La Charly García Corner -en Walker Street y Cortlandt Alley, cerca del SoHo de Manhattan- es un homenaje al ídolo a cuatro décadas del que es, para muchos, su mejor álbum.
Desde este mediodía neoyorquino, nuestro gran prócer del rock -como Carlos Gardel u Homero Manzi en Buenos Aires- tiene su propia esquina; la de Walker Street y Cortlandt Alley, la Esquina Charly García (Charly García Corner).
A 40 años del lanzamiento de su segundo disco solista, “Clics Modernos”, -el primero fue “Yendo de la cama al living”-, en un acto organizado por Cancillería, la embajada argentina en Estados Unidos y el consulado local, músicos, amigos y fanáticos se reunieron en Charly García Corner, precisamente donde el ídolo se tomó la foto que sería la portada del mítico álbum.
Estuvieron presentes el embajador Jorge Argüello, el cónsul Santiago Villagra, Josi García Moreno -la hermana de Charly-, los fotógrafos Gabriel Rocca y Andy Cherniavsky y varios músicos y amigos, como Hilda Lizarazu, el Zorrito von Quintiero y Fernando Samalea.
Durante la ceremonia, que fue seguida por García por Instagram Live, contó con la palabra del Mariano Cabrera, el organizador del evento, quien resaltó que Charly “ya es parte de la argentinidad, como el dulce de leche, el fútbol y Gardel”.
Las autoridades descubrieron una placa alusiva y luego, con la voz de Hilda Lizarazu, hubo un mini recital con algunos temas del genial álbum, editado en noviembre de 1983, en los albores de la recuperada democracia: “No soy un extraño”, “Ojos de videtape”, “Los dinosaurios”, “Nos siguen pegando abajo” y “Fanky”, que en realidad es de un disco posterior, “Cómo conseguir chicas”.
Tal vez el mejor álbum de Charly
“Clics Modernos” fue grabado en los Electric Lady Studios de Nueva York. Contó con la participación de Pedro Aznar, Larry Carlton, Doug Norwine y Casey Scheuerrell.
Los nueve temas son de García: “Nos siguen pegando abajo”, “No soy un extraño”, “Dos, cero uno (Transas)”, “Nuevos trapos”, “Bancate ese defecto”, “No me dejan salir”, “Los dinosaurios”, “Plateado sobre plateado” y “Ojos de video tape”. Todas canciones que forman parte de la historia del rock y que Charly inmortalizó a sus 31 años. Larga vida al ídolo.
“Nos siguen pegando abajo” (1983)
Fernando Samalea: “Charly se merece todo”
El baterista y bandoneonista Fernando Samalea, quien participó en Nueva York del acto público y musical por el que la esquina de Walker Street y Cortlandt Alley, donde se tomó la foto de la portada de “Clics Modernos”, pasó a llamarse “Charly García Corner”, confió a Télam que el tributo “fue algo hermosísimo, inolvidable, realmente histórico. Charly se merece todo”.
Con el respaldo del Consulado argentino y también de la alcaldía de Nueva York, tomó forma el impulso de Mariano Cabrera, un actor y director argentino residente en la Gran Manzana, también allí se desarrolló un mini-concierto a cargo de un conjunto integrado por el baterista Fernando Samalea, el bajista y tecladista Fabián “El Zorrito” Von Quintiero, la cantante Hilda Lizarazu, el tecladista Alfi Martins y los chilenos Kiuge Hayashida en guitarra y Toño Silva en batería, todos integrantes de distintas bandas de García, y al que se sumó y también cantó Josi García Moreno, hermana del artista.
“Charly es metafísico y quien ha generado esto. Llegando no solamente a cautivar el almita de infinidad de latinoamericanos, sino a ser celebrado por la propia alcaldía de Nueva York“, destacó Samalea.
El compositor e instrumentista consideró que la actividad neoyorquina “mostró el agradecimiento inmenso que todos sentimos por Charly que realmente transformó nuestras vidas y nos llevó a pasear por las mejores fantasías con sus canciones y sus letras”.
“Él tiene ese componente mágico, esa personalidad única que hace que todos siempre hayamos estado cautivados proyecto tras proyecto y por cómo fue reinventándose a sí mismo en este caso su reinvención maravillosa de la mano de ‘Cliccs Modernos'”, repasó.
En comunicación con esta agencia, el músico sostuvo que la actuación musical callejera y al aire libre “fue realmente alucinante por poder celebrar ese disco que uno ha conocido como público y de golpe terminé en ese mismo lugar teniendo esa posibilidad de recrear esas canciones bellísimas junto a mis compañeros”.
“Fue realmente -subrayó- un momento que, aunque sea obvio y cursi decirlo, nos guardaremos para siempre porque nos sorprendió. Aunque ya veníamos preparados a vivir algo maravilloso esto de hoy nos llevó al estado mitológico con una connotación poética enorme, con un día divino, con toda la gente cantando sus canciones”.
La esquina de “Clics Modernos”, parada obligada para los argentinos que visitan Nueva York. (Prensa Cancillería)