La grave sequía aumentó sensiblemente el nivel del cloruro de sodio que llega a las canillas hogareñas. Mientras tanto, en los comercios se agotan los stocks de bidones y el gobierno desespera en busca de salidas.
a emergencia hídrica que atraviesa Uruguay se sigue acrecentando con la falta de lluvias y los especialistas destacan “el aumento de cloruro de sodio” en el agua que distribuye Obras Públicas del Estado (OSE) a las redes hogareñas, mientras desde el gobierno de Luis Lacalle Pou se buscan desesperadamente alternativas para enfrentar lo que ya es un drama hídrico. Si bien la exoneración de impuestos para el agua embotellada intentó paliar la crisis, el aumento del consumo fue exponencial y en los comercios ya hay falta de stock de bidones, lo que llevó a los especialistas a analizar formas en que podría avanzarse en un plan de reutilización del agua de los hogares.
El descenso de la reservas de agua dulce en el país vecino, que rondan el 1% del caudal normal, llevó a la ciudad de Montevideo y zonas aledañas a la peor crisis hídrica que se tenga registro, ya que la represa de Paso Severino (la principal fuente de agua dulce de la zona metropolitana), se encuentra prácticamente agotada por la sequía.
Se teme que por mínimo los próximos 10 días el agua que salga de las canillas no sea potable, ya que para no detener el suministro en los hogares, el agua del río Santa Lucía comenzó a ser mezclada con la del Río de la Plata, que contiene sal. Esto llevó a un vertiginoso aumento de cloruro y sodio en el recurso distribuido por OSE.
Según un comunicado emitido por la Presidencia de la República Oriental del Uruguay, se encontró un promedio de cloruros entre 785 mg/L y 873 mg/L. El límite máximo permitido, establecido por el Ministerio de Salud Pública (MSP) después de la solicitud de aumento presentada por OSE, es de 720 mg/L.
El informe también detalla que se registró un promedio de sodio entre 468 mg/L y 516 mg/L en las líneas de bombeo, mientras el límite máximo permitido es de 440 mg/L, lo que indica que, al igual que los cloruros, se excedieron los límites establecidos.
Además, el escrito señala que el consumo total de agua suministrada por OSE en Montevideo y la zona metropolitana en las 24 horas previas a la medición fue de 493.712 m³ (metros cúbicos). Estos datos son esenciales para comprender la demanda de la población y evaluar la capacidad actual de abastecimiento del sistema.
Reutilizar el agua de los hogares: la idea del gobierno uruguayo
La cantidad de agua potable que se pierde en acciones cotidianas del hogar empiezan a pesar en un momento de emergencia, de sequía y de falta de agua dulce. Es por ello que el gobierno está desarrollando un plan para que las aguas desechadas del hogar sean reutilizadas para el riego en el ámbito agropecuario.
Si consideramos que cada vez que alguien se baña gasta entre 80 y 120 litros de agua dulce y que tirar la cadena gasta 10 litros más y lavar los platos entre otros 15 a 30 litros, da como resultado que una persona usa entre 100 y 200 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades de consumo e higiene.
La propuesta busca reutilizar estos desechos de aguas grises, que son las que surgen de la ducha, el lavarropas, la cocina o la pileta de baño, pero no así las aguas negras, que son las que salen del inodoro y del bidet. Sin embargo, reutilizar esos recursos en viviendas que ya están construidas puede ser un problema según los especialistas.
“Están todos los desagües yendo juntos, por la misma tubería y la misma cámara que se conecta al colector”, explicó la ingeniera civil Julieta López. Por lo tanto, habría que romper pisos y paredes si se quisiera realizar un doble saneamiento para la división de aguas.
A pesar de ello, el Ministerio de Ambiente busca aprovechar las obras de saneamiento, utilizadas para llevar recursos a 61 localidades del interior, para pedir que en los pliegos de las licitaciones se agregue la posibilidad de que las aguas hogareñas sean reutilizadas para el riego en el ámbito agropecuario.
La propuesta consiste en sumar a la cadena de tratamiento de las aguas residuales una última etapa para que se pueda bombear o trasladar en camiones cisternas. Hasta ahora, el proceso que realiza OSE para tratar las aguas termina en ríos o arroyos. “La tecnología (para hacerlo) existe”, consideró de igual manera la ingeniera López.
La idea fue presentada por el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, quién explicó a El Observador que OSE y la Corporación Nacional para el Desarrollo están trabajando para incorporar ese último paso que puede llevar el agua ya usada al riego de los campos. “En Uruguay estamos acostumbrados a derrochar el agua porque teníamos mucha abundancia”.
Con este plan, cuando el agua potable sea utilizada para la ducha, el lavado o la cocina, el líquido volverá a la red de saneamiento de OSE, de allí a la planta de tratamiento y, en lugar de terminar en un río, se llevará a un sistema de riego.
El aumento de consumo de agua embotellada
Para tratar de frenar la crisis y llevar un poco de calma a los hogares, el gobierno nacional buscó bajar el precio del agua embotellada con una reducción de impuestos, lo que llevó el bidón a costar entre los 69 y los 89 pesos uruguayos, lo que serían aproximadamente 2 dólares.
En este mismo sentido, Id Retail, una empresa especializada en la investigación de mercados, señaló que “el precio promedio del litro de agua embotellada ha disminuido, en promedio, en un 40% en todas las grandes superficies”, luego de la exoneración de los impuestos IVA e Imesi.
Según informó este viernes, a partir del 21 de junio las ventas diarias de agua embotellada ha aumentado un 15% en comparación con días previos. A su vez, destacó la diferencia de ventas con el 2022: “Las grandes cadenas de supermercado han experimentado un crecimiento significativo de agua embotellada, con aumentos del 256% en mayo y del 243% en junio de 2023, en comparación con el año anterior”.
Este incremento también ha llevado a un agotamiento del stock de bidones en los comercios. En ‘El Clon‘, una cadena de supermercados, llegan a agotarse en tan solo dos horas. “Estamos reponiendo todos los días, recibimos 200 bidones por día y nos duran menos de dos horas. Al principio la gente venía y hacía mucha cola, tratamos de tener siempre stock, pero es difícil. Por eso tenemos la restricción de dos bidones por persona“, indicó Martín Domínguez, encargado de una de estas tiendas.