El delito que se les imputa a Fernando Sabag Montiel, su exnovia Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo es el de homicidio doblemente calificado por alevosía y en concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.
Hoy empezó en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 (TOF 6) el juicio oral por el intento de magnicidio de la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2022. Será la primera de varias sesiones que se harán todos los miércoles durante los próximos seis meses. Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo se encuentran en el centro de este proceso judicial.
El delito que se les imputa a Fernando Sabag Montiel, su exnovia Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo es el de homicidio doblemente calificado por alevosía y en concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego. El primero como autor, la joven como coautora y Carrizo como partícipe secundario.
14.58 La declaración de Sabag Montiel
El hombre que le gatilló un arma en la cara a la expresidenta Cristina Kirchner habló sobre las pruebas que existen en la causa. “Respecto a la aceptación de las pruebas o fabricación de los mismos, pido corroborar la veracidad que tiene dicho aporte. Lo que hay que diferenciar es un quiebre que hace la causa: primero, entender que hay una diferencia en la incorporación de Carrizo, que no fue en la etapa de instrucción, sino de elevación a juicio. La ruta investigativa se desdobla totalmente”, dijo.
También cuestionó a la jueza María Servini, quien encabeza una causa por el supuesto borrado del celular del acusado en las horas posteriores a su detención. En el marco de esa investigación, la magistrada indagó a dos agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y a uno de la Policía Federal.
“Quisiera que se analice esa causa o se cambie de juez porque no fue un pedido mío. Teniendo en cuenta las condiciones de la jueza Servini, ya que libera manifestantes kirchneristas o tuvo en su acción el entorpecimiento de la causa Nisman, cabe aclarar que no es de mi gusto que dicha jueza tenga una causa”, indicó.
Cuando fue cuestionado por la mención de dicha causa, que no tiene relación con la del intento de magnicidio, explicó: “Hay muchas causas dentro de esta causa madre. Hay causas menores en las cuales se trató más de una vez en asimilar esta causa. Si lo vemos de esta forma, sabemos de la convicción de las personas con respecto a sus intereses o funcionalidad que pueden plantear en distintas causas. Eso cabe destacarlo porque cuando pedimos la recusación de un juez sabemos porqué lo hacemos y qué intenciones tiene respecto a una causa”.
Consultado sobre la relación con los otros acusados, Sabag Montiel explicó que su vínculo con Brenda Uliarte “tiene ya fecha de 7 años”, iniciando como “amigos con derechos”, pero habiendo iniciado “un mes antes del atentado”. “Prácticamente nada. No se podría tomar como un noviazgo serio o una relación relevante, tanto de parte ella como mía”, aclaró. “Nunca compartimos aficiones políticas, respecto el último tiempo que fue la decisión de perpetrar el atentado. Ella sí tiene una posición respecto a los libertarios, añadió.
Sobre su relación con Carrizo, dijo que fue “muy breve, fugaz y corta”: “Lo conocí, como amplió él en su declaración, en una fiesta y solo tuvimos cuatro, cinco meses y solo era por una cuestión laboral. Quiero recalcar que solo era laboral, que no hay ningún tipo de interés político ni trabajo ni nada”.
Además, indicó que “nadie trataría de hacer un conjunto” con alguien a quien conoce hace meses. “Si yo conociendo a Uliarte en 7 años tuve un intercambio de WhatsApp en el cual una semana previa al acto decidimos perpetrar el atentado, es entendible. Pero una persona a la cual conozco hace cuatro meses y solo tengo una relación laboral, nadie trataría de hacer un conjunto o explicar mis ideas”, detalló.
Y agregó: “Tanto Carrizo como su exmujer creo que son cobradores de planes sociales, por lo cual él tampoco tenía una ficción contraria al kirchnerismo. Es más, tenemos un amigo en común que hasta me ha invitado y fui a marchas del Polo Obrero. En el grupo ‘Los Girosos’ hay muchos chicos que cobraban planes sociales o con ideología kirchnerista. Yo ni me oponía ni llevaba discusiones con ellos, tampoco ningún tipo de arreglo”.
Además, explicó que el atentado fue “por fines personales”, ya que se considera una persona “apolítica”. “Yo soy apolítico antes que nada. Las bases o el incentivo por las cuales cometí el atentado no es por tener una posición en las antípodas o del kirchnerismo o estar en un sector contrario. Mantengo mi calidad de apolítico. Los fines tienen más un tinte personal que un fin que pueda beneficiar a algún sector político”, precisó.
Respecto a esos “fines personales”, Sabag Montiel detalló: “Básicamente son cuestiones de incomodidad con lo establecido. No habría que redundar mucho o buscar una justificación”. Además, indicó que fue un acto de “interés público”: “Yo soy el resultado de muchas fallas de la Justicia. Yo estoy acá porque una parte de la Justicia argentina no funciona, entonces me cargué una mochila y traté de pagar el precio de los que otros no hicieron”.
