Cada vez más mujeres se alistan en las filas del Ejército Argentino. Según la Oficina de Reclutamiento, en la provincia de Misiones.
Claudia Peralta, Florencia Mussin y Daiana Carricarte tienen historias de vida diferentes, y quizás algún día se crucen en una calle y no se reconozcan. Pero aún sin conocerse comparten una vocación: la carrera militar.
Si bien admiten que es difícil, todas cuentan que vale la pena. Someterse a las distancias con sus seres queridos, al entrenamiento, y hasta a cierto rechazo, en algunos casos, por el sólo hecho de ser mujer. Pero retroceder, nunca.
“Es mentira que las mujeres no podemos”, dice Daiana, quien luego de insistir durante cuatro años, hoy es soldado voluntario en la Brigada de Monte XII, en Paso de los Libres, y pretende ingresar a la Escuela de Suboficiales del Ejército Argentino. Se proyecta en la trinchera como así también asistiendo a las personas en situaciones de catástrofe.
Claudia Peralta es sargento del Regimiento de Infantería de Monte 30, en Apóstoles. Cuando se alistó en el Ejército cumplió un sueño de la infancia. Hoy está a cargo de uno de los ranchos -comedores del destacamento-, donde a diario prepara la comida para 120 soldados, que tras finalizar las horas de entrenamiento buscan un plato de comida.
Florencia Mussin superó un gran desafío: estar varios meses lejos de su hija, Valentina Nuñez. Una prueba que valió la pena, ya que actualmente la mujer se desempeña como auxiliar del Escuadrón de Mecánica del Ejército, tras haberse capacitado en el Regimiento de Infantería Mecanizado 35 Coronel Manuel Dorrego, en la provincia de Santa Cruz.
Cada vez más mujeres se alistan a las filas del Ejército. Ser parte de la tropa es hoy para la mujer tan válido como obtener un título universitario en cualquier disciplina.
Los números respaldan una tendencia evidente incluso entre los aspirantes. Según la oficina de Reclutamiento de la Brigada Monte XII (con unidades en San Javier, Apóstoles, Bernardo de Irigoyen, Posadas, Paso de Los Libres y Goya), el 35 por ciento de los soldados voluntarios, suboficiales y oficiales son mujeres.
La primera teniente coronel
Hay un que sienta precedente en la provincia: en 2016 llegará la primera teniente coronel, que cumplirá funciones en la Compañía de Sanidad de la Brigada Monte XII. Hasta ahora, el máximo cargo ocupado era el de mayor. Aunque son menos comparadas a los hombres, en las filas de Ejército en la tierra colorada las damas ejercen altos rangos: subtenientes, tenientes, tenientes primeros, capitán y mayor.
Sólo en 2015 hubo 2.000 postulantes para la fuerza –que en las próximas semanas rendirán examen escrito y físico–, y de ese número, el 20 por ciento es mujer. Asimismo, se incorporaron 750 soldados voluntarios en todo el país, de los cuales 250 fueron enviados a Misiones.
“Aumentó la presencia de la mujer en el Ejército, es otro espacio conquistado”, señalan desde la fuerza.
El contexto nacional
Argentina se convirtió en el cuarto país de América Latina en incorporar a la mujer a las fuerzas de combate cercano, sumándose así a Colombia, Paraguay y Uruguay.
En 2013, el Ejército permitió que las mujeres integraran el área de Caballeriza e Infantería.
El Ministerio de Defensa señaló a través de un comunicado que la mujer se incorporó oficialmente al Ejército en 1960, cuando se creó la Escuela de Enfermería, en tanto que en los años 1981 y 1982 ingresaron las primeras oficiales y suboficiales del ámbito profesional.
En el año 1995 se habilitó el ingreso de mujeres a la tropa como soldados voluntarios, y en el 2000 egresaron las primeras oficiales del cuerpo comando y profesional del Colegio Militar de la Nación y las primeras de Artillería, Ingenieros, Comunicaciones y de Intendencia y Arsenales.
El 12 de diciembre de 2011, la presidenta Fernández de Kirchner, al encabezar el egreso conjunto de oficiales de las Fuerzas Armadas, ratificó su decisión de alcanzar la igualdad de género en todas las áreas, incluido el sector castrense.
“Me llamó la atención que no tengamos una mujer general”, especialmente, dijo aquel día la Presidenta al destacar que desde que asumió el cargo , “la comandante en jefe es una mujer”.
En septiembre, la Comisión de Acuerdos del Senado emitió un dictamen unánime a favor del ascenso a general de la edecana presidencial, la coronel María Isabel Pansa, que se convirtió en la primera mujer en actividad en llegar al grado de general del Ejército.
Por Griselda Acuña – El territorio