En la denuncia que hicieron los parientes de la víctima se relatan escena de violencia de todo tipo. Un mensaje de audio de WhatsApp fue la clave para que pueda pedir auxilio
Julio A. se puso un revolver calibre .22 en la cintura y caminó hasta la habitación donde estaba su mujer, M.J.F. Luego, la tomó del brazo y le dijo que lo acompañe a “tomar aire” al muelle que queda en la parte delantera de la casa que comparten en una isla de San Fernando, frente al Río Paraná. Cuando los dos estaban bajo las estrellas, el hombre sacó el arma y le apuntó directamente en la cabeza a su esposa. La miro fijo y le dijo: “Ya me enteré de que me estás cagando. A partir de ahora vamos a demostrar que somos la familia perfecta, si no te mato. Te voy a atar un ancla a la cintura y te voy a tirar al medio del río”.
Esta escena, que sucedió a fines de enero, fue sólo el comienzo de un calvario para M.F.J. Luego de recibir esa amenaza, fue violada, golpeada y secuestrada por su marido durante varios días. El hombre la llevó amenazada, junto a sus tres hijos menores, a una casa que la pareja tenía en el balneario de Costa Esmeralda, donde la tuvo retenida hasta ayer, cuando la víctima logró escapar gracias a un audio de WhatsApp.
Julio A. fue detenido en medio de un operativo conjunto de las DDI de San Isidro y la Costa Atlántica. Este mediodía, será indagado por el fiscal de género San Fernando, Matías López Vidal, que lo acusa de privación ilegítima de la libertad, violencia de género, abuso sexual agravado y amenazas.
Según la reconstrucción que hizo la Justicia en base a los testimonios de los familiares de la víctima, Julio A., de 52 años, y M.F.J, de 42, convivían en una casa ubicada sobre el Canal de la Serna, en las Islas del Delta de San Fernando, junto a sus tres hijos de 5, 8 y 10 años. “Todavía no logramos especificar hace cuanto que convivían ahí, pero, aparentemente, lo hacían hace bastante”, cuenta un investigador de la Policía Bonaerense.
Lo cierto es que a fin de enero la mujer le planteó que quería separarse y mudarse con sus hijos a otro lugar. Esta situación despertó la furia del hombre que, ese mismo día, aprovechando una ducha de su mujer, tomó su teléfono celular y comenzó a revisarlo.
Según contaron los propios familiares, Julio A. habría encontrado una conversación entre su esposa y un tal “Juan”. Ese fue el detonante para que sacara a la mujer de la casa y la llevara al muelle para amenazarla.
Luego, comenzó el horror. Según la denuncia, a la que tuvo acceso Infobae, minutos después de esa amenaza, el hombre, inscripto en la AFIP en el rubro inmobiliario, llevó a su esposa dentro de la casa y la encerró en la habitación matrimonial. Julio A. sacó el cargador de la pistola y le mostró a su esposa que estaba lleno, incluso quitó la bala de la recámara.
En ese mismo momento, la obligó a M.F.J a que se desnude y a tener relaciones sexuales, siempre según lo denunciado por la víctima y su familia, con escenas denigrantes. Su tía y hermana fueron quienes realizaron la denuncia.
M.F.J., que todavía no pudo declarar porque no se encuentra en condiciones de hacerlo, le contó a su familia que luego de esa noche su marido le dijo: “No le vayas a decir nada a nadie de todo esto porque yo mismo me voy a encargar de matarte”.
Pocos días después, obligó a la víctima, y a sus tres hijos menores a subirse a la camioneta que usaba la familia y partieron rumbo a una casa que el hombre tiene en el Barrio Golf 1 de Costa Esmeralda.
Allí, tuvo secuestrada a M.F.J. “No la dejaba salir y la vigilaba todo el día”, contó uno de sus familiares a la Policía. La amenazas de San Fernando se repitieron en Costa Esmeralda y se sumó una más, contra una tercera persona. El hombre le dijo a su esposa: “Si yo quiero, por 5 mil dólares lo hago desaparecer a tu amante”.
La Justicia descubrió, posteriormente, que el 29 de enero, justo antes de las amenazas, velación y secuestro a M.F.J, un hombre se presentó en la comisaría de la zona para denunciar que otro lo había amenazado cuando pasó por la puerta de su casa. “Ya sé que te cogés a mi mujer, ya sé todo. Te voy a matar”.
Ese hombre era, efectivamente, Julio A.
El jueves pasado, la víctima aprovechó un descuido de su marido y secuestrador para rescatar un teléfono celular y le envió un audio de WhatsApp a su hermana, relatándole lo que estaba sucediendo. A raíz de esto, se realizó la denuncia que permitió rescatarla.
Algunas de las armas secuestradas en San Fernando
Ayer por la mañana, por orden del fiscal López Vidal, efectivos del GAD de la Bonaerense montaron un operativo en torno a la casa del Barrio Golf 1 de Costa Esmeralda y lograron rescatar a la víctima y a sus hijos, al mismo tiempo que detuvieron a Julio A. Al momento de ser esposado, el hombre tenía puesta solo una malla floreada.
Los operativos no terminaron allí. Efectivos de la Bonaerense ingresaron también a la casa de San Fernando, donde la pareja convivía. En esa propiedad, a orillas del Paraná, encontraron varias armas: una escopeta calibre 16, dos revólveres calibres .357 y .32 largo, un rifle con mira calibre .32, una carabina .22 larga y un rifle de aire comprimido. También se secuestraron cientos de municiones.
Fuentes de los tribunales de San Isidro confirmaron a este medio que la indagatoria de Julio A. está prevista para el mediodía de hoy lunes.
Por Martín Candalaft- Infobae