A fines del año pasado, Ignacio Agustín Noto habría golpeado a Florencia Guiñazú y la dejó encerrada en el baño. Un vecino la rescató y llamó a la Policía, pero ella decidió no denunciarlo.
Florencia Guiñazú, la joven de 30 años que fue asesinada a golpes por su esposo en Mendoza, ya había sido víctima de violencia de género por parte de Ignacio Agustín Noto.
El hecho ocurrió el 25 de noviembre del año pasado, cuando el hombre de 32 años la dejó encerrada en el baño tras una discusión. Fue un vecino quien escuchó los gritos de ella y llamó al 911.
Esta persona encontró a Florencia en estado de shock, y la chica manifestó que había sido golpeada y privada de su libertad en el baño del departamento de calle Bombal, entre calles Magallanes y Adolfo Calle vieja, en Guaymallén.
“Era una pareja de relación muy abierta. Pero las peleas eran constantes en los últimos tiempos”, detalló este domingo el medio local El Sol de Mendoza.
En aquel momento, la víctima optó por no seguir la acción penal. En ese sentido, fuentes judiciales confirmaron a TN que no existen denuncias penales en contra de Noto.
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Tras el crimen, el Colectivo Feminista Valle de Uco emitió un fuerte comunicado en repudio al tratamiento de los casos por violencia de género, tanto en Mendoza como en todo el país.
“Sabemos que el Estado está totalmente ausente frente a los casos de femicidios, que no se toman el trabajo de ordenar medidas de protección y últimamente ni siquiera investiga”, señalaron.
En esa misma publicación, sentenciaron: “Una vez más la violencia machista y femicida nos arranca a golpes la vida de una piba. Hermosa Florencia, te despedimos con enorme tristeza. Abrazamos a tus niños y toda tu familia”.
Quién era Florencia Guiñazú, la mujer asesinada a golpes por su marido en Mendoza
Florencia Guiñazú, que fue asesinada a golpes por su pareja este sábado, había cumplido años el 30 de marzo. Era madre de un nene de 7 años y una nena de 5 y vivía en Mendoza.
En la biografía de su cuenta personal de Instagram, tenía una lista de sus prioridades: el amor por sus hijos y la pasión por el fútbol, el rugby y el crossfit. También hacía trabajos como modelo para distintas marcas.
La joven de 30 años se había recibido hace algunos años de la Tecnicatura Superior en Higiene y Seguridad Laboral en el Instituto de Educación Superior Valle de Uco (IESVU), en Mendoza.
Ligada al arte en distintos aspectos, Guiñazú había incursionado como tatuadora hace un tiempo e incluso había llegado a lanzar su propio emprendimiento. A través de una cuenta de Instagram paralela a la personal, mostraba los diseños que hacía.
Fuente: TN