Misiones Para Todos

El rastro fantasma de Mariela: desapareció hace casi 20 años y sus hijos defienden al único acusado

No se sabe nada de Mariela Bessonart (38) desde septiembre de 2005 y el caso está rodeado de sombras. Su exesposo es el único imputado, nunca fue a juicio y hoy está libre. Los hermanos y amigas de la víctima creen que él la mató y ocultó el cuerpo.

El 28 de septiembre de 2005, cuando no se supo más nada de ella, Mariela Alejandra Bessonart tenía 38 años, tres hijos y varios planes: había retomado los estudios para terminar el colegio secundario, que había colocado en pausa al convertirse, a los 16, en madre por primera vez. Aquella tarde, sobre el cielo de Villa María -Córdoba- asomaba un sol apacible que invitaba a hacer planes. Mariela había quedado en tomar café con amigas. Nunca llegó.

Una de las versiones que constan en los 28 cuerpos del expediente por la desaparición, cuenta que Mariela fue a hacer trámites a un banco en el centro de la ciudad. Que hasta allí la llevó su exesposo, Rodolfo Delpino, productor agropecuario cinco años mayor que ella, único imputado hasta hoy en la causa y de quien la víctima se había separado unos meses antes.

La historia, sin embargo, está llena de agujeros negros. Se sabe que Mariela no entró nunca al banco. Lo único concreto es que, desde entonces, ella no está y todo es misterio.

“Rody, ¿qué está pasando?”: el llamado que originó una sospecha eterna

Miriam Angelelli, médica de Villa María, fue una de las amigas que intentó contactarla a su teléfono celular. Como Mariela nunca respondió, llamó a su esposo“Probé varias veces y él no me atendía, hasta que lo llamé desde una dependencia de Bomberos. Como no conocía el número, me atendió. Ahí empecé a sospechar”, cuenta en el inicio de la conversación con TN.

Para entonces, Mariela no había vuelto a dormir a su casa y llevaba varias horas desaparecida. “Lo primero que pensé -evoca Miriam- fue en un secuestro exprés. Mariela era una chica de campo y tenía dinero. Luego hablé con el esposo. Cuando me atendió, le pregunté: ‘Rody, ¿qué está pasando?’”.

Mariela había quedado en encontrarse con amigas. Nunca más apareció. (Foto: MPF Córdoba)
Mariela había quedado en encontrarse con amigas. Nunca más apareció. (Foto: MPF Córdoba)

Con la respuesta, Miriam quedó estupefacta: “Me dijo que se había ido con otro. Así, tranquilo, de la nada. Yo sabía muy bien que era imposible, que por más que estuviera en crisis con su pareja, y aún cuando conociera a cualquier persona, ella jamás dejaría a sus hijos”.

“Cuando hablo con Rodolfo, le dije que si él no denunciaba la desaparición ante la Policía, lo iba a hacer yo. Y ahí me contó que él había tenido que viajar a Córdoba capital, que no tenía noticias de ella y que, para él, se había ido con otro”, cuenta Miriam. “Lo cierto es que él la pasó a buscar a Mariela. Ella fue con el auto y Rodolfo la siguió atrás. Dejaron el auto en un taller y se fueron juntos a Tío Pujio (una localidad vecina). Desde ahí, nunca se supo más nada de Mariela. Estoy convencida de que él la llevó para allá y la mató”, sostiene.

Esa es la versión que, según ella, más se acerca a la realidad. Y la pista que siguió la fiscal Juliana Companys, -la misma mandó a juicio a Leonardo Cositorto por una mega estafa piramidal- para elaborar la hipótesis que le permitió agravar, recién en agosto de 2021, la acusación contra Rodolfo Delpino como supuesto autor de homicidio calificado por alevosía. Desde la desaparición y hasta entonces, el esposo de Mariela estuvo imputado por privación ilegítima de la libertad, calificación dispuesta por el anterior titular de la instrucción, Gustavo Atienza, quien se jubiló sin poder lograr avances significativos en el caso.

En la causa hay testimonios que otorgan veracidad a aquel relato. Entre ellos, la declaración de un mecánico del barrio Almirante Brown. “Él (Delpino) le dijo a la Policía que había dejado a Mariela en la esquina del Banco Nación que está frente a la plaza principal de Villa María. Pero nunca fue la camioneta para allá. En las cámaras no se ve que hayan estado ahí. No hay nada”, sostiene Miriam.

En agosto de 2006, casi un año después de la desaparición, Delpino fue detenido. Estuvo preso durante 377 días por el delito de “sustracción y ocultamiento de personas con fines coactivos”. Luego, recuperó la libertad. La causa fue elevada a juicio por Atienza en septiembre de 2015. Sin embargo, el principal sospechoso nunca fue juzgado y sigue libre.

