La oposición tocó fondo en Misiones con el escándalo que envuelve a Germán Kiczka y su amigo y confidente, Pedro Puerta y el polémico cambio de Martín Arjol, quien pasó de votar por los jubilados a apoyar el veto de Milei.
El Libro de los Proverbios, parte fundamental de la sabiduría bíblica, tiene la capacidad de iluminar situaciones de la vida cotidiana y también de exponer las caídas morales. Un versículo en particular, Proverbios 10:9, “El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será descubierto”, parece describir el destino del ex diputado Germán Kiczka, quien se encuentra tras las rejas, acusado de consumo y distribución de material de
abuso sexual infantil. Este evento no solo destruyó su carrera política, sino también la credibilidad y el destino en la función pública de su padrino político e íntimo amigo, PedroPuerta, líder de Activar Misiones.
El aberrante escándalo que envolvió a Kiczka expuso lo que muchos ya sospechaban: detrás de la fachada de un político de carrera, existía una profunda contradicción con los valores que predicaba. El 9 de septiembre, la Cámara de Representantes de Misiones fue testigo de un momento histórico: la expulsión de Kiczka. Su caída, sin embargo, no es solo personal; también compromete a su mentor político, Pedro Puerta. El silencio de Puerta y la ausencia de él y su bloque durante la votación dejaron en evidencia la falta de responsabilidad política y su desconexión con los votantes que alguna vez confiaron en ellos.
El impacto de este escándalo es una clara advertencia de cómo las malas acciones, eventualmente, salen a la luz. La relación de confianza que Puerta tenía con Kiczka quedó destruida públicamente, como lo fue también la reputación de su partido. Los votantes de Misiones, especialmente aquellos que alguna vez creyeron en el proyecto de Activar, ahora ven con desconfianza lo que parecía ser un movimiento prometedor.
El proverbio 10:9 encuentra eco en esta historia: quien actúa con integridad no tiene nada que temer. La caída de Kiczka y el impacto sobre Pedro Puerta son testimonio de cómo los caminos torcidos no permanecen ocultos para siempre. Ahora, tanto Kiczka como Puerta deben enfrentar no solo las consecuencias legales, sino también la pérdida de confianza pública, un precio elevado para aquellos que alguna vez pretendieron liderar con principios a la oposiciónprovincial.
La revelación de que Ramón Puerta, ex gobernador y padre de Pedro Puerta, percibe una jubilación de privilegio superior a los 13 millones de pesos por haber ejercido la presidencia de la Nación durante apenas 48 horas en plena crisis del 2001, suma una nueva arista al declive de la influencia de la familia Puerta en la política de Misiones. Esta noticia reaviva el malestar público frente a las prebendas políticas que parecen estar reservados para unos pocos.
En un contexto de ajustes y recortes que afectan a los sectores más vulnerables, este dato refuerza la percepción de que los privilegios de la élite política siguen desconectados de la realidad social y económica que atraviesa el país.
La silla vacía
Pedro Puerta trabajaba para ser el candidato de La Libertad Avanza pero tras el escándalo con su ladero Kiczka perdió la consideración de Karina Milei, principal armadora política de su hermano, el presidente Javier Milei. Y ante la caída de Puerta, uno de los dirigentes opositores con mayor olfato y sentido de supervivencia (desde el 2013 se encuentra en la función pública, primero como concejal de Posadas, ahora desde una banca en el Congreso de la Nación) que no iba dejar pasar la oportunidad de intentar ser, a los ojos libertarios, el ungido para pelear por la gobernación de la provincia en 2025.
Pero, en el mismo sentido que Puerta y Kiczka, escogió el camino de darle la espalda a sus votantes y jugar a la demagogia: primero votó a favor de la Ley de Movilidad Jubilatoria, que perseguía como objetivo elevar un 8,1% la recomposición salarial de los abuelos que cobran la mínima y días después, levantó la mano para dejar firme el veto firmado por el presidente Javier Milei a la misma ley antes apoyada.
El accionar de Arjol lo posicionó en los medios nacionales como uno de los diputados radicales sobre cuya cabeza recae la posibilidad de ser expulsados del partido. El misionero, que el año pasado fue candidato a gobernador de Juntos por el Cambio y que terminó derrotado por Hugo Passalacqua con el doble de los votos.
Estos vaivenes de la oposición revelan la falta de ideas y un proyecto superador del oficialismo provincial, que en un contexto económico más que complejo, continúa caminando con un criterio político y económico claro y abierto hacia los misioneros. En la última semana, la provincia recibió al Parlamento del Norte Grande, con una agenda en común con las provincias de esta zona del país, que históricamente sufrieron las asimetrías respecto del país central y sobre todo, del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), principal beneficiaria de fondos e infraestructura en desmedro del resto del país.
De cara a sus habitantes, los parlamentario abordaron temas de importancia estratégica, como la mejora de los corredores viales, la necesidad de reducir las asimetrías tarifarias en los servicios públicos y el fomento de la industrialización de productos locales. La reunión también subrayó la urgencia de avanzar en medidas que alivien la carga de los altos costos logísticos que afectan al Norte Grande, así como la importancia de fortalecer la integración con países vecinos como Paraguay y Brasil.
Este tipo de encuentros es fundamental para que el Norte Grande logre mayor autonomía política y económica, con una agenda común que busque reducir las históricas disparidades entre esta región y las áreas más desarrolladas del país. La cita en Misiones, por lo tanto, no solo subraya la relevancia de la provincia dentro del bloque, sino que refuerza la necesidad de una visión federal que priorice el crecimiento equitativo de todas las regiones de Argentina.
“Como bien advierte la cita bíblica que abre este artículo, “el que pervierte sus caminos será descubierto”. La falta de coherencia y el escándalo en la oposición no son más que el reflejo de esta verdad inmutable: los caminos torcidos, tarde o temprano, siempre salen a la luz.
Por Sergio Fernández