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De la Sota no votará por Scioli y el PJ cordobés dio libertad de acción

El gobernador ratificó que no votará a “la continuidad de quien nos maltrató mucho”. En cambio, su partido dio libertad de acción. En Córdoba, Macri superó a Scioli en las generales y es hoy tierra de disputa. El massismo define posiciones.

Cuando faltan poco más de dos semanas para el balotaje del 22 de noviembre, en el que competirán Daniel Scioli (Frente para la Victoria) y Mauricio Macri (Cambiemos), el Consejo Provincial del Partido Justicialista de Córdoba, que preside el senador electo Carlos Caserio –y domina el gobernador José de la Sota- emitió un documento en el que deja en libertad de acción a sus afiliados.

El PJ oficializó la posición tras una reunión del Consejo Provincial del partido, presidido por Carlos Caserio. El encuentro se realizó en la sede central de bulevar San Juan, y no contó con la presencia de De la Sota ni del electo gobernador Juan Schiaretti. Si estuvo el generalato: el apoderado Domingo Carbonetti, el presidente del bloque de legisladores de UPC, Sergio Busso, el legislador Carlos Gutiérrez, afín al schiarettismo. Además, el presidente del ente de intendentes de Unión por Córdoba, Julio Bañuelos, y ministros del Gobierno, como Manuel Calvo, de Infraestrutura y Juan Grosso, de Empleo.
Caserio dijo que el peronismo cordobés actúa con “coherencia” al no pronunciarse por ninguno de los dos candidatos, teniendo en cuenta que en las elecciones provinciales del 5 de julio y en las generales del 25 de octubre, el PJ enfrentó al FpV y al PRO. En esa lógica el comunciado emitido sobre el tema apuntó a que, como integrante de UNA, la fuerza que impulsó la candidatura de Sergio Massa, el peronismo tuvo una tercera posición que obtuvo 5,2 millones de votos. Ese volumen es el que respalda en definitiva la posición del PJ provincial (aunque no son votos propios, como se vio en Córdoba, donde UNA apenas llegó a 20 puntos). “Nadie puede sentirse el dueño de la voluntad de esos votantes”, indicó el comunicado del partido.
El libre albedrío (que no es exactamente lo mismo que la prescindencia) llegó luego de la decisión orgánica del sindicalismo cordobés de respaldar a Scioli, con gremios delasotistas como el SEP a la cabeza. Ayer Caserio dijo a este diario que la postura de la CGT Regional Córdoba es parte de “la libertad” y de la “amplitud” del movimiento peronista.
Por el lado de los intendentes de UPC, también se produjeron ruidos que fue necesario salir a calmar con la “libertad de acción”. A los dirigentes territoriales les costaba la idea de apoyar a “los socios de Macri en Córdoba”. “Muchos no quieren votar por Aguad, Negri o Mestre, con cuyas listas hemos competido en las elecciones locales”, afirmó un intendente a este diario. Según Carbonetti, «hay de todo», entre la dirigencia peronista.

Isla peronista

Si bien en la sede del PJ ayer se dijo que “las elecciones no se definen hasta el último voto”, el oficialismo provincial piensa en un escenario político con Macri como presidente de la Nación. En ese contexto, Córdoba sería la única provincia “grande” gobernada por el peronismo, frente a distritos como Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, de otros signos políticos.
Esta posibilidad fue parte del diálogo que mantuvieron De la Sota y Massa esta semana, cuando compartieron una cena en la Residencia de los Gobernadores de la Casa de las Tejas. La intención de De la Sota es liderar, junto a Massa, la “reconstrucción” del PJ luego de la eventual derrota de Scioli, para recuperar el Gobierno nacional en el futuro. Sin embargo, esta estrategia choca con dos cuestiones: por un lado, si Macri gana el 22 de noviembre, lo hará para ocho años. Y en todo caso, el gran beneficiario de un triunfo del PRO sería el intendente Ramón Mestre, principal socio radical del porteño en el interior del país.