El club de Liniers expuso los motivos de las constantes fallidas salidas y apuntó contra el entorno del futbolista; “nunca se depositó la plata”, señaló el presidente del Fortín, Fabián Berlanga
Vélez emitió un fuerte comunicado a través de su página oficial sobre la situación del defensor Valentín Gómez, tras la frustrada transferencia al Udinese de Italia. El club exigió el regreso del futbolista a los entrenamientos y señaló al entorno del jugador y al empresario Foster Gillett, quien se había comprometido en pagar la cláusula de salida para reubicarlo en Europa, como responsables del incumplimiento contractual. En las últimas horas, el presidente del club de Liniers, Fabián Berlanga, habló de la situación del jugador.
La novela entre el Fortín y el defensor central sumó un nuevo capítulo. El comunicado comienza con una clara postura institucional: “Vélez Sarsfield expresa su profunda preocupación por la situación contractual de Valentín Gómez y por el accionar de su entorno y del grupo empresario liderado por Foster Gillett”.
Desde el club, remarcaron que se cumplieron todas las condiciones pactadas para concretar la transferencia, pero que el incumplimiento financiero hizo inviable la operación. El club detalló el extenso recorrido de negociaciones fallidas: “En marzo de 2024, luego de extensas negociaciones con el jugador y sus representantes, se acordó la renovación del contrato laboral hasta el 31/12/2026. Dicha firma incluyó una importante mejora en las condiciones salariales, así como un compromiso verbal… para que el mismo sea transferido en la ventana de mitad del 2024″.
La primera oportunidad de salida se dio en julio del año pasado, cuando Gómez estuvo a punto de ir a Palermo, de Italia, club que iba a cederlo a préstamo a River. Sin embargo, Vélez detalla: “Luego de realizar la revisión médica en Italia, Palermo desistió de la operación”, expresó el comunicado, frustrando así una venta por 10 millones de euros brutos. Las causas de la decisión del club italiano, tuvieron que ver con una observación durante la revisión médica del jugador, que presentaba una lesión en un menisco.
Posteriormente, en enero de 2025, se negociaron los términos con Cruzeiro, de Brasil. Aunque las primeras ofertas eran cercanas a los 10 millones de dólares, la falta de garantías financieras llevó a Vélez a aceptar una segunda propuesta de 8,5 millones de dólares brutos en un solo pago. Sin embargo, los brasileños también se retiraron de la negociación y dejaron nuevamente al defensor sin transferencia.
Tras ese revés, “el jugador manifestó a la Comisión Directiva su voluntad de no continuar en el club y de buscar una nueva alternativa de traspaso en la ventana en curso”, aclara el comunicado. Y fue el propio Valentín Gómez quien acercó la propuesta de que el grupo empresario Foster Guillett pagara su salida para reubicarlo en otro club. “El jugador manifestó que había conseguido quién le solventara la ejecución de su cláusula de rescisión… por un monto de USD 8.500.000 netos”. En este punto, el club dejó en claro que “nunca firmó ni acordó ningún documento con otro club, con un grupo inversor, fondo privado o similar de cualquier tipo. Los únicos documentos suscriptos fueron entre Vélez y el jugador, y el único obligado al pago era el jugador”.
La fecha límite para realizar el pago era el 28 de enero, pero ante reiteradas prórrogas solicitadas por el entorno del jugador, la espera se extendió sin éxito. “Durante este período el Club realizó contactos y gestiones con el Grupo Gillett, a pedido del jugador, para lograr que la operación pudiera concretarse y se cumplieran los compromisos asumidos”, señaló Vélez.
El 24 de febrero venció el plazo para ser inscripto en la Serie A, el Udinese era quien lo pretendía e incluso había empezado a entrenarse en el predio, por lo que Vélez dio por finalizada la operación y le comunicó a Gómez que debía regresar a la Argentina para reincorporarse a los entrenamientos del primer equipo. Sin embargo, el defensor aún permanece en Italia, aumentando las tensiones.
El club también destacó que “nunca autorizó el viaje del jugador a Italia, su revisión médica en otra institución ni el entrenamiento en ningún club”. Todas estas situaciones fueron toleradas únicamente “ante la voluntad de poder concretar la transferencia que beneficiaba al Club, y que había sido especialmente solicitada por el jugador”.
