Las tensiones provinciales muchas veces exceden a los referentes de la coalición opositora. Y aunque en muchos casos interceden para resolver las diferencias, en otras oportunidades no pueden solucionar los conflictos.
Juntos por el Cambio termina una semana marcada por la tensión interna y los logros de unidad en distintas provincias estratégicas para el año electoral. A la espera de la resolución del conflicto en Mendoza, la unidad pactada en Tucumán dio un respiro, que duró poco tiempo porque Salta quedó al borde del quiebre.
A esto se suma el escenario en Tierra del Fuego. En esta provincia, a pesar de haberse inscripto unidos bajo la firma de Juntos por el Cambio, Pablo Blanco (UCR) y Héctor Stefani (PRO) mantienen sus diferencias y podrían ir por separado. En palabras del hombre del PRO, hubo “una serie de hechos que fueron pasando a lo largo de estos días y que tornaron cada vez más difícil el consenso”.
Río Negro, el primer conflicto
Río Negro fue el primer caso de este año donde JxC se vio fragmentado. Un sector de la UCR se sumó a la coalición oficialista en la provincia, Juntos Somos Río Negro. En este espacio también está el kirchnerismo.
Igualmente, el PRO y otro sector del radicalismo se mantuvieron unidos y formaron la alianza Cambia Río Negro, que irá con el diputado nacional Aníbal Tortoriello (PRO) para gobernador, acompañado de Juan Pablo Álvarez Guerrero como vice.
Sin embargo, la decisión de la conducción del radicalismo en la provincia no pudo evitar el conflicto y dejó al sector que se mantuvo en la alianza sin el aparato político. “El radicalismo rionegrino ha ganado muchas elecciones y ha perdido otras. Pero es la primera vez en su larga historia que su cúpula dirigencial ha decidido que no tenga una fórmula propia a gobernador, sino que se limite al pequeño papel de llevar una boleta adherente a Alberto Weretlineck”, expresaron en un comunicado a mediados de enero.
Tucumán, la unidad que se logró
Cuando todo parecía que iba a volar por los aires, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se comunicó con el titular de la UCR, Gerardo Morales, y lograron acordar las listas de Juntos por el Cambio en Tucumán. La que también trabajó para esto fue la titular del PRO, Patricia Bullrich, con su representante en la provincia, Pablo Walter, mientras ella estaba en Miami.
La tensión llegó a un punto tal que luego de una reunión, Germán Alfaro, hombre de Larreta, y Roberto Sánchez, de la UCR, se fueron a los gritos del Hotel Hilton de San Miguel de Tucumán. Alfaro quería encabezar la lista de gobernador y que cada espacio eligiera los sucesores de los distritos provinciales que ya gobernaba.
Alfaro, quien es actualmente intendente de San Miguel de Tucumán, podría así decidir quién iba de candidato en esa ciudad, la más importante. En ese escenario, la propuesta del radicalismo era que el espacio que relegara la gobernación eligiera quién iba en cada distrito.
Finalmente, se acordó que Sánchez encabece y que Alfaro vaya de vice y elija en la ciudad más importante de la provincia quién iba a sucederlo. Así fue que finalmente su esposa, la senadora nacional Beatríz Ávila (PJS), cercana a Bullrich, será la candidata a intendente.
Mendoza, a la espera
Todavía resta definir en Mendoza si Omar de Marchi va a ir a una interna con el senador radical Alfredo Cornejo o rompe el espacio y juega por fuera. Tiene tiempo hasta el 12 de abril. En esto se metió Horacio Rodríguez Larreta cuando la semana pasada lo llamó a De Marchi, su delfín en la provincia cuyana, para darle un ultimátum: “El PRO va a ir dentro de Cambia Mendoza”.
Así, si De Marchi quiere competir con el sello del PRO debe ir a una paso con Cornejo, que es favorito a ganarla. Quien también se metió de lleno en esta interna fue la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, quien pidió que De Marchi sea candidato, pero que lo haga dentro de la coalición Cambia Mendoza.
“En todos los lugares del país y Mendoza no es la excepción para mí, lo que tiene que haber es unidad, de la misma manera que fuimos responsables sosteniendo la unidad durante ocho años”, dijo la diputada nacional que está lanzada a ir por la presidencia.
Salta, la última ruptura
Esta semana, se conoció que en Salta el PRO decidió de forma unánime abrirse de Juntos por el Cambio. Acusan a Gerardo Morales de haber pactado con Sergio Massa la incorporación de un funcionario del gobierno provincial, Matías Posadas, del Frente Plural y titular del Consejo Económico y Social de la provincia.
“Estamos convencidos de que tanto la unidad como la ampliación tienen que servir para llegar a ser gobierno y transformar la provincia de verdad. Frente a la determinación de incluir al Frente Plural, en el PRO decidimos ser fieles a nuestras convicciones y no firmar el acta de constitución del frente”, sostuvieron desde el PRO salteño.
Así, por un lado, el diputado nacional Miguel Nanni será el candidato de la UCR. Y por el PRO irá Inés Liendo. Mientras tanto, una de las pocas voces del partido que salió en público a rechazar este pacto fue la diputada por Salta, Virginia Cornejo (PRO). “La UCR no es nuestro enemigo, pero no aceptaremos al Frente Plural”, aseguró la legisladora.
“El PRO no lo acepta, no queremos la injerencia del oficialismo en nuestro frente. Un partido que juega dentro de lo que es la gestión de Gobierno no puede integrar nuestro frente, que sin dudas está construido como opositor al Gobierno de Salta”, manifestó en diálogo con FM 89.9 Profesional.
Por Antonio Riccobene – Perfil