El economista apuntó contra los anuncios de Luis Caputo. “Uno de los errores más importantes que se pueden cometer en economía es que haya una distancia muy grande entre las expectativas generadas al comienzo y la realidad obtenida una vez que se aplican las medidas”, declaró.
El ex socio de Javier Milei y economista, Diego Giacomini, remarcó que el gobierno del presidente electo es parte de la casta política, y comentó que con las recientes medidas anunciadas están haciendo “más de lo mismo”. “Por más que lo presenten con el envase del ‘ajuste’ y el ‘esfuerzo’, sigue siendo lo mismo”, aseguró en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Diego Giacomini es economista y Director de la consultora E2 (economía y ética). Fue socio de Javier Milei durante 15 años. Entre 2005 y 2019 escribieron juntos 4 libros, el último en el año 2019 titulado “Libertad, Libertad, Libertad”. Fue quien acercó al nuevo presidente a las ideas libertarias de la Escuela Austriaca.
Leí con atención el informe que publicaste ayer, con un detalle de las críticas al plan económico anunciado por Luis Caputo. Me gustaría que compartieras una síntesis de tu análisis sobre las medidas.
Uno de los errores más importantes que se pueden cometer en economía es que haya una distancia muy grande entre las expectativas generadas al comienzo y la realidad obtenida una vez que se aplican las medidas. Javier Milei siempre prometió que el plan de ajuste lo iba a pagar la casta, no la gente. Cuando miramos las medidas con los números oficiales del Ministerio de Economía encabezado por Luis Caputo, uno se encuentra que el 67% del ajuste lo está pagando la gente, no la casta. Siendo generoso, solamente un 37% tendría chances de no ser pagado por la gente. El ajuste presentado por Caputo es un ajuste del 5,2% del PBI. Uno, mirando el número, la aritmética, es el ajuste pretendido en un año más grande de la historia.
Este ajuste viene primero y aporta cuatro impuestazos, es decir que de esos 5,2%, 2,2% viene por cuatro impuestazos: el impuesto PAÍS, de 0.8%; las retenciones para todo el mundo, la reversión del impuesto a las Ganancias de cuarta categoría, de los trabajadores en relación de dependencia; y un 0,5 de bienes personales, moratoria y blanqueo. Es decir que va a haber más fiscalización y piensan recaudar más bienes personales por la devaluación, bajo mayor fiscalización, moratoria y blanqueo. Esos 4 impuestazos son 0.8%, 0.5%, 0.4% y 0.5% del PBI, que suman 2.2%. Después, hay un 1.15% del PBI que son aumentos de tarifas, que lo llaman baja de subsidios, de alrededor del 300% y 400%, de la luz, del gas, de los tickets en el AMBA de transporte público, y después licuación de jubilaciones. Si uno suma todo esto, encontramos que del 5.2% que se busca ajustar, 3.3% está sobre la gente, con los 4 impuestazos, más licuación de jubilaciones, más aumento de tarifas.
Queda solamente 1,9% que tiene chance de no ser pagado por la gente, las transferencias a provincias, los gastos de obra pública, sacar a los intermediarios de los programas sociales y gastos de funcionamiento. Vemos claramente que tenemos 63% del gasto, que son 3,3% del PBI, sobre el hombro de la gente, versus el 37% del ajuste, que son 1.9%, que tienen chances de no ser sobre el hombre de la gente. El problema es que Javier dijo que iba a ser exactamente al revés.
Sí, pero eso era imposible. Cualquier persona sensata que conociera mínimamente de economía comprendía que eso era una mentira…
Acuñé recientemente una frase: “La gente que vive en la vereda de los números pares piensa que el ajuste cae en la vereda de los números impares y viceversa”.
Nosotros acuñamos una frase que nació de una entrevista: “El ajuste es el otro”.
