La dirigente del PRO publicó una carta abierta donde marcó el “error” de la coalición al hablar de candidaturas en detrimento de los problemas del grueso de la sociedad.
María Eugenia Vidal empezó el 2023 con un autocrítica a la competencia interna dentro de Juntos por el Cambio y lamentó el apuro de los precandidatos para llevar adelante el debate eleccionario. La diputada nacional reprochó los “enfrentamientos en público” y amplió sus cuestionamientos a la clase política.
La ex gobernadora de Buenos Aires empezó con una postura distinta a la de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los dos aspirantes puros del PRO que quieren llegar este año a la Casa Rosada y mantienen un enfrentamiento desde los primeros meses del año que acaba de pasar. Es que Vidal escribió una extensa carta abierta en Facebook, que compartió en otras redes sociales, titulada “Estar a la altura de los argentinos que quieren un cambio”.
Entre varias cuestiones propias y de los actores políticos de la actual coyuntura, escribió: “A pesar de que falta todavía para las elecciones, en Juntos por el Cambio y en el PRO podemos estar cometiendo un error. Estamos demasiado pronto debatiendo quiénes serán los candidatos”.
Tanto Bullrich como Larreta eligieron otro tono, más cerca de sus deseos y aspiraciones para este año. “2023 será histórico. ¡Feliz año para todos los argentinos!”, escribió la titular del PRO. El Jefe de Gobierno porteño, halconizado por su enfrentamiento con el Gobierno Nacional por la coparticipación, posteó: “2023: Vamos a transformar la Argentina para siempre. Se puede”.
La disputa Larreta-Bullrich
Sin nombres propios pero describiendo la pelea de alto voltaje de sus coterráneos amarillos en los últimos meses, Vidal sostuvo: “Con enfrentamientos en público, definiendo al otro por su peor atributo por una cuestión táctica, lo único que se logra es alejarnos de la gente, alejándonos de esa energía que realmente va a permitir transformar la realidad”.
Este tono autocrítico que muchas veces se le recriminó no ejercer al ex presidente Mauricio Macri fue adoptado por Vidal, que antes de que termine el 2022 hizo público un mapa argentino con todas las provincias que había recorrido. La diputada también quiere competir en las elecciones y no lo oculta.
Justamente fue a Macri a quien nombró la diputada en su saludo por el año venidero. “Este año retomamos el camino del cambio que iniciamos con Mauricio Macri en 2015. ¡Feliz 2023, Argentina!”, manifestó, reivindicando el pasado victorioso del fundador del PRO.
Algo de esto manifestó en su carta abierta, confiando en una victoria cambiemita porque “es la primera vez en décadas que Argentina tiene una coalición competitiva con los valores de la democracia, la república y la voluntad de romper el status quo como un norte que compartimos”. En la coalición opositora ya gritan el gol antes de tiempo.
“Yo creo que JxC va a ganar en 2023 y que el desafío es trabajar para que ese momento nos encuentre en su mejor versión, independientemente de quién sea el candidato”, aclaró Vidal.
Las 5 ideas que Vidal destacó en su carta abierta
A continuación se reflejan las cinco ideas que la diputada desarrolló en su carta abierta y que deben formar parte del “norte” futuro:
- La sociedad argentina es mejor que sus circunstancias
Estamos envueltos en una trampa: los argentinos o somos los mejores o somos los peores. Veo a mucha gente que dice “país inviable” como lema, mientras que otros niegan todos los problemas y dicen que “somos el mejor país del mundo” con más de 17 millones de argentinos pobres. Ninguna de las dos cosas es correcta. Pero sí hay algo que es claro: los argentinos están en un nivel superior que sus dirigentes. Cuando en la pandemia el gobierno nacional decidió cerrar la circulación excesivamente los argentinos decidieron salir a trabajar igual; cuando se cerraron las escuelas, las madres y padres salieron a defender el derecho de sus hijos. Hoy los argentinos casi no esperan nada de sus dirigentes. Se han organizado alrededor de la idea de que pueden esperar poco y nada del Estado. Imaginemos a esos argentinos con mejor educación, con mejor salud, con regulaciones que favorezcan el empleo y la producción. Hoy la Argentina está por debajo de sus capacidades y los políticos somos en gran medida responsables de eso.
