La investigación comenzó a partir de una publicación en redes sociales en las que ofrecían atrapar fauna silvestre. “Esto no es un deporte, es una sangría”, dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y anticipó que a los turistas involucrados se les prohibirá el ingreso al país.
La Policía Federal Argentina (PFA) desbarató una banda que invitaba a extranjeros a cazar en cotos ilegales para matar animales protegidos. Esto se alcanzó luego de múltiples operativos en los que se secuestraron más de 3000 trofeos de caza, armas de fuego y municiones.
Según detallaron fuentes oficiales, la investigación surgió en enero a raíz de una publicación en redes sociales en las que ofrecían a turistas europeos y estadounidenses llevarlos a diferentes puntos del país a cazarfauna silvestre, algo que está prohibido en Argentina.
“Los adormecían para después matarlos. Esto no es un deporte, es una sangría. Hay normas establecidas, hay cotos de caza en el que se puede hacer y está reglamentado, pero ellos lo hicieron fuera de la ley y de manera salvaje”, expresó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en conferencia de prensa.
De acuerdo a lo que dijo la ministra, durante meses hubo análisis de redes sociales, escuchas de llamadas telefónicas y un megaoperativo para dar con los integrantes de la banda que fueron detenidos ayer.
“El cabecilla fue detenido, su ayudante también. También se detuvo al despachante de aduana que lo pasaba y otro integrante más de la organización criminal”, detallaron. En ese sentido, el hombre que lideraba la banda tenía una causa de 2018 por la matanza de un yaguareté.
“Esto es un hito. Es la operación más importante en la lucha contra la caza ilegal y el cuidado de las especies protegidas de América Latina. Logramos un secuestro por un valor de más de US$50 millones. Siempre pensamos en organizaciones que venden droga, pero hay otras cosas que llevan una enorme cantidad de dinero y que generan un enorme daño”, destacó Bullrich.
No solo incautaron las pieles de animales asesinados, sino que también había alrededor de 20.000 piezas de diferentes especies: “Hay mucho secuestro que no se pudo traer, como una cabeza de elefante que medía más de 2,10 metros”. De todas formas, lograron rescatar 30 animales que fueron devueltos a su hábitat natural.
Asimismo, la titular de la cartera de Seguridad aseguró que la causa tiene una lista de todas las personas que vinieron a realizar esta actividad y anticipó: “Hay mucha gente que pudo haber venido engañada, pero hay otros que sabían que estaban cometiendo un delito. Por eso, vamos a proponer a Migraciones que las personas que vinieron a destruir la fauna se les prohíba el ingreso a la Argentina”.
“Es un turismo destructor, queremos un turismo que permita a la gente venir de una manera sana”, cerró la funcionaria.
Cómo fueron los allanamientos
La Subsecretaría de Ambiente de la Nación, a cargo de Ana Lamas, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA) participó el miércoles en los 13 allanamientos simultáneos que se realizaron en diversas localidades del país. El trabajo conjunto se llevó adelante con el juzgado criminal y correccional Federal de Lomas de Zamora N° 2, bajo la dirección de Ernesto Kreplak.
En primer lugar, en la ciudad de Dolores, provincia de Buenos Aires se llevó adelante un operativo que terminó con el secuestro de 467 productos y subproductos de diversas especies de fauna silvestre.
Entre los elementos encontrados se incluyen orejas y patas de elefantes, un cuero de yaguareté, cueros, cráneos y astas de ciervos, antílopes, y gato montés, entre otros. Al mismo tiempo, se confiscaron decenas de armas y miles de municiones.
“Los clientes cazadores no cuentan con los permisos necesarios al momento de realizar la actividad cinegética que ofrece, propicia y desarrolla la organización y, además, tampoco cuentan con las autorizaciones requeridas dos de los cotos de caza situados en la provincia de Santiago del Estero, donde ofrecen y desarrollan sus servicios ilegales”, detallaron en la causa.