Exacto, el punto es que el ajuste terminamos siendo todos, pero el problema es que prometieron que no íbamos a ser el ajuste y mucha gente lo creyó. A esto hay que agregarle la retórica con lo que se hace el ajuste. Hoy mismo, el ministro Caputo le asigna la culpa a los gobernadores de la reversión de la baja de Ganancias de cuarta categoría para los trabajadores en relación de dependencia
Otra de las frases que podemos acuñar es que “la culpa es siempre del otro”.
Sí, le echa la culpa a los gobernadores porque, basándose en el esquema tributario argentino, si en Ganancias redondeás el número, queda 57% para Provincia y 43% para Nación. Entonces, cada 100 pesos de ganancia, 57 va para todas las provincias y 43 se lo queda el gobierno nacional. Están subiendo el impuesto PAÍS y las retenciones que no se coparticipan, están metiendo dos impuestazos terribles de 1.35 del PBI que se lo quedan todo ellos. Termina habiendo una pelea de la verdadera y descarnada casta política que impacta contra nosotros, de la cual el gobierno de Javier Milei sigue siendo parte. Al fin y al cabo están discutiendo Caputo, Milei y los gobernadores sobre cuánto más le cobran a la gente y cómo lo reparten. Estamos viendo como nada cambió, sigue siendo todo más de lo mismo. Por más que lo presenten con el envase del “ajuste” y el “esfuerzo”, sigue siendo lo mismo. El “ajuste” lo escuche un millón de veces y nunca tuvo buen resultado en Argentina.
Fernando Meaños: Las primeras medidas del Banco Central estuvieron centradas en no subir la tasa de interés, mantener la tasa de referencia y anunciar los primeros movimientos en lo monetario, incluyendo un pedido de un waiver con el FMI y la resolución de las importaciones pendientes. ¿Qué análisis tenés de los primeros movimientos del Banco Central?
La respuesta del campo económico hay que enmarcarla debajo del campo ético. Acá tenemos una consultora cuyos socios son Caputo y Bausili, que es una consultora que no se dedica a la macroeconomía, se dedican a las finanzas, son especialistas en ganar plata comprando y vendiendo papelitos: bonos y acciones. Están poniendo su política macroeconómica total en el Ministerio de Economía y la monetaria en el Banco Central en manos de dos socios de una consultora económica. Yo siempre criticaba la intención de Melconian de ir al Ministerio de Economía y de Santangelo de ir al BCRA con el PRO. Ahora tenemos que el gobierno de La Libertad Avanza de Javier Milei ha cumplido el sueño del PRO: puso otra consultora a manejar la política económica argentina, pero si se me pregunta, Melconian y Santangelo, aun pensando que no saben lo suficiente, son mucho más que Caputo y Bausili. Claramente desembarcan con todo un perfil que se dedica a la promesa de colocar deuda, endeudar al país y, por otro lado, hacer negocios que le sientan simpáticos al sector financiero y a la banca, que va a pagar el sector de la economía real. El Banco Central, al igual que Caputo, desperdició una gran oportunidad: dejar de hacer más de lo mismo y empezar a hacer cosas novedosas.
En el Ministerio de Economía, Caputo hizo el ajuste de siempre pero mucho más grande, y Bausili no bajó la tasa. En el último mes, los bancos habían cambiado su composición de colocación de plata. Hay dos instrumentos: los bancos ponen plata en un día en pases o ponen su plata a 28 días en Leliqs. El Banco Central bajó la tasa de los pases de tasa efectiva anual de 251 y a 171, y dejó la tasa de las Leliqs en 255, bajó la tasa para que no coloquen la plata a un día y dejó la tasa más alta de todas quieta para que vuelvan a colocar la plata a 28 días, para que dejen de poner pases y coloquen leliqs de vuelta a la tasa de siempre, que es la más alta de todas. Lo grave es que esta tasa marca el ritmo de la emisión monetaria. Si miramos los pasivos monetarios totales del Banco Central, que es la base monetaria más Leliqs y pases, por ejemplo, de cada 10 pesos, 7 están en el Leliqs y pases y 3 en base monetaria. Lo más importante es cuánto emite de Leliqs y pases. La tasa que no cambió ni bajó marca el ritmo de la emisión. Eso muestra otra mentira: el economista Javier Milei siempre dijo que se iba a dejar de emitir, y yo explico que el ritmo de emisión lo marca la tasa de interés del 255% que el Banco Central no tocó. Bausili tuvo la oportunidad de desplomar ambas tasas de interés muy fuertemente para bajar el ritmo de emisión y no lo hizo, la dejó en 255%.
