Urgido por la falta de dólares Caputo tuvo que retroceder y bajar las retenciones. El riesgo de languidecer en jugadas defensivas.
La cara de Toto Caputo lo decía todo. Muy lejos del tono desafiante que utiliza en X, el ministro de Economía apareció apocado atrás del vocero Adorni, siempre listo para los entusiasmos fáciles. ¿Pero cómo, Caputo no estaba exultante con la baja de las retenciones, se supone parte del corazón de la propuesta libertaria?
El problema es que apenas 48 horas antes en un largo texto había explicado a los gobernadores aliados Llaryora, Pullaro y Frigerio porque NO se podía tomar esa medida. ¿Qué pasó en el medio? La fuga de dólares se aceleró y las reservas amenazaban con perforar el piso psicológico de los 30 mil millones.
Pero la situación es más grave: las reservas reales están 10 mil millones negativas, en el mismo nivel que las dejó Massa y cayendo. El Banco Central encadenó tres jornadas consecutivas sin poder sumar un dólar y en emergencia Caputo tuvo que suspender su viaje a Davos junto al Presidente para seguir dando la batalla cultural, para regresar al país. Dólar mata batalla cultural.
La medida anunciada de la baja de retenciones por seis meses es casi idéntica a la que anunció Massa en su momento. “Pero nosotros le dimos precio pleno a los productores”, chicaneaba exultante un integrante del ex equipo económico.
En el campo lo tomaron con displicencia, agrandados porque luego de una larga sucesión de ninguneos, los feroces libertarios agacharon la cabeza. “Mejorando”, dijo uno de los dirigentes del campo, desde las alturas del silobolsa. Es que al agravio de mandar al inexistente secretario de Medios, Eduardo Serenellini a recibir al presidente de La Rural, Nicolás Pino; se sumó el maltrato de Santiago Caputo a la cúpula ruralista en un encuentro reservado que tuvieron la semana pasada.
Pero atrás de este giro se puede observar un fenómeno que los libertarios más sagaces empiezan a percibir: el riesgo de languidecer. Los poco novedosos insultos de Milei a homosexuales, mujeres, ecologistas y zurdos, no logran ocultar lo evidente: la gestión libertaria perdió ímpetu.
Hasta esta decisión forzada por la falta de dólares no se veía nada demasiado novedoso, salvo aferrarse al dólar barato. Y esta baja de retenciones oportunista es exactamente eso. “Sacrificaron superávit por dólares”, sintetizó un economista.
No es nuevo. Antes que Milei lo hizo Cristina, antes Menem y así. El dólar fijo y barato es bueno para los años electorales, si sos gobierno.
Lo que sí es nuevo es el equilibrio fiscal, que en Milei tiene acaso un mérito extra: en su caso se alcanzó por baja real del gasto público y no gracias a super precios de la soja como le tocaron a Néstor Kirchner.
Pero todas las decisiones importantes de fondo entraron en letargo porque la prioridad del Gobierno es ganar las próximas elecciones legislativas. Reforma laboral, reforma jubilatoria, ajuste del tipo de cambio, liberación del cepo, unificación cambiaria.
Hielo para todo hasta que la realidad vuelva impostergable una decisión, como pasó este jueves con las retenciones y puede pasar de acá a abril con el tipo de cambio, por la presión del FMI.
“Milei no perdió la convicción de hacer cambios profundos, pero ahora el objetivo prioritario es ganar las elecciones y sumar legisladores”, explica un dirigente muy cercano al Presidente.
Por eso, el nuevo entretenimiento para la tribuna se llama batalla cultural, hasta que se puedan tomar las decisiones fuertes que se están postergando. “El riesgo es que de acá a octubre, que queda muy lejos, se note que están pisando la pelota y crezca la sensación de un gobierno que languidece”, evaluó un gobernador aliado.
Por Ignacio Fidanza-LPO