La joven bailarina fue encontrada con un disparo en la cabeza en marzo de 2008. Daniel Bellini, su esposo y reconocido empresario dueño de “Pinar de Rocha”, fue condenado por el asesinato a 16 años de prisión en 2011, lo beneficiaron con la domiciliaria dos años después y en 2018 obtuvo la libertad condicional.
La madrugada del 21 de marzo de 2008 el empresario Daniel Bellini, conocido también en esa época como el “Rey de la Noche” por ser el dueño – entre otros – del boliche Pinar de Rocha, asesinó a la bailarina Morena Pearson, su esposa y madre de su hija.
La víctima, que entonces tenía 25 años, no murió en el acto. Agonizó cerca de 14 horas con un tiro en la cabeza, tiempo que usó el asesino para colocar el arma en la mano de su mujer y argumentar después que se había suicidado como consecuencia de una depresión que supuestamente atravesaba por una bulimia. Sin embargo, tres años de investigación probaron que la verdad era otra.
“(Bellini) no solo tenía motivos, como los celos y la indignación, sino que tuvo la posibilidad real de hacerlo. Lo último que dijo Morena fue que Bellini la quería matar, y así pasó”, resumió en su alegato Matías Rapazzo, el fiscal del juicio que condenó al empresario a la pena de 16 años de cárcel.
“Daniel me quiere matar”
Morena Pearson le tenía miedo a su esposo. Al parecer, el femicidio fue el desenlace de una relación marcada por la violencia y que incluso, la misma noche en la que ocurrió el crimen, le permitió a la víctima presagiar el final.
Pero para llegar a ese momento hay que retroceder algunas horas y ubicarse en Pinar de Rocha, donde Morena había sido vista bailando con un amigo, un joven efectivo de la Policía Federal identificado como Maximiliano Fernández.
El propio Bellini admitiría más tarde que había considerado “provocativa” la actitud de su esposa, que le había molestado por “una cuestión de imagen” y no esperó a volver a su casa para hacérselo saber. El empresario interrumpió su trabajo para reprocharle a la víctima su conducta delante de varios testigos en el sector VIP de su boliche, pero la discusión escaló cuando se quedaron solos.
“Daniel me quiere matar”, le escribió Morena en un mensaje de texto a Fernández, el joven con el que había bailado esa noche. Pocas horas después, la encontraron muerta de un balazo en la cabeza en una de las habitaciones de su vivienda, ubicada en la calle Brasil 10, en el partido de Morón.
El suicidio que no fue
Bellini montó la escena de un supuesto suicidio para evitar la cárcel. Al declarar, dijo que Morena se había ido más temprano del boliche esa noche y que cuando él llegó a su casa, alrededor de las 6 de la mañana, la encontró muerta.
El primer elemento que volteó esa versión y lo colocó al empresario en el centro de las sospechas, fue que las pericias demostraron que no había rastros de pólvora en las manos de Morena.
Después se determinó también que el acusado había borrado los mensajes de texto del teléfono de su esposa, eliminado las grabaciones de las cámaras de seguridad del boliche y que hasta intentó limpiar las huellas de la pistola calibre 9 milímetros con mira láser, con la que se cometió el crimen.
“La hizo arrodillar y le martilló en la cabeza”
Al momento de los alegatos, la fiscalía también señaló que Morena se estaba separando de Bellini cuando ocurrieron los hechos y hubo un detalle más que no pasó desapercibido para la acusación: aquella noche el empresario se quedó en la escena del crimen en lugar de acompañar a la víctima al hospital de Haedo, donde ella llegó como NN y murió poco después.
El padre de la víctima, Francisco Pearson, fue uno de los testimonios más impactantes del debate. Ante el tribunal y después frente a los medios, el hombre aseguró que su hija le había contado que Bellini la había amenazado de muerte, haciéndola arrodillar y martillándole un arma en la cabeza.
“Yo traté por todos los medios de sacarla de ese entorno”, contó a TN quebrado por la emoción a la salida de la audiencia, y agregó: “Traje a Morena a mi casa, pero él (Bellini) la vino a buscar y se la llevó”.
El ocaso del “Rey”
En 2011, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Morón condenó a Daniel Bellini a 16 años de prisión por el asesinato de su esposa, Morena Pearson. Un año después, la Cámara de Casación confirmó la sentencia, pero le redujo la pena a 15 años.
Francisco Pearson se mostró en ese momento satisfecho con la decisión de los jueces, aunque aclaró que su satisfacción no era alegría. “Como me dijo mi nieta –hija de la víctima y el condenado–, no tengo motivos para estar contento, mi hija no está más. Ya no tengo a mi hija”, explicó.
Sin embargo, el empresario condenado no pasó mucho tiempo entre rejas. En 2013, la Justicia lo benefició con la prisión domiciliaria después de un planteo de la defensa en el que se demostró que sufría mal de Parkinson.
Finalmente, en 2018, tras cumplir las dos terceras partes de la pena, salió con libertad condicional. El “Rey de la Noche” ya no volvió a ser noticia. Según su actividad en las redes sociales, habría vuelto a casarse con una joven, llamativamente, bastante parecida a Morena.
“Estás dormida a mi lado, después de una de las tantas noches ideales, no dudes que son los momentos más felices, no duermo, disfrutando la paz de tu sueño, recordando los años donde te ibas y quedaba en la soledad de mi celda, ansiando vivir esto”, escribió en una de sus últimas publicaciones.
Y cerró: “Como dice nuestra canción… No hay muerte en el mundo que podría matar, esta historia de amor”.
Por Luciana Soria Vildoza-TN