Es el decimosexto sábado que miles de personas salen a las calles de Tel Aviv y otras ciudades israelíes para oponerse a la reforma judicial del Gobierno, percibidas como un ataque a la democracia.
Las protestas semanales siguen adelante a pesar de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció una “pausa” a su reforma judicial para permitir más diálogo alrededor de los proyectos de ley.
Este 22 de abril no fue una excepción, a pesar de que mañana se planea otro plantón masivo que coincide con un discurso de Netanyahu frente a la asamblea general de las Federaciones de Judíos de Norteamérica.
La reforma propuesta por el Gobierno podría limitar la autoridad de la Corte Suprema y dar más poder a los políticos para seleccionar a los jueces.
La Administración de Netanyahu, una coalición entre su partido, el Likud, y sus aliados de extrema derecha y judíos ultra-ortodoxos, justifican que estos cambios equilibrarán la balanza de poderes en israel.
Las manifestaciones multitudinarias de hoy se produjeron tres días antes de que Israel celebre su “Día de la Independencia”, el 75º aniversario de la fundación del Estado, y la víspera del Día de los Caídos, con la polémica sobre si los actos conmemorativos y solemnes deben impregnarse de reivindicaciones políticas o no.
La reforma ha puesto en jaque al gobierno de Netanyahu, que ha perdido gran parte de su respaldo social, con un 53% de ciudadanos que cree que la reforma judicial es perjudicial para el país, y un 60% dijo no sentirse representado por el Ejecutivo, según una encuesta publicada este fin de semana por la emisora pública Kan.
Otro sondeo publicado ayer por el diario Maariv muestra que la actual coalición liderada por Netanyahu no revalidaría el gobierno si se celebraran hoy elecciones sumando solo 47 escaños frente a los 64 que tiene hoy en una Knéset de 120 diputados.
El Likud de Netanyahu no sería el partido más votado, con solo 26 escaños -frente a los 32 de ahora- y sería sobrepasado con un diputado más por el partido de centro-derecha Unidad Nacional, liderado por el ex ministro de Defensa, Benny Gantz.
Las formaciones que hoy conforman el bloque opositor aglutinarían 68 diputados, una mayoría suficiente para gobernar, con Gantz al frente, quien es visto como una figura moderada y de centro capaz de lograr apoyos en ambos lados del arco político