También criticó a la expresidenta, a quién tildó de “corrupta, roba, hace daño a la sociedad y demás cuestiones que ya son sabidas”. “Creo que cualquier persona o la mayoría siente lo mismo que yo. Básicamente es redundar en pensamientos que popularmente pueden ser aceptados o bien vistos por parte de la sociedad”, exhortó.
Sumado a esto, rechazó las acusaciones mediáticas en su contra: “Se me tildó de sicario, psicópata, estar relacionado con el grupo Revolución Federal, el cual no conozco, o que recibí dinero”. “No se tuvo en cuenta una motivación personal más que un interés”, indicó. “Es un acto de justicia, no fue un acto donde traté de favorecerme económicamente o por otro lado. Tiene más una connotación profunda, ética y comprometida con el bien social que otra cosa”, remarcó.
Consultado sobre el rol puntual de Carrizo, Sabag Montiel indicó que fue el de “plantar un arma que no hay”. Además, afirmó que él fue el único que no recibió dinero por el hecho, aludiendo que Cristina Kirchner les pagó a los otros dos acusados para inculparse.
“[Carrizo] Se está autoincriminando. En la etapa de elevación a juicio se comprobó que tanto Uliarte, como yo y Carrizo no recibimos dinero, lo cual es falso de parte de Uliarte y de Carrizo. Yo sé que ellos sí recibieron dinero para inculparse, para grabar justamente la premeditación de dos o tres personas como lo indica el agravante, lo cual es totalmente nulo. Recibieron dinero de la señora Fernández de Kirchner”, detalló.
Y agregó: “Yo tengo una causa, cinco autos, tengo dinero. No tengo necesidad de ser financiados. Ellos tienen necesidades, por lo cual ellos sí pudieron ser financiados. Pero financiados en contra. Son una contrainteligencia para embarrar la cancha, como el día que el padre de Brenda Uliarte fue a la PSA y dijo que le habían ofrecido una casa para autoinculparse”.
“O hacer ese chat falso entre ellos que solamente hay una carilla respecto a Uliarte y a Carrizo, que es de Facebook. No tengo una charla yo con Carrizo en la cual nos implique en un plan criminal porque yo no le conté jamás a Carrizo lo que iba a hacer. Yo me lo guardé por una cuestión de preservarme a mí mismo lo que iba a hacer y no tratar de contar con nadie.”, añadió.
En cuanto al rol de Uliarte, dijo: “Simplemente ella escuchó mis ideas, lo que quería hacer y a dónde quería llegar”. “Compartió conmigo, pero ella no estaba tan segura de lo que podría llegar a hacer. Capaz que ella lo tomó como un juego de niños o una muestra de valentía para tratar de quedar bien con la gente y no como algo serio”, manifestó.
“Si bien eso la complicó, de cierta manera tampoco creo que hubo un pie a la realidad para decir ‘no hagamos esto, podemos caer presos y complicarnos la vida’. Creo que no midió las consecuencias, que son graves. Entiendo que ella es chica, tiene 24 años. Ante un acto así, cualquier persona tiene que tener los pies en la Tierra y entender las consecuencias de sus actos”, añadió.
“Yo la quería matar [a CFK] y ella [Uliarte] quería que muera. Si bien ella en los chats dijo ‘Prefiero ser yo la que lo haga’, yo nunca le planteé ni ordené que lo haga. Nunca le entregué el arma y le dije ‘Hacelo vos, yo no puedo hacerlo’. Ella quería ser más una espectadora del momento que una partícipe”, ahondó, a la vez que explicó que el arma y las municiones eran de un vecino suyo que falleció por Covid, quien iba a transferirle el arma antes de morir.
Retomando las motivaciones detrás del atentado, expresó: “Todas las justificaciones van a confluir en lo mismo, que porque es ladrona, una asesina. Por muchas cosas. Llevó a la Argentina a la inflación y yo en lo personal me sentí humillado de haber sido una persona que tenía un buen pasar económico a ser un vendedor de copitos. Si bien es un problema personal, de una forma indirecta tiene mucha influencia. A todos nos afecta. Empecé a creer que el problema estaba en otro lado: ¿por qué yo hago las cosas bien y me va mal?”.
“Si hablamos de una forma piramidal, Cristina es la cabeza de todo. ¿Por qué le vamos a echar la culpa al ministro de Economía o a Alberto Fernández o a los piqueteros cuando ella obviamente es la cúspide de todo esto? Si ella no lo permite, nadie puede hacer algo. Tratemos de no caer en lo que la política hace que es echar culpas”, precisó.
