La mujer dijo que fue secuestrada y violada en un albergue por varios días. Pero cuando divulgaron su fotografía para pedir ayuda; descubrieron que había estafado a muchas personas.
La mujer dijo llamarse Carmen Beatriz Matas de 58 años, la misma denunció haber sido secuestrada y violada en un albergue por varios días en San Vicente; el caso tuvo repercusión mediática a nivel nacional. Cuando publicaron al fotografía de la mujer con el fin de buscar ayuda económica, varios la reconocieron como la mujer que estafo en reiteradas oportunidades, se identificaba con varios nombres.
“Partimos del abuso en San Vicente, que repercutió a nivel nacional. El miércoles, una gente muy buena de Dos de mayo, que integra una agrupación Donar, y publica la foto, se abrió una red de solidaridad muy grande pero también alertó a quienes reconocieron a esta mujer”, dijo la diputada Anita Minder, quien prestó su solidaridad para trasladar a la mujer, quien decía que octubre del año pasado había llegado desde Buenos Aires a Misiones para cuidar a su madre que tenía cáncer y según su relato falleció el 16 de marzo.
Cuando la mujer era trasladada a Posadas, ya que según su relato no tenía donde pasar la cuarentena, “tenía un relato que mostraba muchos huecos, advertí cosas incongruentes”, dijo la diputada Minder.
Luego con el paso de las horas “iba cerrando que estafó a mucha gente. En Jardín América ella usó otro nombre. Por eso costo reconocer”, explicó Anita.
En diciembre, la mujer ahora detenida estaba al cuidado de un hombre de 82 años quien denunció que una noche lo había sedado, tomó su tarjeta de débito y un papel donde tenía la clave del cajero y desapareció, se despertó cerca de las 4 de la mañana, avisó a la policía, al poco tiempo fue detenida y liberada.
Luego, en marzo continuó trabajando al cuidado de adultos mayores en Jardín América pero con otra identidad, se hacía llamar Isabel González. Bajo historias falsas logra ser alojada en una vivienda con dos mujeres y una adolescente en silla de rueda, a quien una tarde la golpeó y maniató, para luego huir con dinero, dos celulares, joyas, y una notebook.
Al regresar de su trabajo la propietaria de la casa, encuentra con su hija atada y a su madre drogada aún durmiendo.
Más tarde, cuando comenzó la cuarentena la mujer apareció en San Vicente, donde denunció que fue secuestrada y violada por el propietario de un albergue y su hijo.
Tras la denuncia, la mujer quedó internada de manera preventiva, en el Hospital de San Vicente. Allí conoce a una mujer de la localidad de Dos de Mayo quien le ofrece quedarse en su casa por unos días y fue quien divulgó la fotografía, que dejó al descubierto las mentiras.
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