El oficialismo deslizó su idea para las extraordinarias tras una reunión de Bullrich con senadores. Cronograma ambicioso y desafío para Santilli
Mientras prepara el llamado a sesiones extraordinarias del Congreso, el gobierno de Javier Milei quiere acelerar el tratamiento de la reforma laboral, que preveía dejar para febrero. El nuevo plan es enviar el proyecto al Senado para que la discusión empiece ahí y buscar aprobarlo en diciembre, antes de fin de año, para que la Cámara de Diputados tenga el debate final en febrero.
La idea fue transmitida por la futura jefa del bloque oficialista, Patricia Bullrich, a los senadores con los que mantuvo este miércoles una primera reunión para empezar a diseñar la estrategia parlamentaria sin perder tiempo, dado que el Gobierno se propone avanzar con el Presupuesto 2026 y las reformas laboral, tributaria y penal en las extraordinarias.
"La laboral entra por Senado y la del Código Penal posiblemente también", confirmaron a iProfesional fuentes de La Libertad Avanza (LLA) que siguieron de cerca la reunión de Bullrich con los senadores. El proyecto para "modernizar" la Ley de Contrato de Trabajo -como lo define el oficialismo- todavía no fue enviado por el Gobierno al Congreso.
Para que la reforma se empiece a discutir en el Senado después del recambio de legisladores del 10 de diciembre (fecha elegida por Milei para que empiecen las sesiones extraordinarias, con más legisladores propios) debería ser enviado a principios de diciembre.
Bullrich aspira a reunir los votos en el Senado para darle media sanción a la reforma laboral entre el 10 y el 31 de diciembre y dejarla lista para buscar la aprobación final en Diputados durante la segunda parte de las extraordinarias, que empezaría a fines enero y se extendería durante febero. No obstante, la operación no es sencilla y demandará de una coordinación muy fina entre el Ejecutivo y sus alfiles en el Congreso.
¿Qué desafíos enfrenta el Gobierno para avanzar con la reforma laboral en el Senado?
Si el Gobierno avanzara con ese plan, la reforma laboral que plantea una flexibilización de contrataciones y despidos y aumentos salariales por productividad -de acuerdo a los puntos que trascendieron- se trataría en el Senado mientras la Cámara de Diputados discute el Presupuesto 2026, que el oficialismo aspira a convertir en ley antes del 31 de diciembre.
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Los cambios clave de la reforma laboral que quiere el Gobierno
Es decir que la eventual aprobación de la reforma laboral sería en diferido mientras que la del Presupuesto tendría que ser exprés, dado que se busca la aprobación de las comisiones y del recinto en las dos Cámaras durante un mes que se ve interrumpido por las fiestas: el 24, 25 y 31 de diciembre será imposible sesionar. Por ello se maneja la posibilidad de que haya alguna sesión después de Navidad.
Aquí aparece el primer desafío para el plan que diseña el Gobierno por estas horas, porque la ley de Presupuesto es prioridad según vienen señalando los principales funcionarios y esto se debe a que la oposición y sobre todo los gobernadores -que acercan o retacean votos en el Congreso- lo ponen como condición para tratar las otras reformas que impulsa Milei.
La negociación de una está atada a la otra y el desafío, en este caso, pesa sobre el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, a quien Milei le encomendó la búsqueda de acuerdos con los gobernadores para poder aprobar todo el paquete legislativo.
El rol clave del trío Santilli-Bullrich-Menem para el éxito de Milei en el Congreso
De esta forma, la posibilidad de darle media sanción a la reforma laboral en el Senado antes de fin de año depende mucho también de las gestiones con los gobernadores para lograr un acuerdo previo. En ese marco, el flamante ministro del Interior inició este miércoles una gira por distintas provincias, que se complementará con reuniones en Casa Rosada.
Esto implica que la mesa política del Gobierno tendrá que funcionar con presición suiza y disciplina prusiana. Santilli en el diálogo con los gobernadores, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, en la relación con los diputados y las instrucciones a los recién llegados -algunos de los cuales están haciendo un curso acelerado sobre el reglamento de la casa- y lo mismo Bullrich en el Senado.
La futura jefa del bloque de senadores de LLA se muestra hiperactiva en la tarea de construir una mayoría. El oficialismo necesitará sumar 17 senadores de otros bloques para eso. Si bien Bullrich aspira a lograr una fractura en Unión por la Patria y acercar votos de los peronistas más disconformes con la conducción kirchnerista, sin el apoyo de los gobernadores parece imposible alcanzar la mayoría de 37.
No obstante, Bullrich se mueve a paso acelerado y tras reunirse con los senadores tiene previsto mantener su primer encuentro el viernes con la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, quien se encuentra excluida de todas las decisiones del Gobierno enfrenta el riesgo de quedar totalmente aislada, entre la nueva referente de la Rosada y la secretaria de Presidencia, Karina Milei, que intentará poner al presidente provisional de la Cámara alta.
La reunión es importante precisamente por eso. El encuentro de Villarruel y Bullrich ayudaría a ordenar la estrategia de un oficialismo que ha tenido varios traspiés a causa de las internas. También es una muestra más de que la futura jefa del bloque de LLA está muy activa para tratar de generar ese orden antes de que empiecen las sesiones extraordinarias.
Un objetivo ambicioso en la Cámara más difícil para el Gobierno
"Reunimos el bloque. Estamos preparándonos para las reformas y fortaleciendo el diálogo constructivo con todos los espacios que quieren una Argentina que no pare de crecer", expresó Bullrich en sus redes junto a la foto del encuentro que mantuvo con los senadores.
En efecto, la Cámara alta es el lugar más complejo para La Libertad Avanza desde que Milei llegó al Gobierno. Más allá de la seguidilla de derrotas que sufrió antes de las elecciones, el Senado fue el primer lugar donde le rechazaron un DNU y donde perdió la capacidad de controlar la agenda.
La situación será muy distinta a partir del recambio legislativo del 10 de diciembre, pero no será fácil. El objetivo de Bullrich es recrear con la nueva composición aquel acuerdo transversal que había logrado Villarruel a printicpios de la gestión, cuando unificó a todos los sectores no kirchneristas para arrebatarle el control de las comisiones a Unión por la Patria, que es el bloque más numeroso.
Aquel acuerdo se diluyó entre el enfrentamiento de Milei con Villarruel que derivó en una desconexión total y el calor de la campaña electoral, donde varios gobernadores quedaron enfrentados a LLA en sus provincias. Con el triunfo del oficialismo, algunos de ellos vuelven a acercarse.
Esa situación alimenta el optimismo del gobierno de Javier Milei, donde si bien saben que su situación parlamentaria aún no es la ideal, ven buenas chances de aprobar el Presupuesto y que los acuerdos se proyecten sobre la reforma laboral. Por eso ahora deciden acelerar y ver si logran algo que hasta hace poco ni se les ocurría: darle media sanción a ese proyecto medular de la agenda libertaria en el Senado antes de que termine el año.

Por Pablo Sieira-IProfesional