El presidente fortinero, Fabián Berlanga, habló sobre la situación: “El comunicado es algo frío. Si tomamos en cuenta la parte humana, Valentín está sufriendo por las transacciones que se cayeron o no se fueron dando. Lo que estamos tratando de hacer es que el jugador vuelva, ponernos a disposición de él, que él se ponga a disposición de nosotros y volver a intentarlo en la ventana de junio en la que hay mucho más movimiento en el mercado europeo”, dijo en el programa F12 de ESPN.
“Valentín firmó una acuerdo con Vélez en el que quedaba libre a los dos días de depositado el dinero, pero nunca se depositó la plata y el acuerdo estaba caído. Decidimos tener paciencia porque el club necesitaba la plata de esa venta y queríamos darle la posibilidad a él de cumplir su sueño de jugar en Europa. Pasaron los días, la plata nunca se depositó y llegó el momento en el que no tenía ningún lugar donde inscribirse, por eso se frustró la transferencia”, explicó Berlanga.
Además, aseguró que podría ser vendido al fútbol argentino: “¿Si venderíamos a Valentín a otro equipo de Argentina? No habría problema, habría que ver los términos y si el jugador quiere o no ir. Si el deseo del jugador es ese, yo no tengo problema, mientras que sea por el dinero que pedimos”.
El comunicado fijó el 3 de marzo como fecha límite para el regreso de Gómez, recordando que es un jugador surgido de las inferiores y que fue co-capitán del equipo campeón, apelando a su compromiso con la institución. Ante esto, Berlanga dejó más incertidumbres que certezas: “La situación es incierta. Tendremos que charlar con el padre y con el jugador. Si él cree que están las condiciones dadas para volver a jugar en Vélez, yo no tengo problema y creo que el técnico tampoco”.
Para Sebastián Domínguez, sin dudas sería un refuerzo de lujo. Su equipo tuvo un comienzo de año y de torneo impensado: lleva siete partidos sin ganar y sin marcar goles, el peor comienzo para un campeón vigente. Con contrato aún vigente hasta fines de 2026, la vuelta del central zurdo podría ser clave para un plantel que no encuentra su funcionamiento y que, tras esta frustración, también deberá lidiar con el golpe anímico que representa para el jugador y el plantel
“No se borró”
En medio de esta controversia, Guillermo Tofoni, apoderado de Foster Gillett en Argentina, salió al cruce de las acusaciones y defendió la postura del grupo inversor. Según explicó: “Se cumplió con todos los pasos necesarios para concretar el pase de Valentín Gómez al Udinese, pero surgieron dificultades financieras inesperadas que escaparon a nuestro control”, en diálogo con Beo Sport.
Tofoni aseguró que desde el entorno de Gillett siempre hubo voluntad de que la operación se concretara, y deslizó cierta sorpresa ante la decisión de Vélez de dar por finalizado el acuerdo: “Lamentamos profundamente la postura adoptada por el club en su comunicado, ya que nuestro objetivo siempre fue ayudar al jugador a dar un salto en su carrera y lograr una transferencia beneficiosa para todas las partes”.
Respecto a las dificultades financieras mencionadas, Tofoni detalló: “Hubo demoras en la disponibilidad de los fondos debido a cuestiones administrativas y bancarias internacionales. Se hicieron todos los esfuerzos posibles para que el dinero llegara en tiempo y forma, pero no se logró completar la transacción antes del cierre de la ventana de transferencias”. Además, añadió que “el compromiso económico estaba garantizado, pero el proceso burocrático fue más complejo de lo esperado”.
El representante de Gillett también se refirió al contexto general de las inversiones del empresario estadounidense en Argentina, donde recientemente se cayó otro pase importante, el de Rodrigo Villagra. “La situación de Villagra y Gómez se parecen, pero no son iguales. En ambos casos se buscó avanzar con inversiones serias, aunque los obstáculos financieros y legales terminaron impidiendo que se concreten”, explicó Tofoni. Y agregó: “Foster Gillett sigue comprometido con el fútbol argentino. Estos inconvenientes no significan que vaya a retirarse del mercado, sino que se tomarán mayores recaudos en futuras operaciones”.
Pese a las dificultades, Tofoni insistió en que el grupo inversor actuó de buena fe: “Entendemos la preocupación de Vélez, pero en ningún momento hubo mala intención”.
Fuente: La Nación