Surcos, una de las principales proveedoras de insumos del país, se sumó a Los Grobo y SanCor. Los motivos que desencadenaron esta situación
El sector agroindustrial argentino atraviesa un momento de gran incertidumbre luego de que, en una misma jornada, tres compañías de peso solicitaran la apertura de concurso preventivo de acreedores. Se trata de Los Grobo Agropecuaria, la cooperativa láctea SanCor y Surcos, una de las principales proveedoras de insumos del país. En conjunto, estas empresas acumulan deudas que rondan los u$s530 millones, reflejando la compleja situación financiera que afecta al agro.
El detonante de esta crisis responde a múltiples factores, entre ellos, la fuerte caída en las ventas de insumos, la iliquidez del mercado financiero, la sequía que golpeó la producción en los últimos años y un contexto económico nacional marcado por la inflación y la falta de acceso a créditos.
Surcos: una deuda millonaria y cuentas embargadas
La firma Surcos S.A., especializada en insumos agrícolas, arrastraba problemas financieros desde diciembre pasado, cuando incumplió el pago de un pagaré por u$s500.000, lo que derivó en embargos y restricciones para operar. Según trascendió, actualmente adeuda u$s73 millones.
En una comunicación a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la empresa confirmó su presentación en concurso preventivo, argumentando que esta medida le permitirá reestructurar su deuda y garantizar la continuidad de sus operaciones. Además, resaltó que esta decisión representa una oportunidad para atraer inversiones y fortalecer su estructura financiera a largo plazo.
En los últimos meses, la compañía enfrentó un embargo sobre sus cuentas bancarias por parte de un acreedor financiero, lo que paralizó sus actividades al quedar sin acceso a sus fondos y líneas de crédito. Esta situación afectó su capacidad de pago, así como su operatividad en el comercio de insumos, exportaciones e importaciones.
Los Grobo y Agrofina: impacto en la cadena de insumos
Por su parte, Los Grobo Agropecuaria y su división de protección de cultivos, Agrofina, también se acogieron al concurso preventivo, asegurando que continuarán operativas mientras buscan una solución financiera. Desde la compañía explicaron que la crisis se debe a la caída en las ventas, la falta de liquidez en el mercado de pagarés y la reducción de márgenes de rentabilidad debido a la baja de precios en el sector.
El Grupo Los Grobo es controlado en un 90% por Victoria Capital Partners (VCP), mientras que su fundador, Gustavo Grobocopatel, y su hermana Matilde conservan el 10% restante.
“Esta medida busca garantizar la continuidad de nuestras operaciones, preservar los activos y mantener las fuentes de trabajo. Seguiremos operando y trabajando en una solución integral para ordenar la situación financiera”, señalaron desde la empresa.
SanCor: crónica de una crisis prolongada y sin solución
La histórica cooperativa láctea SanCor lleva años intentando superar una crisis estructural que la obligó a reducir su tamaño drásticamente. De operar con 12 plantas, actualmente solo mantiene seis, y su producción cayó de 4 millones de litros diarios a 180.000 litros. Además, en los últimos meses despidió a 500 empleados.
A pesar de haber vendido activos y marcas, la cooperativa no logró encaminarse hacia una recuperación financiera sostenible. Ahora, con la presentación a concurso preventivo, la empresa espera encontrar una solución definitiva que le permita acceder a herramientas de financiamiento y garantizar su estabilidad operativa.
“Aunque los resultados de esta medida no pueden preverse con certeza, confiamos en que se logrará un entendimiento con los acreedores que permita consolidar a SanCor en el mercado”, indicó la firma.
Caída de precios y costos altos: la crisis del sector agroindustrial
La suma de estos casos expone las dificultades que atraviesa el sector agroindustrial en Argentina, un pilar fundamental de la economía nacional. Con restricciones en el acceso al crédito, caída en los precios de los productos agrícolas y una estructura de costos cada vez más desafiante, muchas empresas enfrentan problemas de liquidez que las llevan a situaciones de insolvencia.
La convocatoria de acreedores se presenta como una última instancia para evitar la quiebra y renegociar compromisos financieros, pero también genera incertidumbre en la cadena de valor, afectando a proveedores, clientes y empleados. Mientras el sector agropecuario busca alternativas para estabilizarse, el impacto de estos procesos podría marcar un punto de inflexión en la economía del país.
Fuente: IProfesional