Las agresiones sexuales de Miguel Ubaldo Reynoso a la víctima comenzaron cuando ella tenía 14 años y siguieron por casi dos décadas. Sin condena firme, el hombre pidió prisión domiciliaria.
Miguel Ubaldo Reynoso está acusado de abusar de su hijastra durante 17 años, nueve de los cuales la mantuvo aislada en su casa de Cañuelas. Producto de estos abusos nacieron tres bebés, dos de ellos vivieron en estado de esclavitud hasta ser liberados. La víctima, que tiene una discapacidad, estaba embarazada cuando fue rescatada.
Cinco años después, Reynoso no tiene condena y pidió la prisión domiciliaria, que podría ser otorgada debido a la lentitud del proceso.
Una Justicia lenta y una víctima en estado de vulnerabilidad
El Tribunal Criminal Numero 4 de La Plata integrado por Emir Alfredo Caputo Tártara, Carolina Crispiani, Juan Carlos Bruni, al día de hoy no puso fecha para el juicio oral en la causa que fue caratulada como abuso sexual triplemente calificado y privación ilegitima de la libertad.
A pesar de estos delitos, que prevén una máxima de 25 a 30 años, al ritmo del olvido y debido al pedido de la fiscal que fue de de 15 años de prisión, el acusado de secuestrar y abusar de su hijastra podría acceder al beneficio de la prisión domiciliaria y en poco tiempo de la libertad condicional.
Las víctimas, sin embargo, ni siquiera han recibido asistencia psicológica por parte del estado para su recuperación.
El Dr. Julio Torrada, quien representa a Verónica, hermana mayor de la joven abusada y tía de los niños, expresó que los tiempos corren y que es imperioso que los jueces eleven la causa a juicio oral y acepten a Verónica como parte del proceso para garantizar el derecho de las víctimas.
La historia de vulneración de M y el reclamo de la familia
La joven discapacitada, a quien vamos a llamar M, vivía con su abuela desde los 3 años, cuando ésta murió se la restituyeron a la mamá, Marcela Alejandra D E. Allí comenzaron los abusos hacia M, a los 14 años fue violada por primera vez por la pareja de su madre, Miguel Ubaldo Reynoso.
Según Verónica, la hija mayor, ahora a cargo de su hermana y sobrinos, su mamá sabía de esta situación pero nunca hizo nada hasta que M quedó embarazada y realizó la denuncia en el juzgado de la Dra. Pascual en los tribunales de de Lomas de Zamora.
Seis años después, esa causa se cerró por falta de méritos. La defensa asegura que nunca se le hizo una pericia a M.
En ese momento Reynoso llevó a toda la familia a Cañuelas, obligándolas a dejar la casa de Ezeiza, que les pertenecía.
Ya en Cañuelas volvieron los abusos, producto de los cuales nació el segundo hijo y luego el tercero. Los ADN realizados confirmaron en un 99,9% que el acusado de las violaciones es el padre de los tres hijos.
La madre de la víctima denunció la situación como un secuestro y luego desapareció. Nunca se presentó para impulsar la causa ni cuidar a su hija abusada ni a sus nietos.
Hoy su hija mayor, Verónica, pide a la justicia que que le permitan presentarse como denunciante para evitar la prisión domiciliaria y posible libertad del abusador.
Fueron muchos años de abandono por parte de Estado y la Justicia. Muchas advertencias y pedidos por parte de la familia, que nadie escuchó. Situaciones que podrían haber evitado si quienes tienen que trabajar y preservar los derechos de los niños, niñas y adolescentes hicieran su trabajo como corresponde.
Fuente: TN