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Despidos en Fate: la empresa ajustará su estructura por “pérdida de competitividad exportadora”

El productor nacional de neumáticos de la familia Madanes Quintanilla anunció que deberá reorganizar su negocio por una sostenida pérdida de competitividad exportadora. El sindicato reaccionó con un paro, que se suma al hecho la semana pasada en todas las fábricas por la discusión paritaria

Fate, una de las tres fábricas que producen neumáticos en la Argentina, anunció que despedirá a 97 empleados y que, consecuentemente, ajustará su estructura, para adecuar sus operaciones al contexto del negocio. Como respuesta a esta decisión, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) frenó instantáneamente la actividad en la fábrica y convocó a una asamblea para el martes en la planta que la empresa local tiene en San Fernando. 

Esta decisión surgió, según la empresa, como consecuencia de la “sobrecarga impositiva, restricciones cambiarias para el pago de insumos del exterior, deficiente infraestructura, sobrecostos derivados de la legislación del trabajo, baja productividad laboral, ausentismo y elevada conflictividad gremial”.

De esta manera, la actividad de Fate “se encuentra expuesta a factores muy negativos que incrementan severamente el costo de su producción”, consignó la empresa en un comunicado.

A su vez, destacó que estos “sobrecostos distorsivos” no están presentes en otros países donde también se producen cubiertas. Esto hace que el costo final de los productos sea sustancialmente superior al de neumáticos fabricados en otros países, donde, incluso, existen subsidios e incentivos a la producción de este tipo de bienes. 

Esto genera una “brecha de competitividad insalvable que torna imposible continuar exportando los productos que la empresa fabrica en la Argentina a mercados en los que nuestra marca está presente desde hace décadas”, aseguró la compañía cuyo accionista controlante es la familia Madanes Quintanilla, dueña de la fabricante de aluminio Aluar.

Esta decisión se dio a conocer a días de que el Gobierno anunciara la baja de aranceles para la importación de neumáticos. De hecho, según confirmó el vocero presidencial Manuel Adorni en su cuenta de X (ex Twitter), en el caso de las cubiertas, la reducción fue del 35% al 16 por ciento.

Fate señaló que, hoy en día, la empresa debe afrontar “escandalosas asimetrías en el comercio exterior”, ya que, mientras otros países subsidian producción de neumáticos que se exportan a la Argentina, el fabricante local “carece de esquemas comparables y debe afrontar sobrecostos y pagar derechos de exportación (único caso en el mundo)”.  

Respecto al mercado interno, la empresa explicó que la Argentina es “débil en controles y mecanismos de defensa comercial normalmente aplicados en el mundo”. A su vez, develó que es por esta razón que el mercado local “resulta muy permeable al ingreso de neumáticos importados en condiciones que se enmarcan en el comercio desleal”.

Antes del conflicto gremial, las fábricas trabajaban 24×7 y producían alrededor de 1 millón de cubiertas al mes

Como consecuencia de estas dificultades -a la que se suma también una caída de la demanda interna-, y teniendo en cuenta que “no existiendo otros destinos para la producción exportable, resulta imprescindible adecuar el modelo operativo de la planta industrial al contexto”, explicó la compañía.

La situación en las otras fábricas de neumáticos

Recientemente, en una audiencia que se realizó el lunes 22 de abril entre las compañías y el sindicato que encabeza Alejandro Crespo, Pirelli aseguró que, desde hace tiempo atraviesa “un proceso de fuerte contracción de la demanda, que se traduce en un descenso marcado de los niveles de producción y en una preocupante acumulación de stocks”.

Según comunicó la compañía, estas dificultades redujeron su nivel de producción, de manera que tuvo que suspender la actividad los fines de semana. Las tres fábricas de cubiertas trabajaban las 24 horas y los siete días de la semana hasta el año pasado. A su vez, antes del estallido que ocasionó el conflicto gremial en 2022, producían alrededor de 1 millón de cubiertas mensuales. 

Por su parte, Fate y la japonesa Bridgestone también reconocieron que, actualmente, “la actividad del neumático se encuentra atravesando una situación compleja, que combina -entre otras variables-, una fuerte contracción de la demanda, un aumento sostenido de los stocks y de los costos operativos, todo ello, dentro de un marco de profunda improductividad, circunstancia que la representación empresaria viene advirtiendo desde hace años mediante diversas presentaciones”.

De hecho, Bridgestione había hecho despidos en febrero, como consecuencia de la caída de la demanda interna, a causa de un contexto económico difícil, que se sumaba, a la vez, a las “pérdidas en las exportaciones y una significativa caída en la productividad, debido a reiterados conflictos en nuestra planta de producción”.   

La noticia del recorte de plantel en Fate llega en un momento en el que el gremio que representa a los operarios que trabajan en las tres empresas que fabrican cubiertas en el país (Fate, Bridgestone y Pirelli) está aún en tratativas para cerrar su nueva paritaria. La semana pasada el Sutna, frenó -por 24 horas- las máquinas de las tres fábricas, en repudio al recorte de actividad que, por el contexto económico, llevó adelante el grupo italiano.  

Fue a partir del turno tarde del martes y se prolongó hasta el final del mismo turno del miércoles, prácticamente, a horas de volver a interrumpir actividad por el paro general de 24 horas que hizo la CGT el jueves contra el gobierno de Javier Milei, al que se adhirió el Sutna. 

El conflicto gremial de la industria del neumático 

Las tensiones entre el sindicato y las empresas fabricantes de neumáticos tienen larga data. En 2022, en el marco de la negociación por paritarias, el Sutna protagonizó un extenso conflicto que mantuvo en vilo a la industria por más de cinco meses.

Los sucesivos paros bloqueos en las plantas que afectaron, no sólo la producción de neumáticos, sino que también dificultó el normal funcionamiento de la industria automotriz. En septiembre de ese año, Ford y Toyota debieron suspender la actividad en sus plantas como consecuencia de la falta de cubiertas. 

El conflicto terminó en octubre, tras el acuerdo paritario que garantizaba salarios por encima de la inflación para el periodo entre julio de 2023 y febrero de 2024. Pero las tensiones con el Sutna siguieron y hubo distintos paros durante el año pasado por diversos motivos.

La paritaria, en el centro de la tormenta

De cara a las negociaciones para el periodo marzo 2024-febrero 2025, el gremio que encabeza Alejandro Crespo y las empresas ya participaron de seis audiencias en el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, aún no hay un acuerdo a la vista.

A diferencia de otros sectores, en este caso, no hay negociación por cámara, sino propuestas de cada empresa, ya que cada una tiene su propio convenio colectivo. En esta ocasión, Pirelli presentó la primera oferta: se trata de un aumento del 7% para abril, remunerativo y acumulativo respecto de los básicos y adicionales al 31 de marzo. Propuso, también seguir analizando el “escenario general” en los meses siguientes.

Tanto Bridgestone como Fate adhirieron a la oferta salarial de Pirelli y manifestaron que, si el Sutna la aceptaba, ambas fijarían sus posiciones en 48 horas.

Crespo respondió ante esta propuesta que “si la intención de las patronales es usar este tipo de maniobra para ver la posición de los trabajadores ante una propuesta que tuviera esas características, adelantamos que el 7% mencionado es manifiestamente insuficiente, en tanto resulta inferior a toda proyección inflacionaria, incluso a la oficial actualmente publicada en el REM, y, en consecuencia, lejos está de ajustarse a las necesidades de los trabajadores”. 

Fuente-ElCronista