También reveló que estuvo en la puerta del departamento de Cristina en una ocasión previa al atentado, con el objetivo de “estudiar el panorama”. “Estuve una sola vez antes. Fui a vender copitos y a estudiar el panorama para ver que las condiciones estén favorables para hacerlo”, detalló, a la vez que indicó que “en el momento mismo se prevé si algo es favorable o no” y que hay “cosas” que “lo frenaron”, como la presencia de una niña de 7 años o la posibilidad de herir a un manifestante que “no tiene nada que ver”.
Sobre el atentado, afirmó: “Gatillé una vez y no le volví a dar recarga al arma porque fue interceptada”. “No tuve momento de salida o de escape del plan. La distancia fue prudencial para poder tener un amplio espacio de poder llegar”, indicó. Además, indicó que “no sabía disparar” y que había probado el arma una sola vez. “Yo nunca maté una persona, iba a ser la primera vez”, subrayó.
14.30 Los reclamos de los abogados de “Los Copitos” y la palabra de Sabag Montiel
El abogado Alejandro Cipolla solicitó la suspensión del juicio y acusó haber sido grabado por el Servicio Penitenciario mientras se entrevistaba con Uliarte. El pedido fue rechazado por Sabrina Namer, presidenta del Tribunal, quien alegó que dicha petición ya había sido negado.
Ante este escenario, la abogada de Sabag Montiel esgrimió el mismo argumento que Cipolla, en tanto que el abogado de Carrizo puso la lupa en la constitución del tribunal, considerando que debía ser por jurados y pidiendo, además, la suspensión del juicio.
Fue entonces cuando participó el propio Sabag Montiel, que más temprano se dejó fotografiar con un cartel que decía: “Me tienen secuestrado”: “A la Corte Suprema le fue pedido atender el caso, mandarlo a un tribunal popular”, dijo, en referencia al juicio por jurados.
13.05 La larga lista de testigos
En búsqueda de esclarecer los hechos, el Tribunal Oral Federal 6 convocó a casi 300 testigos. Esta nómina de 277 personas incluye a figuras políticas, el personal de seguridad que estuvo presente aquel 1 de septiembre, personas del entorno de los acusados y expertos en diversas áreas.
Entre los citados a declarar se encuentran la propia Cristina Kirchner -también querellante en la causa-, miembros de su equipo de seguridad y otros testigos presenciales de aquella jornada frente a su departamento en Recoleta. También declararán expertos forenses y analistas de inteligencia, entre otros.
12.30 La reacción de Cristina Kirchner en el inicio del juicio
La expresidenta Cristina Kirchner hizo fuertes críticas a la Justicia en el inicio del juicio por el intento de atentado ocurrido el 1 de septiembre de 2022, al compartir el mensaje del diputado de Unión por la Patria Juan Martín Mena, y agregó: “Más claro echale agua“.
“Comienza uno de los juicios sobre el intento de magnicidio a Cristina Kirchner, el de los autores materiales. Uno de los hechos más graves desde la recuperación democrática. Salvo honrosas excepciones, el silenciamiento mediático y de la dirigencia política, resulta igualito al de jueces y fiscales que tienen la responsabilidad y obligación de investigarlo. Un liso y llano encubrimiento”, sostuvo en su mensaje en la red social “X” el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense.
Mena dejó una serie de puntos para cuestionar el accionar de la Justicia en el hecho, entre los que criticó que “el contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, ocultando información imprescindible y estando en poder de la jueza”.
Además dijo que “nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes”, como Revolución Federal y nueva Centro Derecha, entre otras. En esa línea, expresó: “Sus integrantes se paseaban y fotografiaban con Patricia Bullrich -actualministra de Seguridad- y asisten hoy al Congreso invitados por diputados del oficialismo. Recibieron decenas de millones de pesos de la familia Caputo los meses previos al atentado”.
12.00 El cartel que mostró Sabag Montiel
Sabag Montiel, considerado como autor del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa, saludó a las cámaras y mostró un “cartel” -escrito en un cuaderno- que decía: “Me tienen secuestrado”.
Debido a la cantidad de testigos y la complejidad del caso, se espera que el juicio se extienda entre seis meses y un año. Las audiencias se llevarán a cabo cada miércoles en los tribunales ubicados en Retiro.
Fernando Sabag Montiel
El principal acusado de intentar asesinar a la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, con un revólver Bersa Lusber 84 calibre 32 (7.65 mm) el 1º de septiembre de 2022 es Fernando Sabag Montiel, que en ese entonces tenía 35 años. Hijo de una mujer argentina y de un hombre chileno, Sabag Montiel es un nativo de la ciudad brasileña de Sao Paulo que seguía a grupos extremos y radicalizados de odio.
En sus redes sociales, Montiel seguía varias webs que se identifican como “logias” o “órdenes masónicas”. Le ha dado like a páginas como “Comunismo satánico”, “ciencias ocultas herméticas” y “coach antisicópatas”. También hay otras que aluden a la creencia “Wicca”, una religión neopagana, a la que se le atribuye vínculos con la brujería y otras religiones antiguas.