- Hay que desbloquear la fuerza del trabajo en la Argentina
Hoy trabajar y crear trabajo está penalizado. La mayoría de los empleadores prefiere achicarse o quedarse donde está hoy porque la incertidumbre de crear nuevo trabajo es infinita: los juicios laborales injustos, el costo impositivo de crear trabajo en blanco, la competencia desleal con quienes no lo hacen, las reglas de juego que cambian permanentemente. Hemos llegado al insólito caso de que aumentar el sueldo a tus empleados puede generar que vos pagues más y ellos ganen menos. Los incentivos están completamente rotos. Pero también tenemos el problema desde el otro lado: hay argentinos que quieren conseguir un mejor empleo que el que tienen hoy. Porque sueñan con algo mejor, porque tienen un empleo precario, porque quieren superarse. Y no consiguen mejores empleos porque la creación de empresas y la economía en general está estancada desde hace una década. Lograr que cada emprendedor que quiere crear un nuevo empleo se conecte con aquellos argentinos que quieren trabajar con la menor cantidad de obstáculos posibles es estructural para cambiar esta dinámica.
- El narcotráfico no es una anécdota, es el síntoma de nuestra decadencia
El otro día alguien de mi equipo me hizo notar que en el contexto creciente de violencia y muerte en Rosario, no hay ni un solo tuit del Presidente que mencione al “narcotráfico”. Para un político que habla de absolutamente todos los temas, es llamativo. Pero en realidad no lo es. Porque es un tema tan grande, tan complejo y tan arraigado que hay dos opciones: o lo negas, o lo enfrentas a fondo. JxC está convencido de que el narcotráfico no tiene lugar en la Argentina. Pero necesitamos que ese pacto sea más grande. Necesitamos que dirigentes sociales, políticos, empresarios, academía, periodistas y sociedad civil entiendan dónde está la Argentina hoy con este tema y que sea un compromiso transversal erradicar este problema. El narcotráfico es la organización criminal que, con mucho dinero, penetra en nuestros barrios, corrompe a todos los sectores, asesina a cielo abierto y se cree impune. Si no ponemos esto entre nuestros objetivos primordiales, estamos condenando a las próximas generaciones a la violencia y la inseguridad.
- El consenso macroeconómico es el cimiento de lo que viene
La responsabilidad extra que tenemos los políticos frente a los argentinos radica en que hace décadas que estamos cíclicamente en distintas crisis económicas. Y eso, fundamentalmente tiene que ver con que el Estado y sus gobernantes han sido irresponsables en la conformación del gasto público, gastando más de lo que ingresa, endeudándose por encima de su capacidad o generando inflación. A la mayoría de las familias hoy les cuesta llegar a fin de mes, mientras que el Estado se excede en sus gastos sin medir las consecuencias. No es una tarea sencilla equilibrar las cuentas públicas. Pero es una tarea que los políticos tenemos que comprender que está en la raíz de la mayoría de nuestros problemas. La mayoría de los países de América Latina han logrado que sin importar de qué orientación política sean los partidos gobernantes, la economía cumpla una serie de reglas de prudencia y visión de largo plazo. Si no lo hacemos, estaremos condenando a los argentinos al fracaso de antemano.
- Los sectores productivos de Argentina están a la altura de los desafíos que se vienen y son el motor del cambio que necesitamos
Este año viajé a Jujuy para ver la reserva de litio más grande del planeta, en un mundo que demanda cada vez más baterías. Estuve en Neuquén para conocer la segunda reserva de gas no convencional y la cuarta reserva de petróleo no convencional más grande del mundo. En San Juan, para ver una de las zonas con mejor rendimiento de la energía solar del mundo, y en Chubut, con su energía eólica. En Santa Fe me agarré la cabeza cuando me enteré que Nueva Zelanda, con el 10% de nuestras cabezas de ganado, exporta 20.000 millones de dólares al año en lácteos y nosotros solo 1.300 millones. Y en Río Negro, cuando me contaron que Chile exporta 6.700 millones de dólares en frutas y nosotros solo 700 . Y podría seguir con más ejemplos. Todos estos ejemplos muestran que nuestro sector privado tiene un pie en la cabeza que le impide crecer: impuestos no solo altos, sino distorsivos; regulaciones que cambian todo el tiempo; dependen de funcionarios que toman decisiones discrecionales; se tienen que enfrentar a la corrupción en organismos del Estado. Si a los empresarios y trabajadores argentinos les nivelamos la cancha, pueden ganar cualquier partido que se les proponga. Sin dudas.