La hutí es la única de las diversas milicias respaldadas por Irán que no ha sufrido graves reveses este año.
En un reciente discurso, el líder de los hutíes de Yemen anunció con orgullo el balance de su grupo en el último año: el grupo atacó 193 barcos que pasaban por su país, y lanzó más de 1.000 misiles y aviones no tripulados contra sus enemigos, incluido Israel. Todo ello, en apoyo al grupo Hamás en Gaza y a Hezbolá en el Líbano.
Anteriormente descrito como “una milicia harapienta en sandalias”, o “granjeros con armas”, el grupo hutí también ha lanzado misiles balísticos contra Israel y, recientemente, derribó un avión no tripulado estadounidense. Hasta ahora, nada parece capaz de detenerlos: ni una fuerza marítima internacional para proteger la navegación en el mar Rojo, ni los repetidos bombardeos aéreos de las zonas que controlan.
“Los hutíes son más fuertes, más competentes técnicamente y miembros más prominentes del Eje de la Resistencia de lo que eran al comienzo de la guerra”, escribe en un análisis Mike Knights, investigador principal del Instituto Washington de Política de Oriente Próximo.
El llamado “Eje de la Resistencia” está compuesto por grupos militares con base en Gaza, Líbano, Irak y Yemen. Todos ellos, en mayor o menor medida, están respaldados por Irán y se oponen a Israel y Estados Unidos.
Miembros prominentes del “Eje de la resistencia”
“Podría decirse que los hutíes han capeado el año de guerra sin sufrir grandes reveses […] y han ofrecido el mejor rendimiento militar de todos los actores del Eje”, explica Knights en su análisis.
Así pues, los hutíes se están convirtiendo en miembros prominentes del Eje y su líder, Al Huthi, está siendo considerado incluso como posible sustituto del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, asesinado por Israel el mes pasado, y como una especie de jefe simbólico de la alianza proiraní.
“En ausencia de Nasralá, Abdelmalik Al Huthi ha actuado con rapidez para llenar el vacío”, confirma a DW Mohammed Albasha, analista de seguridad especializado en Oriente Próximo y Yemen. “Los hutíes se han apoderado del centro de atención”, sentencia.
¿Se volverán los hutíes ahora aún más problemáticos?
Los expertos creen que es muy probable que sea así por una serie de factores. En primer lugar, su distancia de Israel es una ventaja: a diferencia de otros grupos del “Eje de la Resistencia”, como Hezbolá y Hamás, los hutíes están a más de 2.000 kilómetros de Israel, explica Albasha a DW.
“Además, Hezbolá ha estado bajo el escrutinio de Israel durante cuatro décadas, mientras que, en comparación, el conocimiento sobre los hutíes sigue siendo limitado”, añade el analista.
Los hutíes también han estado involucrados en combates durante décadas. Primero, como parte de una insurgencia contra la dictadura de Yemen desde 2004. Luego, a partir de 2014, en una guerra civil tras el fin de la dictadura. Y, más recientemente, contra una coalición internacional liderada por Arabia Saudí, que apoyó a sus oponentes en la guerra civil.
Contactos en el extranjero
“A lo largo de décadas de conflicto, los hutíes han descentralizado todos los aspectos de sus operaciones, desde el suministro de combustible y alimentos hasta la fabricación de armas”, continúa Albasha.
Sus bases están ocultas en las montañas de Yemen y en túneles subterráneos, lo que hace que los ataques aéreos sean menos eficaces. Su “sólido historial en operaciones terrestres” hace que ninguna fuerza extranjera desee planear allí una invasión terrestre. Los hutíes también han establecido contactos en el extranjero. Tienen oficinas en Irak y han reivindicado ataques contra Israel en cooperación con milicias respaldadas por Irán en Irak.
Misiles de Irán
Es probable que los hutíes también estén recibiendo mejor apoyo armamentístico por parte de Irán. “Antes del 7 de octubre de 2023, Irán suministraba a los hutíes versiones antiguas de misiles y aviones no tripulados”, explica Albasha. “Ahora, los hutíes están lanzando variantes modificadas del misil [balístico de medio alcance] ‘kheibar shekan’ de Irán. Es solo cuestión de tiempo que los misiles hipersónicos ‘fattah’ [de Irán] aparezcan en Yemen, si no lo han hecho ya”, prosigue el experto.
Dada su ubicación cerca de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, los hutíes también tienen el potencial de golpear a sus vecinos y perturbar aún más el comercio y los negocios mundiales. Si Israel ataca finalmente las instalaciones de producción de energía de Irán como represalia por el reciente ataque con misiles de Teherán, es muy posible que los hutíes respondan atacando instalaciones energéticas de los aliados de Estados Unidos. Ya han disparado anteriormente cohetes contra instalaciones de producción de petróleo tanto saudíes como emiratíes.
Ataques contra infraestructuras de países vecinos
“Es algo que, sin duda, debe preocuparnos”, admite Mick Mulroy, investigador del Instituto de Oriente Medio, con sede en Washington, y exsubsecretario adjunto de Defensa de Estados Unidos. “Los hutíes podrían atacar las infraestructuras de los países vecinos e Irán podría minar el estrecho de Ormuz. Los iraníes tienen, sin duda, la capacidad de hacerlo, y eso cerraría esencialmente el transporte de energía fuera de la región”.
Por otro lado, hay otra razón por la que los hutíes podrían ganar importancia: su actitud. “Con dos décadas de victorias a sus espaldas, los hutíes se han vuelto más atrevidos”, explica Albasha. “Muchos de sus combatientes han estado en guerra desde su juventud y tienen poco que perder. Esta mentalidad de ‘¿por qué no?’ les da una ventaja estratégica, y pueden empujar límites que otros dudarían en cruzar”, advierte el experto.
Por Cathrin Schaer-DW