FM: Entonces, en tu opinión, esa baja de tasas debió haberse producido ahora mismo, en el comienzo del plan.
Los que ponen la plata en esa tasa de interés son los bancos, entonces le está cuidando el negocio a los bancos. Obviamente, pueden decir que esa tasa de interés es negativa en términos reales porque es más baja que la inflación anual, que está arriba de 400%, pero la realidad es que le está amortiguando las pérdidas y está protegiendo a los bancos, porque si él bajara la tasa tendría que bajar la tasa de lo plazos fijos, y si eso pasase, la gente los cambiaría probablemente por el dólar. Si eso pasara, los bancos se quedarían sin los depósitos que le prestan al Estado. Ahí ves la asociación inmoral en complicidad solidaria entre la banca y el Estado que Bausili no está dejando que se quiebre, que es lo que debería suceder. Hay que esperar y ver cómo reacciona el mercado, porque con la suba de la inflación puede acontecer que los depósitos empiecen a ir igual y hay que ver si Bausili no sube la tasa dentro de algunas semanas. Si lo hiciera para evitar que se vayan los depósitos, estaría haciendo mas de lo mismo, igual que Massa. Subir la tasa es más emisión y no termina de ser parche tras parche, meten macroeconómicamente más problemas a la política económica.
Recuerdo cuando te entrevisté por primera vez, que vos contaste que lo que te separó de tu amigo de 15 años (Javier Milei) era que vos creías que era un riesgo que él aspirara a gobernar, porque hay distintas formas de aspirar con el discurso público. Un economista puede colaborar a través de la difusión de sus ideas, pero otra cosa es pasar a gobernar, porque para eso harían falta habilidades que no todo el mundo tiene, y vos creías que Milei no las tenía, y podría ser un riesgo para el país. Hoy se corrobora que él no tiene los equipos ni las habilidades para gobernar, y termina tercerizando la conducción económica de una consultora, como lo hizo Menem al comienzo…
Exactamente, es un paralelo totalmente válido. Cuando se terceriza la conducción económica y comprás, en este caso, la consultora de Caputo-Bausili, emergen dos preguntas relevantes que el periodismo debe poner sobre la mesa y presentar la respuesta: qué les prometió la consultora para que el burócrata los contrate y los designe en la conducción económica y qué le pide a cambio.
En el caso de Menem, él eligió a la empresa que en aquel momento era la más exitosa de la Argentina, diciendo que si saben hacer plata en lo privado, deben hacer lo mismo en el Estado. Menem fue a buscar a los que tenían éxito en lo privado para hacer lo mismo en lo público. Luego se comprobó que son mundos muy distintos. Caputo tiene 500 millones de dólares de patrimonio personal, es una persona recontra hecha, muy exitoso en el mundo de las finanzas. Medio en broma, desde el punto de vista económico, Caputo es lo que Milei quisiera ser.
Exacto. La segunda pregunta es más interesante, esa hipótesis que yo la entiendo, pero la segunda pregunta es qué obtiene a cambio el que desembarca en la función pública.
Me pongo bueno: podría hasta creerle lo que dice de que como está hecho totalmente, lo que quiere ahora es reconocimiento público, histórico, lo que no quiere decir que tenga las capacidades. Por más que su deseo sea bueno puede tener las ideas equivocadas. La economía no es solo finanzas.
Las personas en la política que tienen mucho poder, siempre quieren tener más poder, y las personas que en el ámbito económico tienen mucho dinero, siempre quieren tener más.