Lo aseguró Daniela Gómez, de Concepción de la Sierra, ganadora N° 101 de este programa del IPLyC, que se encuentra en plena construcción de la casa propia y espera la llegada de su segundo hijo.
Se enteró de la noticia a través de un llamado telefónico que la dejó “sorprendida y muy contenta. Después, comenzaron a mandarme mensajes y yo les contestaba que me estoy poniendo al tanto. Miré muchas veces para estar segura que, de verdad, me gané. Mi primer pensamiento fue mi casa y mis hijitos, que son la prioridad. Me di cuenta que hay mucha gente que mira y que le gusta el programa” para el que se anotó hace dos años.
Está convencida que “todo llega en el momento justo, la casa, el embarazo, por eso estoy agradecida a Dios y a las oportunidades de la vida”, dijo emocionada, al recordar a su mamá, a la que perdió hace poco tiempo y con quien solía mirar el programa de Desafío Confort. “Para nosotras era nuestro momento, nos unía esa hora y ese momento. Eso nos motivaba y nos divertía. Ella me está guiando y encaminando, y me bendice con mis hijitos, que son el motivo por el que voy a luchar día a día”.
Sostuvo que los premios “me vienen muy bien, y me ponen feliz. No tenía pava eléctrica, que me va a facilitar la preparación de la leche para el bebé. Hace poco se arruinó la plancha, así que ya tengo reemplazo. Y procesadora, nunca tuve” pero al dinero en efectivo “lo necesito para terminar mi casa, que es fundamental, porque se está agrandando la familia y falta el cielorraso, más que nada por el frío”, aunque hay otros detalles inconclusos.
Gómez contó que desde chica “me dediqué a trabajar. Días atrás me recibí de técnica manicurista, que será mi próximo emprendimiento”. Trabajó como empleada doméstica y hace bordados en ojotas durante los meses de verano. “Se venden y me gusta hacerlas. Ser ama de casa es un don. Pero siempre es bueno hacer algo más, ayudando a mi compañero que es albañil, aportando y haciendo lo que nos gusta. No hay imposibles, y el que quiere puede. Con lo mínimo que se hace, se sale adelante”, manifestó, a lo que agregó que “me anoté para el Desafío y la ilusión estaba, pero entre tantos participantes no imaginé que me iba a tocar. Fui sorteada y estoy muy feliz”.
Entiende que, tras la perseverancia, viene la recompensa. “Llevamos mucho tiempo alquilando y hace cuatro meses estamos en la casita propia, con mucha felicidad. Hay cosas por hacer, por construir. Aquí vamos a estrenar los electrodomésticos que me gané”.
Agradeció al IPLyC SE que brinda “estas posibilidades a las personas, porque todos pueden inscribirse, no es difícil. Que no pierdan las esperanzas porque el Instituto está para ayudar y para colaborar. Estoy muy agradecida, todos los premios son de gran utilidad”.