Rodolfo Delpino, único imputado en la causa. (Foto: MPF Córdoba)
Rodolfo Delpino, único imputado en la causa. (Foto: MPF Córdoba)

Una familia enfrentada

Otra de las particularidades del caso es que familiares y amigos de Mariela están divididos en relación a lo ocurrido con ella. Sus hermanos Gladys, Domingo y Alberto, al igual que las amigas de toda la vida que le pusieron el cuerpo a la pelea por su aparición con vida, están convencidos de que Delpino es el responsable. Los hijos de Mariela que tenían 19, 17 y 16 años -respectivamente- cuando desapareció su mamá, creen que el papá es inocente.

Ellos fueron, en su momento, quienes le avisaron a su abuela materna, Teresa, que Mariela no había vuelto a la casa. Allí se inició la búsqueda que sigue sin resultados, casi 20 años después. La mujer murió en 2016 sin saber qué había pasado con su hija.

“Lo más sencillo es culpar a mi papá”, afirmaron los hijos de Mariela en un comunicado difundido días después de que la fiscal agravara, hace tres años, la imputación contra Delpino luego de que un operativo en un campo perteneciente a la familia se hallara bajo tierra material de interés para la causa. En concreto, era documentación fechada en 2005, año de la desaparición de la víctima. “Hay que encontrar un culpable de la manera que sea y pensar en lo más grave, que sería que mamá está muerta y que la mataron. Sin embargo, nosotros no perdemos nunca la esperanza de que siga viva. Pero si hay algo de lo que estamos convencidos es que nuestro padre no es responsable de lo que haya sucedido, porque nadie lo conoce mejor que nosotros”, sostuvieron, entonces.

Para la Justicia, la desaparición de la mujer es, desde mayo de 2012, un crimen sin cuerpo. Entonces, un tribunal civil de Villa María dictaminó que Mariela Bessonart murió el mismo día de su desaparición.

TN consultó a la fiscal Companys sobre la falta de avances en la investigación. “La causa está en el Tribunal Superior de Justicia con un recurso (interpuesto por los abogados de Delpino). Hasta que no baje no podemos hacer nada”, resumió.

Una imagen del operativo en uno de los campos de Delpino, donde se encontró documentación vinculada a la causa. (Foto: MPF Córdoba)
Una imagen del operativo en uno de los campos de Delpino, donde se encontró documentación vinculada a la causa. (Foto: MPF Córdoba)

“Nunca va a haber juicio y todo va a quedar en la nada”

La última novedad del caso, en junio de este año, fue una denuncia que motivó la apertura de una investigación jurisdiccional contra Companys. Fue presentada por la actual pareja de Delpino, una exfuncionaria de una comuna del interior provincial y testigo de parte en el expediente. Circularon varias versiones sobre el motivo de la demanda: una indica que la fiscal le advirtió con malos modos que debía decir la verdad o, de lo contrario, terminaría presa. Otra versión sugiere que en el acta no se transcribió íntegramente el testimonio y algunos detalles de la declaración de la testigo fueron excluidos.

“Hoy todo está como al principio. Y si te tengo que decir lo que siento, para mí nunca va a haber juicio y esto va a quedar en la nada”, resume Miriam con una mueca de decepción. Y profundiza: “Cada vez que se va a hacer el juicio, Delpino presenta un recurso y todo se cae. Si no tenés nada que ver, ¿por qué no dejás que te juzguen?”.

Según la amiga de Mariela, “hay muchas evidencias que incriminan a Delpino: desde negarse a hacer la denuncia por la desaparición, mentiras como decir que la había llevado al centro cuando no fue así, las declaraciones de los testigos que afirman que lo vieron pasar con ella rumbo a Tío Pujio, hasta las pericias psicológicas”. Y afirma: “Me investigaban a mí porque en su momento llamé a Mariela al no tener novedades de ella, y a él no lo investigaban”.

Miriam sugiere una trama de poder y dinero detrás de la desaparición. Asegura que a la víctima “le habían hecho firmar dos divorcios sin que se diera cuenta. Uno de ellos decía que le cedía todo a Delpino”. Y también habla de celos enfermizos de quien hasta hoy sigue siendo el único sospechoso: “Él no la dejaba en paz. A pesar de que él ya había iniciado una nueva vida desde antes, a partir de una relación extramatrimonial, no se bancaba que Mariela tuviera su propia vida. Creo que él la mata por eso, y porque ella descubrió que había sido engañada con la división de bienes”.


Por Mariano López Blasco TN