Angélique Cauchy brindó su testimonio contra Andrew Gueddes, quien la entrenó en su adolescencia. “Viví entre los 13 y los 18 años pensando que tenía sida”, sentenció
La ex tenista Angélique Cauchy estremeció al Palacio de Borbón de París con un escalofriante testimonio sobre los abusos denunciados contra su entrenador, Andrew Gueddes, durante su adolescencia, después de que el coach fuera condenado en 2021 a 18 años de cárcel por violar y agredir sexualmente a cuatro niñas de entre 12 a 17 años.
La francesa de 36 años brindó su declaración a una comisión de investigación lanzada en julio pasado con el objetivo de hallar “fallos operativos en las federaciones deportivas, el movimiento deportivo y los órganos de gobierno del deporte”. Este martes se sentó en el estrado para dar su versión de los hechos, luego de que en mayo pasado declarara al medio France Info que fue “violada cerca de 400 veces” por su entrenador de tenis durante un periodo de dos años.
En un relato recogido por el diario francés Le Parisien, Cauchy habló de la persona que empezó a entrenarla desde 1999 en el club Sarcelles, cuando la joven tenía 12 años. En este sentido, recordó una concentración realizada en la comuna francesa de La Baule: “Llevaba a sus víctimas a La Baule, lejos de casa, completamente desarraigadas, para pasar a etapas superiores. Fueron los peores quince días de mi vida; me violaba tres veces al día. La primera noche me pidió que fuera a su habitación y no lo hice. Y así entró en la mía. Fue peor. Estaba presa, no podía salir cuando quería”.
En su narración, la mujer mencionó con terror los “13 pasos” que la separaban de su habitación para ir a que la “violara” y profundizó sobre los métodos empleados por el hombre para mantener su silencio, ya que hasta llegó a decirle que tenía una enfermedad de transmisión sexual: “Viví entre los 13 y los 18 años pensando que tenía sida”.
El matutino afirmó que la deportista analizó “quitarse la vida”. “Tenía un cuadernito con los autógrafos de los jugadores del PSG, porque iba a verlos al Camp des Loges. Y entre esas hojas de papel escribí: ‘No puedo más, esto tiene que acabar, voy a hacer que todo acabe’”, rememoró.
A continuación, expresó la resistencia que oponía a esta situación y contrapuso las excusas de Gueddes: “Yo le decía: ‘No deberías, no está bien, no quiero’, y él me respondía: ‘Ya sabes que esto sucede a veces en las relaciones entre entrenador y alumna, pasamos tanto tiempo juntos, es normal’. Pero yo no quería, él tenía la edad de mi madre”.
Angélique Cauchy manifestó que estos comportamientos fueron alertados por una mujer, quien le transmitió esa preocupación al presidente del club, pero la única respuesta recibida dio a entender de una supuesta connivencia con la cúpula dirigencial: “Sí, pero nos está ganando títulos”.
Además, remarcó la reacción en el mundo del tenis por aquellos años: “Era bien sabido que él no era bueno con las chicas jóvenes”. “No hablo de mí porque no se sabía de mí. Pero en cuanto a los demás, siempre había quien decía: sí, está con ella, sale con ella. Pero con 38 años no se sale con una niña de 15, y menos cuando la estás entrenando”, sentenció.