Ramona Navarro fue trasladada a Entre Ríos, donde deberá declarar por el secuestro y desaparición de la niña ocurrido en 2004. La mujer intentaba cruzar a Encarnación.
En la jornada de ayer, efectivos de la Policía de Entre Ríos llegaron a hasta Posadas para realizar el traslado de Ramona Navarro, sobre quien pesaba un pedido de captura registrado en 2007, por el caso que investiga el secuestro y desaparición de Fernanda Aguirre (13) en el 2004.
Las fuentes consultadas señalaron que la mujer habría intentado cruzar a Paraguay este fin de semana y al momento de ser identificada habría sido retenida en la cabecera del puente Posadas- Encarnación, cuando los agentes detectaron la solicitud judicial.
La implicada fue trasladada ayer hasta Paraná, donde deberá prestar declaración indagatoria ante el Juzgado de Transición Uno, a cargo de María Gabriela Garbarino.
Once años sin Fernanda
El 25 de julio de 2004 fue el último día que familiares de Fernanda Aguirre -de 13 años- la vieron. La menor salió del puesto de flores que tenía su familia frente al cementerio de la localidad entrerriana de San Benito, con dirección a la casa de una vecina a pocas cuadras, para llevarle un pedido de tres claveles, pero nunca regresó.
Transcurridas algunas horas, los padres habían recibido una llamada que les indicaba que la menor estaba secuestrada y pedían un rescate de dos mil pesos. Esa misma noche el padre pagó el rescate, lo dejó envuelto en una remera sobre un puente del pueblo. Horas más tarde, otra llamada les advertía que la adolescente había sido liberada, pero ella nunca regresó a su domicilio.
A partir de ese momento sus familiares comenzaron una lucha que llevó a su madre, María Inés Cabrol, a recorrer el país tras diferentes pistas detrás de su hija, con la firme sospecha de que la joven había sido víctima de una red de trata de personas.
María Inés falleció el 11 de mayo de 2010, a los 45 años, sin tener la certeza de lo que pudo haber ocurrido con su hija. Desde entonces la abuela, María Dora Alterbach continúa la lucha y no pierde las esperanzas. “Por supuesto que pienso que está viva”, reconocía ante los medios entrerrianos en el último aniversario de la desaparición de la adolescente.
Secuestro y juicio
En 2004, a cinco días del secuestro, los policías entrerrianos habían logrado la detención de Miguel Ángel Lencina, principal sospechoso, quien en ese entonces gozaba de una salida transitoria por una condena a 20 años de prisión por un doble homicidio, que cumplía en Concepción del Uruguay.
Pero días más tarde apareció muerto en su celda; la Justicia había determinado que se había suicidado, colgándose del techo con una frazada al cuello.
También había sido detenida la pareja de Lencina, Mirta Chávez, quien en un juicio en 2007, aseguraba no saber lo que su esposo había hecho con la joven. Igual fue condenada a 17 años de prisión.
Varias jóvenes que fueron rescatadas de varios prostíbulos en diferentes partes del país señalaban haber visto a Fernanda y la madre hasta sus últimos días siguió tras esas pistas.
Los familiares de la joven no pierden las esperanzas de hallarla con vida. La detenida en Posadas, en su indagatoria podría brindar nuevas claves en la investigación.
Fuente: Elterritorio