La familia de la joven hizo la denuncia luego de encontrar chats subidos de tono en Facebook.
Una vez más, un caso de abuso sexual salpica a la Iglesia, ahora, en la ciudad catamarqueña de Belén. Se trata del párroco de Nuestra Señora de Belén, Juan de Dios Gutiérrez, quien habría violado a una chica de 16 años, que concurría al grupo de jóvenes de la parroquia Nuestra Señora. La fiscalía local emitió una orden de arresto y el párroco terminó apresado.
La víctima, era parte de Jóvenes Unidos por el Amor a Cristo, dirigido por el acusado. Al tiempo, su mamá comenzó a notarla diferente: “Ella empezó a concurrir hacia diciembre de 2014, en marzo empecé a verla sin ganas de comer, con vómitos, tenía síntomas de bulimia.
Según el relato de la joven, el abuso se produjo el Día del Estudiante. “Ella se escapó de casa a las dos de la mañana y él llegó a mi casa disfrazado con un casco y una campera que nunca usaba. La volvió a traer a las siete de la mañana. Antes había habido besos, le tocaba la espalda, los pechos, todo en el despacho de la parroquia. Ese día era clave para llevarla a otro lado”, detalló Alejandra.
La semana pasada, su hija sufrió una fuerte crisis en el colegio y fue trasladada a un hospital, luego a un sanatorio privado. Cuando su madre fue a buscar ropa, encontró en la computadora su cuenta de Facebook abierta, en donde figuraban una serie de chats privados con sacerdote. “Empecé a leer. Ya no me quedaban dudas. Encontré cartas, fotos, tarjetas escondidas en la mesa de luz. En las conversaciones, él le relataba todo lo que le había hecho”, señaló la mujer.
“Él le hizo todo un manejo psicológico, la puso en contra del padre primero, después de las hermanas, y seguía conmigo. En una de las conversaciones decía ‘ahora es momento de taladrarle la cabeza a tu madre’, a mí, para hacer un proyecto en la escuela”, agregó la mamá.
Ayer por la tarde, la familia de la menor concurrió ante el Juzgado de Primera Instancia de Belén para presentar la denuncia, con pruebas claras: “Sinceramente la he acariciado entera mi niña”, decía uno de los chats. “Allí me retení un momento bajé unas dos o tres veces y después las manitos se entretenieron con su toto” (sic), “No sé si aun tiene ganas de tocarlo al amigo”.
Luego de tomarle declaración a la víctima y de recolectar pruebas, el fiscal Jorge Flores concluyó que se trata “de un hecho de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser ministro de un culto, que estaría concursado con el delito de corrupción de menores, también agravado por ser el encargado de la educación de la víctima”.