El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, un hombre de línea dura considerado durante mucho tiempo como un posible sucesor del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, y el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, murieron el domingo 19 de mayo en un accidente de helicóptero en una zona montañosa del noroeste del país, confirmaron este lunes la televisión estatal y la agencia oficial IRNA.
“El ayatolá Raisi y sus acompañantes perdieron la vida en el accidente de helicóptero”, informó la televisión estatal iraní este lunes 20 de mayo, al confirmar la muerte del presidente iraní, Ebrahim Raisi, y del ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian.
Raisi murió cuando un helicóptero que lo transportaba de regreso de una visita a la frontera con Azerbaiyán se estrelló en un terreno montañoso, matando a todos los que iban a bordo, señaló a Reuters un alto funcionario iraní. El ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, también falleció.
Los restos carbonizados del helicóptero fueron encontrados a primera hora del lunes tras una búsqueda nocturna en medio de una tormenta de nieve.
La muerte de Raisi fue confirmada posteriormente en una declaración en las redes sociales del vicepresidente Mohsen Mansouri y en la televisión estatal.
Medios estatales informaron que las imágenes del lugar mostraban que el aparato se estrelló contra la cima de una montaña.
La agencia estatal de noticias IRNA explicó que Raisi volaba en un helicóptero Bell 212 de fabricación estadounidense.
Raisi, de 63 años, fue elegido presidente en 2021 y, desde que asumió el cargo, ordenó un endurecimiento de las leyes morales, supervisó una represión de las protestas antigubernamentales y presionó con fuerza en las conversaciones nucleares con las potencias mundiales.
El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, que ostenta el poder supremo con la última palabra sobre la política exterior y el programa nuclear de Irán, había tratado anteriormente de tranquilizar a los iraníes, diciendo que no habría cambios en los asuntos estatales.
Conmoción interior
Los equipos de rescate lucharon contra tormentas de nieve y terrenos difíciles durante la noche del domingo 19 de mayo para llegar a los escombros en las primeras horas del lunes.
La emisora estatal había suspendido toda la programación habitual para mostrar las oraciones que se celebraban por Raisi en todo el país.
El video mostró a un equipo de rescate, vestido con chaquetas brillantes y linternas frontales, acurrucados alrededor de un dispositivo GPS mientras buscaban a pie en una ladera de una montaña oscura en medio de una tormenta de nieve.
Varios países habían expresado preocupación y ofrecido asistencia.
La Casa Blanca aseguró que el presidente estadounidense Joe Biden había sido informado sobre los informes sobre el accidente. China dijo que estaba profundamente preocupada. La Unión Europea ofreció tecnología de mapeo satelital de emergencia.
Una posición difícil
La crisis se produce en un momento de creciente disputas dentro de Irán por una serie de crisis políticas, sociales y económicas. Los gobernantes clericales de Irán enfrentan presión internacional por el controvertido programa nuclear de Teherán y sus vínculos militares cada vez más profundos con Rusia por la guerra en Ucrania.
Desde que el grupo palestino islamista Hamás, aliado de Irán, atacó a Israel el 7 de octubre, provocando el ataque de Israel a Gaza, han estallado en todo el Medio Oriente conflagraciones que involucran a grupos alineados con Irán.
En el sistema político dual de Irán, dividido entre el establishment clerical y el gobierno, es Jamenei, el mentor de Raisi, de 85 años y líder supremo desde 1989, quien tiene el poder de decisión sobre todas las políticas importantes.
Durante años, muchos habían visto a Raisi como un fuerte candidato para suceder a Jamenei.
La victoria de Raisi en 2021 puso todas las ramas del poder bajo el control de la línea dura, después de ocho años en los que la Presidencia había estado en manos del pragmático Hassan Rouhani.
Raisi estuvo el domingo en la frontera con Azerbaiyán para inaugurar la presa Qiz-Qalasi, un proyecto conjunto.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien dijo que se había despedido amistosamente de Raisi ese mismo día, ofreció ayuda en el rescate.
Por France 24 con Reuters y EFE