El Gobierno dispuso la primera modificación al Presupuesto 2025, que es la prórroga del 2023 el último con sanción legislativa. Dispuso fondos extras para inteligencia. Bullrich se llevó $25.000 millones y la SIDE otros $7.366 millones
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recibió este jueves un premio de $25.000 millones en partidas presupuestarias de personal que no rinden cuentas, que forman parte de los gastos reservados, aunque sólo lleva ejecutados $6.656 millones en lo que va del año por este concepto.
Los fondos son parte de la reasignación de partidos que hizo el Gobierno por el DNU 186/25, publicado esta mañana en el Boletín Oficial, y que incluyó una asignación de fondos extras para la SIDE por otros $7.366 millones.


Dentro de la asignación presupuestaria, la ministra tiene fondos denominados Gastos Reservados (pueden ser partidas 392 o, en este caso, partida 115) para personal. Hasta hoy las partidas 115 sumaban $35.476 millones, de los cuales lleva ejecutado $6.656 millones, y ahora por el DNU se ampliaron por $25.000 millones.
La ampliación del presupuesto reservado que manejará la ministra se distribuyen $4.750 millones en Actividades Centrales y $20.250 millones sin rendición de cuentas para que la Policía Federal Argentina contrate personal tareas de inteligencia.
La obsesión por la SIDE
Un día después de la represión a los jubilados e hinchas de fútbol frente al Congreso, el gobierno de Javier Milei decidió aumentar también el presupuesto para la Secretaría de Inteligencia (SIDE) en más de 7.300 millones de pesos, incluyendo más de 1.600 millones en concepto de gastos reservados.
En julio del año pasado, Milei había ampliado los fondos reservados para la SIDE en unos 100.000 millones de pesos (aproximadamente 100 millones de dólares en ese momento) a través de un DNU, luego que el Poder Ejecutivo decidiera la disolución de la AFI y restaurara la vieja SIDE, en ese momento comandada por Sergio Neiffert, un hombre de Santiago Caputo.
Sin embargo, ese DNU fue finalmente rechazado por el Congreso, primero por la Cámara de Diputados y luego, a mediados de septiembre, por el Senado. Se trató del único decreto de necesidad y urgencia rechazado por el Poder Legislativo en la historia argentina.
El Decreto de Necesidad y Urgencia 186/25 dispuso mayores autorizaciones para 21 programas presupuestarios por $2.214.469 millones y reducciones en 7 programas por $2.222.544 millones, lo que equivale a modificar el destino “programático” del 2,3% de los Gastos Totales, explicó la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

Por Fernando Alonso-El Destape