Leonardo Bertulazzi, de 72 años, ocupaba un alto rango dentro de la organización y estuvo vinculado a la logística del conmocionante secuestro y asesinato del exprimer ministro italiano Aldo Moro, en 1978.
Un exintegrante del grupo extremista italiano Brigadas Rojas, quien estaba en la Argentina con carácter de refugiado, fue arrestado en la ciudad de Buenos Aires tras la decisión política de anular esa resolución de la Comisión Nacional de Refugiados. Se trata del italiano Leonardo Bertulazzi, que era uno prófugos más buscados en su momento por la justicia europea.
Exmiembro de Brigadas Rojas, Bertulazzi, de 72 años, es considerado como “responsable de crímenes que atentaron contra los valores democráticos y la vida de múltiples víctimas en Italia”, entre ellas el exprimer ministro italiano Aldo Moro, en 1978. Bertulazzi ocupaba un alto rango dentro de la organización y estuvo vinculado a la logística del secuestro y asesinato de Moro, un hecho que conmocionó no solo a Italia sino al mundo entero. El cuerpo fue encontrado en el baúl de un auto, con 11 disparos y sin signos de haber sido torturado.
Cuando la captura se concretó en su domicilio, en la Ciudad de Buenos Aires, Bertulazzi llevaba el pasaporte de su hermano, de nombre Alberto. La detención fue producto de un trabajo de inteligencia llevado adelante por Interpol, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a través la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, el Ministerio de Justicia y la Vicejefatura de Gabinete del Interior, que se encargó de retirarle a Bertulazzi su reconocimiento como refugiado político.
Los comunicados argentino e italiano
Bertulazzi, quien se encontraba en la Argentina bajo una resolución de refugio otorgada por la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE), fue localizado y detenido luego de que dicha medida fuera levantada por las autoridades del Gobierno de Javier Milei. El detenido ya había sido capturado aquí en 2002, pero se encontraba beneficiado por una resolución de refugio que impidió su extradición en aquella ocasión.
Sin embargo, ahora no podrá ser extraditado a Italia, dado que ya fue juzgado en un juicio por ausencia. De todas formas, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su “profundo agradecimiento” a las autoridades argentinas y destacó que el arresto ha sido posible gracias a una “intensa y fructífera” colaboración entre los dos países, así como con la agencia Interpol.
“Esta detención refleja el compromiso de Argentina con los valores de la democracia y el Estado de Derecho, y expone ante el mundo la firme decisión de no convivir con asesinos impunes. Asimismo, subraya la necesidad de evitar que instituciones diseñadas para proteger a personas en situaciones de vulnerabilidad sean aprovechadas indebidamente por criminales”, comunicó el Gobierno nacional.
Por su parte, Patricia Bullrich comentó la noticia en su cuenta de la red social X (antes Twitter) y destacó el trabajo de la policía federal. “Se le terminaron los años de impunidad a este peligroso delincuente. En esta Argentina liderada por el presidente Javier Milei, el que las hace, las paga”, sentenció.