En la premiación anual del club, el plantel y el cuerpo técnico se enteraron de la gran noticia, y el arquero desató su algarabía empapando con champaña a compañeros
Villa Park es uno de los escenarios emblemáticos del fútbol inglés. Un estadio de ésos cuyos nombres refieren a Premier League, a historia, a fundadores del fútbol. The Holte End es su tribuna más conocida: 20.000 hinchas la cubren en cada partido, incluido los de la barra. Y debajo hay un sitio especial.
The Lower Grounds (algo así como “los suelos de más abajo”) es lo que está del otro lado de la grada, entre el piso y los escalones. La zona VIP de la mole. El lugar óptimo para que el club, Aston Villa, desarrolle allí cada año su cena de premiación de fin de temporada.
Una fiesta, en la que celebran mancomunadamente los futbolistas varones, las futbolistas, sus familiares, los cuerpos técnicos, la directiva, invitados en general. A veces hay más por festejar que otras. Pocas, algo tan grande como lo de 2024. Y si el motivo de mayor celebración se dispara en directo, durante la cena, ¿qué mejor?
“Este equipo”
La premiación incluye el galardón al mejor jugador de la temporada, votado por los jugadores, y lo mismo pero seleccionado por hinchas. Se distingue al mejor gol, también, y al mejor juvenil. Las futbolistas tienen sus reconocimientos, también. Y hay otros ganadores en la noche: niños desfavorecidos de Birmingham y alrededores, para cuya ayuda contribuyen las ganancias que deja el gran acontecimiento.
Este martes, el lauro más importante, el de mejor jugador, correspondió a Ollie Watkins, que sobresalió con 27 goles y 13 asistencias en 52 partidos en el curso 2023/2024 –al que le falta un compromiso de la Premier, por cierto– y fue elegido por los compañeros. La desazón por la reciente eliminación en la Conference League no tuvo lugar en la gran cena de la familia Aston Villa.
Que tiene dos componentes argentinos. Uno es Emiliano Buendía, que este lunes no fue parte del 3-3 con Liverpool por la penúltima fecha de la liga inglesa. Sí estuvo el marplatense en el Villa Park, con sus hijos, y el club lo destacó en X. “Emi Buendía, de Argentina”, tituló una foto del mediocampista ofensivo. El otro albiceleste es un peso pesado de la entidad. Del fútbol global, hoy por hoy.
Emiliano Martínez recibió un reconocimiento especial, pero no anual. No todos los años Aston Villa ensalza a una de sus figuras con un premio al “número uno del mundo” en su puesto. Esta vez sí, porque a Dibu lo había exaltado la propia FIFA en 2023: el también marplatense recibió un trofeo de felicitación por haber sido distinguido con el lauro Lev Yashin al mejor arquero del planeta en la temporada. Venía de ser campeón mundial en Qatar 2022, por supuesto.
“El Número Uno del Mundo”
Y más allá de algún error, como el gol en contra que causó en ese 3-3 con Liverpool, es un baluarte de Aston Villa. Y un personaje de peso en el plantel. Bromista y extrovertido, como lo es en el de la selección argentina.
¿Qué sucedió que todos celebraron en vivo en The Lower Grounds? La cena coincidía con el encuentro que Tottenham Hotspur sostenía con Manchester City en Londres, pendiente desde hacía mucho tiempo. El conjunto de Cristian “Cuti” Romero y Giovani Lo Celso aún tenía chances de alcanzar el cuarto puesto de la Premier, es decir, de acceder a la Champions League 2024/2025. Y Tottenham perdió, por 2-0, y quedó a cinco puntos de esa cuarta ubicación, a falta de un partido. O sea, fuera de rango.
¿Quién ocupaba esa posición? Aston Villa, que, ya inalcanzable –terminará cuarto, nomás–, se aseguró participar en el máximo certamen europeo de clubes a partir del segundo semestre. Un mérito para un histórico del fútbol inglés cuyas épocas doradas quedaron lejos en el tiempo. De hecho, el club villano, el sexto entre los más veces campeones de la liga local (siete), volverá a disputar la Orejona luego de ¡41 años!
Lo hará con Dibu Martínez como estrella, un factor decisivo en los avances de estos últimos tiempos del equipo bordó y celeste. El arquero de 31 años va camino a cumplir cuatro en la institución –proveniente de Arsenal– y tiene, según el contrato, otros tres por delante, hasta junio de 2027. Prácticamente un jugador-franquicia ya, el jocoso número 1 se permitió ser de los más eufóricos al celebrar la clasificación, de la que todos se enteraron en plena comida de gala.
“Qué momento”
Dibu había sentido el sabor de la Liga de Campeones. Su última vez actuación en ese campeonato fue hace nueve años, en noviembre de 2014, cuando atajó por Arsenal en un 2-0 sobre Borussia Dortmund –finalista en esta temporada, dicho sea de paso–. Y entonces, la novedad de que volverá a disfrutar ese espectáculo de torneo lo extasió.
Emiliano tomó una botella de champaña, descorchó y empapó a los que tenía cerca: compañeros, un camarógrafo… No le importó que la ropa que vestían fuera de alta calidad, elegante. El argentino, como lo hace en las canchas, apareció como el más efusivo para expresarse. La ocasión, más de cuatro décadas de abstinencia del club en la elite europea quebradas, lo autorizaba.