Yamaguchi (26) está acusado de tentativa de homicidio criminis causa tras robar, apuñalar y prender fuego la vivienda de una mujer en la chacra 1 de la capital provincial. La víctima sigue grave.
Nicolás Takechi Yamaguchi tiene 26 años, es suboficial de la Policía de Misiones y sobre él pesa una orden de captura internacional, emitida por Interpol, por robar, apuñalar veintidós veces a Ana María Oleynik (54) y prenderle fuego la casa, ubicada en la intersección de las calles Pedro Méndez y Herrera de esta capital.
“Lo vamos a encontrar, es nuestra prioridad número uno”, aseguraron confiadas las altas autoridades de la Policía de Misiones que fueron consultadas por Misiones Online.
Lo cierto es que a Yamaguchi parece habérselo tragado la tierra. Casi suspirando, la víctima lo reconoció: “fue el japones”, dijo, lo que hace entender que ambos se conocían, pero la relación que los unía aún no esta clara para los investigadores.
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El suboficial denunció el pasado martes en la comisaría Segunda que fue víctima de un robo, como parte de su coartada y para intentar justificar las heridas en sus brazos, producto de la defensa que ejerció Oleynik.
El miércoles presentó un certificado médico donde solicitaba licencia, pero fue desestimada por los jefes de la Unidad Regional X, donde el hoy prófugo prestaba servicios. Quedó en calidad de desertor, es decir en abandono de sus funciones.
Yamaguchi vivía sólo en una vivienda del barrio Itaembé Miní, donde la Dirección de Homicidios de la Policía de Misiones llegó apenas se supo de su cercanía con Ana María y luego de que ella lo reconociera como su agresor. Pero no lo encontraron.
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En Misiones ya no está, se lo buscó en cada rincón de la provincia. La pista que surgió es la del vecino país, la República Federativa del Brasil. “Estamos trabajando fuertemente con la Policía de ese país y con Interpol”, contaron las mismas fuentes.
A Yamaguchi se le acabarán los recursos para seguir escondiéndose, sus días en la clandestinidad parecen tener fecha de vencimiento. Sólo resta esperar un paso en falso y el joven pasará unos largos años en prisión.
Adicto a los juegos de azar
Ana María Oleynik vende joyas de oro y vive sola, pero es una mujer muy reservada. Como se dijo más arriba, aún no está clara la relación que la unía con su victimario, pero todo parece indicar que el policía se hizo cercano a ella por una única razón: el dinero.
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La principal hipótesis que manejan los investigadores es que la intención de Yamaguchi era robarle a la mujer, y para ocultar ese delito, intentó asesinarla y borrar sus huellas de la vivienda. Ana María sobrevivió, pero su diagnóstico sigue siendo reservado y su vida corre cada vez más peligro.
Según pudo averiguar este medio, el suboficial es adicto a los juegos de azar, pasaba sus días instalado en un casino céntrico de la ciudad de Posadas y apostaba grandes cantidades de dinero. ¿Pero ese dinero de dónde salía?
Al parecer, el “japones” tenía fama de ladrón, lo admitieron sus propios camaradas. Pero nunca imaginaron que su enfermedad lo llevaría a ese extremo, de hampón a homicida. Su adicción a los juegos de azar le costaría, incluso, hasta su libertad.
Por Santiago Hofman-MOL