Cristina Kirchner llena de camporistas la administración pública, como si fuera un virus “troyano” y fuerza los plazos del Senado extendiendo hasta el 9 de diciembre las sesiones ordinarias y acotando a un mes la aprobación de normativas que implican dos años de examenes jurídicos, con el objetivo de sumar nuevos cargos para La Cámpora, nombrar jueces afines y crear una sociedad del Estado con Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT) que le permita sumar trabajadores.
La maniobra consiste en extender las ordinarias porque de lo contrario las comisiones no podrían emitir dictámenes entre el 20 y el 30 de noviembre, por lo que el Senado y Diputados deberán sesionar la semana siguiente a las elecciones y despachar todos los proyectos que le interesan, entre los que se cuentan los 15 pliegos de jueces afines,
que la presidenta envió la semana pasada y quiere aprobados antes de irse.
El proyecto con Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, ingresó el viernes a Diputados, y consiste en una jugada de la presidenta para meter en la empresa a sindicatos afines: “El kirchnerismo hace tiempo que está con eso. Sería terminar la intervención y unificar los yacimientos con la usina eléctrica que aún no comenzó a funcionar”, sostuvo un legislador que tomó conocimiento de la iniciativa.