, Reino Unido, el 18 de mayo de 2022. © Kevin Coombs/Reuters

La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria calcula que la tasa de desempleo en Reino Unido pasará del actual 3,6 % al 4,9 % en 2024 y podría bajar al 4,1% en 2025.

Hunt ha insistido en que la inflación carcome la moneda local en los bolsillos de las personas, “incluso más que los impuestos”, por lo que su plan fiscal se divide casi en partes iguales entre recaudación de impuestos y recortes de gasto público.

El ministro sostuvo que las medidas anunciadas este jueves son difíciles pero necesarias para reducir los efectos inflacionarios, ayudar a controlar los costos de energía y retomar la senda del crecimiento.

Por Yurany Arciniegas-France24 con Reuters y medios locales