En el video del atentado se ve a Sabag Montiel apuntando el arma a pocos centímetros de la cabeza de Cristina Kirchner; sin embargo, la bala no se disparó. El arma que usó es una pistola de la marca argentina Bersa semiautomática de acción simple, de acuerdo con la información que proveyó en aquel entonces el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
El contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, ocultando información imprescindible y estando en poder de la jueza. Su defensa, a cargo de la defensora oficial María Fernanda López Puleio, alega que no está en condiciones mentales para enfrentar un juicio penal.
Brenda Uliarte
Cuando fue indagado después de su detención, Sabag Montiel no quiso hablar de lo sucedido pero quiso dejar dicho: “Brenda no tuvo nada que ver”.
Las filmaciones de esa noche muestran que cerca de él estaba su novia, Brenda Uliarte, con una bolsa blanca en la mano, y que se escabulló de la escena con la cabeza gacha. A través de mensajes y videos recuperados por la investigación, se evidencia su participación activa en la preparación del atentado.
Uliarte fue detenida pocos días después del incidente y su defensa está en manos del abogado Alejandro Cipolla.
Uliarte, que en ese entonces tenía 23 años, trabajaba vendiendo copos de azúcar en la calle. A favor del trabajo y en contra de los planes sociales. Así se definió Ámbar, como la conocen sus íntimos, en una de las dos notas que protagonizó junto a Sabag Montiel en un móvil televisivo de Crónica TV. Además, en sus redes sociales vendía contenido para adultos, en la plataforma Onlyfans.
Junto con su novio y Carrizo conformaban un grupo de afinidad que mediáticamente era conocido como “Los Copitos”.
Nicolás Carrizo
Nicolás Carrizo, el tercer acusado, era el dueño del negocio de venta de copos, que la pareja (Sabag-Uliarte) utilizaba para hacer inteligencia en el barrio porteño de Recoleta los días previos al atentado.
Carrizo quedó comprometido por una serie de mensajes que mandó apenas un rato después del ataque a CFK a algunos conocidos: “Recién intentamos matar a Cristina”; “mi empleado le quiso disparar”; “el arma es mía”. Por sus textos todo hacía pensar que él les había dado un revólver “22 corto”, pero luego se supo que el arma era otra. Después le aclaró que al final no era suya. Hasta ahora el argumento de Carrizo en la causa siempre fue que bromeaba, que así era su sentido del humor.
Su defensa está a cargo del abogado Gastón Marano, quien argumenta que Carrizo solo tenía una relación laboral con los otros dos acusados y que no participó en la planificación del atentado.
Ubeira: “No parece que la vayan a influir las tapas de Clarín y La Nación”
Previo al comienzo del proceso judicial José Manuel Ubeira, abogado de Cristina Fernández, aseguró: “La presidenta del tribunal me parece impecable, con mucha autonomía e independencia, no parece que la vayan a influir las tapas de Clarín y La Nación”, y añadió que “los de este tribunal me parecen tres jueces insospechados.”
“El juicio es una caja de pandora, lo que está claro es que hay una división entre el atentado propiamente dicho y la conexión que le dio cobijo al atentado“, dijo el letrado en radio Futurock y apuntó contra Milman y Patricia Bullrich: “Está la cuestión de Milman y las dos mujeres que trabajaban con él, cuyos teléfonos se destruyeron en las oficinas de Patricia Bullrich“.
En esa misma línea, reflexionó: “No es que Sabag Montiel se despertó un día y dijo ‘voy a matar a la vicepresidenta'” y criticó el clima de violencia que hay en el país: “Hay una violencia que todavía vemos en la fuerza política que llevó a Milei a ser presidente y está latente, esa misma gente generó un clima que se tradujo en el atentado.”
“A Cristina Fernández y a mí no nos deja de condoler que personas jóvenes se hayan embarcado en una situación de este calibre”, agregó. Reveló, además, que anteayer pidieron una junta médica por Sabag Montiel y afirmó “es idóneo para comprender la criminalidad de los actos. Una perturbación psicológica no impide que esté en un juicio.”
Sobre las expectativas del juicio, Ubeira dijo que “la perfección del juicio sería que esto genere un trasfondo y aclarar cómo llegamos al atentado”, y apuntó que “a Carrizo le secuestraron cincuenta mil dólares en la casa, y según su modo de vida no puede haber tenido esos ingresos en un trabajo normal”.
“Hay que estar atentos, todos los días puede haber alguna novedad, en algún momento vamos a terminar conociendo quién estuvo detrás de todo esto”, dijo y aclaró que: “Van a llamar a otra persona vinculada con Revolución Federal, nos acaba de llegar cédula.