Misiones Para Todos

El mesianismo ¿al poder?

El decretazo y la reacción del Presidente ante las protestas confirman sospechas estremecedoras. El espejo roto de Menem. ¿El choque se puede evitar?

El decretazo sin necesidad ni urgencia que el presidente Javier Milei presentó este miércoles y la reacción del jefe del Estado frente a las protestas que se produjeron no bien finalizó su exposición en cadena nacional confirmaron las sospechas de que el país está en manos de un líder mesiánico con peligrosa vocación de ejercer el poder a martillazos, de espaldas a las normas del Estado de Derecho y vomitando maldiciones sobre la casta que desprecia, a pesar de que gobierna rodeado de ilustres representantes de esa elite.

El problema -el riesgo que no puede divisar desde las alturas de su ego monumental, que es a la vez un riesgo para el conjunto de la sociedad- es su debilidad política, camuflada por los números de un ballotage que no se traducen en el poder de fuego parlamentario que necesita para que sus reformas radicales pasen el filtro de la democracia, a menos que esté pensando en cerrar el Congreso. Si su temeridad no llega a tanto, está en problemas: como reveló Mauricio Cantando, su mega-DNU fundacional tiene pronóstico reservado, acechado por una mayoría que le reclama que mande leyes en vez de disparos de lapicera.

Además del golpe de nocaut que representa para las clases medias y populares, como explican Marcelo Falak y Eugenia Muzio en Letra P, el DNU firmado por Milei contiene enormidades jurídicas del tamaño de quien, como dice el diccionario de la Real Academia Española cuando define “Mesías”, se siente rey, un redentor enviado por Dios para salvar a la Humanidad o un sujeto real o imaginario en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida.

Forma y fondo

Para muestra, tres botones extraídos de los 30 puntos principales del decretazo expuestos este miércoles:

12. Reforma del Código Aduanero “para facilitar el comercio internacional”.

20. Modificación del Código Civil y Comercial “para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes”.

21. Modificación del Código Civil y Comercial “para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada”.

Los códigos Aduanero y Civil y Comercial, como el Penal y el Procesal Penal, entre otros, son plexos normativos que establecen el ordenamiento jurídico de fondo que rige el sistema de administración de Justicia.

La última reforma del Civil y Comercial, que fue aprobada por el Congreso en 2014 y comenzó a regir en 2015, mereció un extenso debate político, jurídico, académico y por último parlamentario que le otorgó una sólida legitimidad.

También durante la última presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, un proyecto de modificación integral del Código Penal naufragó por falta de consenso político a pesar de que había sido redactado por una comisión de juristas referentes de un amplio abanico de fuerzas con representación parlamentaria (peronistas, radicales, socialistas, macristas…) y de que había sido sometido a un largo escrutinio académico en una gira por universidades de todo el país.

Milei pretende reformar dos códigos de fondo del ordenamiento jurídico nacional con un DNU.

La plaza roja de Buenos Aires

La protesta aparentemente espontánea que siguió al anuncio del mega-DNU -coro de cacerolas en los balcones de numerosas ciudades y una concentración frente al Congreso de personas no identificadas con fuerzas políticas organizadas- mereció una advertencia y una sesión colectiva de psicoanálisis por parte del Presidente.

“Les aviso que habrá más” de la medicina de shock que contiene el decretazo, avisó por la mañana en Radio RivadaviaPablo Lapuente le puso títulos a ese anuncio: según pudo saber Letra P, el Poder Ejecutivo prepara otro paquete de reformas que incluirá la reversión del Impuesto a las Ganancias, modificaciones en la fórmula jubilatoria, blanqueo de capitales, derogación de las PASO e implementación de la boleta única electoral.

Puede ser que haya gente que sufre el síndrome de Estocolmo”, diagnosticó el ultraderechista, en referencia al trastorno que sufren las personas que generan un lazo afectivo con sus secuestradores. “Están abrazados y enamorados del modelo que los empobrece. Hay gente que mira con nostalgia, amor y cariño al comunismo”, abundó. Milei insiste en comparar a la Argentina del peronismo, del radicalismo y del macrismo con la Unión Soviética de Iósif Stalin o con la China de Mao.

Espejito espejito

“A partir de hoy, rompemos la teleraña de un Estado prebendario, asfixiante y arbitrario que trabó la vida productiva nacional con un conjunto de innecesarias regulaciones”, anunció Carlos Menem en 1991, cuando presentó, en cadena nacional, el decreto de desregulación económica que sentó las bases del modelo neoliberal que encajó a la Argentina en el mundo gobernado por el Consenso de Washington. El entonces presidente aseguró que lo hacía “en beneficio principal de los más desposeídos”.

No hay casualidades. Milei se inspira en el menemismo, pero el espejo le devuelve malditas diferencias que acaso no quiera ver.

Cuando llegó a la Casa Rosada, Menem ya había gobernado La Rioja, había sido encarcelado por la dictadura y había vuelto a gobernar La Rioja.

Cuando anunció su decretazo desregulador, Menem gobernaba con cuórum propio en el Senado y con el peronismo como primera minoría en la Cámara de Diputados.

Cuando llegó a la Casa Rosada, Milei hacía diez minutos que había dejado de ser panelista de televisión.

Cuando anunció su decretazo, el libertario gobernaba -lo hará al menos por dos años- con un Congreso hiperfragmentado y una tropa propia exigua: siete bancas en el Senado y 36 en la Cámara baja. Si quiere más, tiene que negociar con esa casta que maldice como un mantra y ya le muestra los dientes -las principales figuras del peronismo, el presidente de la Coalición Cívica, Maximilano Ferraro; el exprecandidato presidencial del PRO Horacio Rodríguez Larreta, el presidente de la UCR, Martín Lousteau, y el peromacrista bloque Cambio Federal dijeron que “así, no”-.

No hay caso: Milei se cree Menem, pero no es Menem. Ni le ata los cordones. Sin embargo, acepta ser comparado con Konrad Adenauer, primer canciller de la Alemania Occidental, líder de la reconstrucción alemana después de la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué tiene en la cabeza el Presidente para lanzarse a una misión que no tiene chances de salir bien -pueden pasar dos cosas: que el Congreso le voltee el decretazo y se convierta en el pato rengo más precoz de la historia o que pase lo contrario y el Parlamento se transforme en un bodoque inútil-?

¿Se siente rey?

¿Se cree un redentor enviado por Dios para salvar a la Humanidad argentina?

¿Será un sujeto en cuyo advenimiento hay puesta confianza inmotivada o desmedida?

Pronto se sabrá. La Argentina libertaria es puro vértigo.

Javier Milei en cadena nacional anunció el decretazo.

Javier Milei en cadena nacional anunció el decretazo.

Por Juan Rezzano-Letra P