Mientras continúa preso, Germán Kiczka será expulsado de la Cámara de Representantes en la sesión de esta semana. El intento de Ramón Puerta por despegar a su hijo Pedro y las pruebas de una relación de años e intimidad que involucra incluso a los hermanos.
Germán Kiczka dejará de ser diputado provincial desde este jueves, cuando la Cámara de Representantes vote, seguramente por unanimidad, por el dictamen que firmó la Comisión Investigadora, integrada por legisladores de todos los espacios, que servirá como instrumento legal para que la mano derecha de Pedro Puerta y amigo de toda la vida, aunque ahora pretendan negarlo, abandone el Poder Legislativo, lugar al que accedió mediante una banca en representación de Activar y Juntos por el Cambio.
Mientras la investigación contra Kiczka y su hermano Sebastián avanza, con ambos recluidos en celdas separadas, en la Unidad Penal VIII, de Cerro Azul, comienzan a trascender las abrumadoras pruebas que ubican al puertista, en lo que sería una red de distribución y consumo de material pedófilo que incluye aberrantes escenas, incluso con niños de tres años, según reveló la fiscal Daniela Dupuy, quien inició la investigación que derivó en el primer
allanamiento en la casa de Leonardo Kiczka, padre de los hermanos.
La fiscal porteña dijo que, en todos los años que lleva investigando este tipo de crímenes, nunca vio un material tan contundente. “Las imágenes son aberrantes. Más allá de que trabajamos hace más de 10 años en la temática, nunca dejamos de conmovernos. Son realmente tremendas”, señaló.
En este contexto, desde la Cámara de Representantes, la respuesta será definitiva luego de que se siguieran todas las instancias previstas cuando alguno de sus miembros es requerido por la justicia ordinaria: primero el desafuero, luego una investigación exhaustiva y por último la expulsión del involucrado. Para los misioneros es una clara señal de madurez política y una muestra cabal de que sus instituciones funcionan.
Como repuesta conexa al escándalo del diputado Kiczka, la propia legislatura trabaja en un proyecto que ayudará a la justicia para investigar, perseguir y encarcelar a los autores de un crimen tan aberrante. El jueves último, tomó estado parlamentario el proyecto del vicepresidente primero de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, para la creación de una Fiscalía Especializada en Ciberdelitos. La iniciativa apunta a dos de las banderas que el
oficialismo provincial exhibe: el uso de las nuevas tecnologías y la justicia en beneficio de los ciudadanos de la provincia.
Raid mediático
Con la suerte del amigo de la familia, mano derecha y ahijado político de la familia Puerta, ya echada, tanto Ramón, el exgobernador de la provincia como su hijo Pedro, salieron a los medios nacionales para intentar despegar al clan de los aberrantes delitos que involucran a una persona tan cercana a ellos.
En primera instancia, cuando el juez de Instrucción IV, Miguel Faría, comenzó a investigar, la respuesta del puertismo fue minimizar la causa. Ahora, con Kiczka detenido, el relato cambió y con la ayuda de comunicadores porteños, padre e hijo buscaron desprenderse del otrora socio comercial y dirigente del partido Activar, pyme política de Pedro Puerta.
En una de las entrevistas, el dirigente que en los años 90 fue llamado “el mejor alumno del menemismo” por el propio Carlos Menem, se mostró titubeante e inseguro. Parecía convencido de que el vínculo de su familia con Germán Kiczka superaba cualquier frontera política o comercial. Sin embargo, mientras hablaba, sus palabras parecían contradecir lo que su mente intentaba procesar: una conexión tan estrecha no podía desvanecerse fácilmente. Contradicción, pura y dura.
Y mientras Ramón Puerta intentaba desligar a su hijo Pedro de Germán Kiczka, trascendieron capturas de pantalla de un grupo de Whatsapp denominado “Cigarros”, integrado, entre otros, por los hermanos Kiczka y otros nombres como Pedro, Lucio, Gastón y Alejandro, quien, según el expediente que tramita el juez Faría, decía “tengo ganas de agarrar menores”. La prueba fue hallada en uno de los celulares secuestrados.
Tanto esa conversación, como otras capturas, fotos y videos de redes sociales, muestran la clara cercanía entre los hermanos presos por pedofilia y la familia Puerta. Aunque intenten negarlo, los archivos los exponen.
Por Sergio Fernández