La subdirectora gerente del organismo, Gita Gopinath, destacó la importancia de reformas estructurales y fiscales en nuestro país para mantener la estabilidad y promover un crecimiento sostenible. Fue tras la aprobación del directorio ejecutivo del desembolso de casi US$800 millones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que para la Argentina “los riesgos siguen siendo elevados” e insistió en la necesidad de mejorar la calidad del ajuste fiscal. Así lo afirmó la número dos del Fondo, Gita Gopinath, tras la aprobación del directorio ejecutivo del desembolso de casi US$800 millones.
Sostuvo que la Argentina debe buscar mejorar la calidad del ajuste y seguir con “los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias”, racionalizar los subsidios, gastos tributarios y reforzar el control del gasto. Señaló que ante esos riesgos elevados es necesaria una “implementación ágil de las políticas”.
“Los riesgos, aunque moderados, siguen siendo elevados, lo que exige una implementación ágil de las políticas. La planificación de contingencias seguirá siendo fundamental y las políticas deberán seguir adaptándose a la evolución de los resultados para salvaguardar la estabilidad y garantizar que se sigan cumpliendo todos los objetivos del programa”, indicó.
El organismo emitió un comunicado con declaraciones de Gopinath, luego de que el directorio ejecutivo aprobara la 8ª revisión del programa, avalando un desembolso y destacando el cumplimiento de las metas del programa que habían sido alcanzadas y superadas por el Gobierno de Javier Milei, en reservas, ajuste fiscal y política monetaria.
“Desde la última revisión, las continuas y decididas medidas para restablecer la estabilidad macroeconómica han encarrilado firmemente el programa”, destacó Gopinath.
Destacó que “el plan de estabilización —centrado en una sólida ancla fiscal sin financiamiento monetario— ha generado superávits fiscales y externos, un significativo aumento en las reservas, un fortalecimiento del balance del banco central y una desinflación más rápida de lo previsto, al tiempo que se ha incrementado el gasto social”.
Dijo que “todas las metas cuantitativas de desempeño hasta finales de marzo se superaron, y se avanzó en la implementación de las reformas estructurales”.
Pero Gopinath alertó que, a pesar de esos logros, “persisten algunos desequilibrios macroeconómicos y obstáculos al crecimiento, y aún queda por delante un proceso con desafíos. Se deben seguir fortaleciendo las políticas para afianzar los avances logrados hasta ahora, al igual que seguir ampliando el apoyo político y social a las reformas y protegiendo a los más vulnerables”.
Advirtió que “se han logrado avances sustanciales en alcanzar el equilibrio fiscal y ahora se debe dar prioridad a seguir mejorando la calidad de la consolidación fiscal”.
Y consideró que se “deben proseguir los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias de las personas físicas, racionalizar los subsidios y gastos tributarios y reforzar el control del gasto. Más allá de este año, será fundamental profundizar las reformas de los sistemas tributario, de pensiones y coparticipación, para así gradualmente eliminar los impuestos distorsivos”.
Agregó que “la política monetaria y cambiaria debe evolucionar para seguir afianzando el proceso de desinflación y mejorar aún más la cobertura de reservas. Para apoyar la transición hacia un nuevo régimen monetario, en el que la estabilidad financiera y de precios sigan siendo los objetivos primordiales del banco central y donde el uso de divisas sea de libre elección, la tasa real de política monetaria se mantendría positiva para sostener la demanda de pesos y seguir reduciendo la inflación”.
Consideró que “la política cambiaria también debería hacerse más flexible para reflejar los fundamentos económicos, salvaguardar la desinflación, y el proceso de acumulación de reservas, sobre todo a medida que las medidas de gestión de los flujos de capital se levanten gradualmente en la medida que las condiciones lo permitan”.
Y dijo que “también son necesarias nuevas medidas para definir los pilares del nuevo régimen monetario, así como para desarrollar y empezar a implementar una reducción gradual de los controles de divisas”.
Gopinath sostuvo que “una mayor atención a las reformas a nivel micro contribuirá a apoyar la recuperación e impulsar el potencial de desarrollo. Las reformas propuestas para mejorar la competitividad, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y mejorar la previsibilidad del marco regulatorio de la inversión son pasos en la dirección correcta, y su aprobación y cuidadosa aplicación deberían ser prioritarias. Esto debería complementarse con reformas para mejorar la transparencia y la gobernanza”.