Estados Unidos encara nuevamente el riesgo de un cierre administrativo por falta de fondos o “shutdown” si el Congreso no logra un acuerdo antes del viernes 17 de noviembre a medianoche. A solo cinco días de la fecha límite, el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, impulsa un plan que desde ya afronta el rechazo demócrata y las divisiones en su propio partido. El inusual plan consta de “dos fases” para solventar paulatinamente la financiación de las ramas del Gobierno federal mientras se llega a un acuerdo definitivo.
Vuelve a planear sobre EE.UU. el riesgo de un cierre administrativo por falta de fondos. En un intento por calmar las tensiones en la bancada conservadora de la Cámara Baja, Mike Johnson ha presentado un plan que, de ser aprobado, aliviaría el suministro financiero para que las principales ramas del Gobierno estadounidense puedan seguir funcionando con normalidad, mientras se sigue negociando un acuerdo bipartidista más duradero y sin la presión del ‘shutdown’.
“Esta resolución de dos fases es un proyecto necesario para situar a los republicanos de la Cámara de Representantes en la mejor posición para luchar por las victorias conservadoras,”, explicó el líder republicano en un comunicado, en donde agregó que su plan también tiene por objetivo detener “la absurda tradición” de aprobar grandes paquetes financieros días antes del receso de las labores legislativas por Navidad.
La propuesta de ley excluye la aprobación de los fondos “de emergencia” que el presidente Joe Biden había pedido para enviar apoyo a Israel y aumentar el presupuesto para Ucrania. Tampoco contempla, por el momento, financiar los planes del demócrata en la frontera con México.
La extensión del suministro financiero se centraría principalmente en las ramas vitales del Estado, otorgando dos fechas de expiración. Los fondos para los programas de apoyo a los veteranos y proyectos de agricultura, transporte, vivienda, energía y aguas se extenderían hasta el 19 de enero. Agencias como el Departamento de Estado, Defensa y de Seguridad Nacional tendrían financiación hasta el 2 de febrero.
Dudas en el seno republicano y reservas en la Casa Blanca
Aunque Mike Johnson goza del respaldo del ala más conservadora del Partido Republicano, principal crítica del periodo de Kevin McCarthy como líder de la mayoría en la Cámara Baja, su propuesta no convence a todos los representantes de la facción, lo que pone en peligro, de nueva cuenta, la unidad conservadora en el hemiciclo estadounidense.
El representante texano Chip Roy criticó duramente el plan de Johnson a través de una publicación en su cuenta de X, antes conocido como Twitter, en donde el republicano duda del funcionamiento de la ley, argumentando que no incluye la disminución al gasto federal que los republicanos han estado buscando desde que consiguieron la mayoría en la Cámara Baja y añadiendo que no piensa dar vía libre para que los demócratas sigan “gastando” el presupuesto.
En un hipotético, pero muy posible, caso de que toda la bancada demócrata vote en contra del proyecto de ley del nuevo líder, Johnson solo podría sobrellevar el ‘no’ de cuatro representantes republicanos en la Cámara Baja para que su plan sea aprobado.
Desde la Casa Blanca, la secretaria de Prensa, Karine Jean-Pierre, criticó la “pérdida de tiempo” de los republicanos y dijo que la propuesta de Johnson es una “receta para más caos republicano y más ‘shutdowns'”-
“A pocos días de un cierre republicano extremo -y después de bloquear el Congreso durante tres semanas tras destituir a su propio líder-, los republicanos de la Cámara de Representantes están perdiendo un tiempo precioso con una propuesta poco seria, que ha sido criticada por miembros de ambos partidos,”, afirmó Jean-Pierre.
La sombra del ‘shutdown’ se cierne sobre Washington, otra vez
Después de la crisis legislativa que estuvo a punto de materializar un cierre parcial de las funciones del Gobierno estadounidense el pasado 30 de septiembre, lo conseguido por el entonces líder republicano, Kevin McCarthy, y que le costó su puesto como cabeza de la bancada conservadora, corre peligro de nueva cuenta.
La prórroga conseguida por McCarthy solo dotó de un alivio temporal de 45 días al Congreso para acordar otra medida que le permitiera al Gobierno seguir funcionando con normalidad. El periodo expira el próximo viernes 17 de noviembre y pone en duda, de nueva cuenta, el salario de millones de funcionarios públicos, lo que pondría en jaque el funcionamiento del Estado estadounidense.
Aunque tanto Johnson como los republicanos cercanos a él han pedido calma y “confianza” en el proceso, la incertidumbre viaja en el imaginario de casi dos millones de trabajadores que, en el caso de concretarse el ‘shutdown’, dejarían de percibir el sustento económico que los mantiene a flote, además de provocar el cierre de museos, parques nacionales y detener proyectos científicos sustentados en su mayoría por fondos públicos.
Por Maximiliano Pérez Gallardo-France24 con AP, Reuters, EFE y medios locales