Misiones Para Todos

Dijo “ahí vengo, ma” y todo fue misterio: ¿quién mató a Susana Cáceres?

A casi cuatro meses del femicidio, no hay detenidos y la investigación no tiene avances. El ruego de la familia: “Queremos seguir confiando en la Justicia”.

Corría noviembre del año pasado y la cara de Susana Cáceres (42) se replicaba con velocidad en medios de comunicación y redes sociales. “Ahí vengo, ma”, dijo al salir de su casa en Villa Trujui, partido de Moreno. Aquel martes 8, dejó a Mía, su hija menor (un año y medio), con la abuela para salir a vender unos electrodomésticos. Diez días después, su cuerpo apareció a la vera del río Reconquista. Había sido violada y asesinada.

Casi cuatro meses después, la causa no tiene detenidos ni avances. Mientras una nube de impunidad asoma en el horizonte, hay una certeza: el asesino está libre. “Queremos seguir confiando en la Justicia, pero la verdad es que no hay nada nuevo. Estamos disconformes con el trabajo de la fiscal. Necesitamos que la investigación se mueva”, dice Adriana Cáceres, prima de la víctima, en charla con TN.

“Nunca nos llamaron de la fiscalía. La última vez que fuimos fue en diciembre, cuando nos mostraron unos videos que parecían contundentes: se la veía a Susana caminando con un hombre. Era simplemente cuestión de identificarlo y pensábamos que no iba a ser difícil, pero no pasó nada”, lamenta.

Los sospechosos fueron liberados y no hay indicios sobre el asesino

Por el femicidio hubo inicialmente dos sospechosos. Cuando el paradero de Cáceres (mamá también de Lucas, 21 años; Sofía, 18; y Bella, 14) todavía era un misterio, fue detenido su novio, Alberto Peralta. Desde el entorno de la víctima venían apuntado contra él. “Siempre me vivía diciendo que era muy celoso”, dijo entonces Daiana, amiga de Susana. El hombre había estado preso y en un allanamiento se le encontró un arma con la numeración limada.

“Dedujo que al primero que iban a buscar era él y quiso descartarla”, acota hoy su prima. Y sigue: “Además, se descubrió que había borrado conversaciones que tuvo con Susana”.

Susana tenía 42 años y cuatro hijos. (Foto: Facebook / Susana Cáceres)
Susana tenía 42 años y cuatro hijos. (Foto: Facebook / Susana Cáceres)

Peralta fue liberado el 15 de febrero por falta de pruebas: no había huellas ni material genético que lo vincularan con el femicidio. “Me lo crucé hace algunas semanas. Yo estaba en la parada de colectivo, se me quedó mirando sin decirme nada y al principio pensé que era alguien que me quería robar, pero luego lo reconocí: estaba con su moto azul y negra”, comenta Adriana Cáceres.

El 21 de noviembre, tres días después de la aparición del cuerpo, Ramón Rosa Lescano fue detenido luego de que divisaran su camioneta Duster en las cercanías del lugar del hallazgo, señalado por los detectives como una escena secundaria del femicidio: se cree que a Cáceres la asesinaron en otro lugar y luego descartaron su cuerpo en las cercanías del río Reconquista.

De la investigación surgió que Lescano tenía varias denuncias en su contra: abuso sexual, violencia de género, portación de arma de guerra y encubrimiento. Durante el allanamiento a su casa secuestraron cuchillos y ropa. Sin embargo, también fue liberado por falta de elementos que lo relacionaran directamente con el hecho.

Las dudas de la familia de Susana Cáceres: “¿Cómo puede ser que no haya ninguna pista?”

Tras la liberación de los sospechosos, el caso no tuvo más novedades de relevancia. “A Susana la mataron, luego descartaron su cuerpo y todo pasó en el mismo barrio. ¿Cómo puede ser que no haya ninguna pista de quién es el responsable?”, cuestiona.

Tampoco está claro el móvil del femicidio. “Nos enteramos que el papá de Mía tenía alguna deuda con los transas del barrio, y si bien ella también tenía problemas de consumo, la única deuda que supimos que tenía era con el servicio de luz. Ella salió a vender electrodomésticos para pagar la factura de luz”, subraya.

Y sigue: “Pude reconocer el cuerpo porque ella llevaba los cordones de las zapatillas atados a los tobillos. Es el día de hoy que no puedo entender la saña con la que la mataron”. La autopsia reveló que Cáceres fue abusada sexualmente, sufrió múltiples lesiones punzocortantes en la región toráxica de hasta 20 centímetros de largo y severos traumatismos en el cráneo.

El cuerpo de la víctima tenía lesiones propias de haber sufrido un abuso sexual. (Foto: Télam / Pepe Mateos)
El cuerpo de la víctima tenía lesiones propias de haber sufrido un abuso sexual. (Foto: Télam / Pepe Mateos)

La querella es impulsada por un abogado de la Municipalidad de Moreno, aunque la familia de la víctima evalúa un cambio de timón. “Cuando pasó lo que pasó, no sabíamos para dónde disparar, cómo reaccionar, a quién escuchar. Dejamos que él tomara la causa y ocurrió lo que nos habían advertido: la investigación está planchada”, cuestiona Adriana.

Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de General Rodríguez-Moreno, es la fiscal a cargo de la causa, que fue caratulada como “homicidio triplemente agravado por criminis causa, por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y por ensañamiento, abuso sexual con acceso carnal y robo agravado”.

Por Mariano López Blasco-TN