Además se ha producido el repunte de la ultraderecha. Según los analistas se debe a los problemas económicos y el temor a un repunte migratorio.
Los conservadores logran mantener el poder mientras que la ultraderecha repunta quedando segunda en las elecciones estatales de Hesse y Baviera, en Alemania. Ambos ya eran feudos tradicionales de la derecha en el país, pero lo que se ha producido es que durante las votaciones han perdido puntos los partidos que están en el Gobierno federal tanto el SPD como el Partido Liberal o Los Verdes.
Un voto de castigo que según los analistas se debe a los problemas económicos y los temores sobre la migración que hay en el país. Los nuevos gobiernos tendrán que mantener sus respectivas coaliciones para seguir en el poder.
La CSU, un partido que sólo se presenta en Baviera y que históricamente he estado bastante habituado a las mayorías absolutas, tuvo -según los primeros sondeos- uno de los peores resultados de su historia, 36, 7 por ciento, y quedo lejos del 40 por ciento que se había puesto como meta.
En Hesse, en cambio, la CDU, con un 34,7 por ciento, tuvo un aumento de más de 7 puntos con respecto a las últimas regionales.
Los Verdes se vieron castigados en Hesse, donde forman parte del Gobierno regional y donde perdieron en torno a 4 puntos procentuales para quedar, según los sondeos, alrededor del 15 por ciento, lo mismo que el SPD que perdió también cerca de 4 puntos.
En Baviera, en cambio, donde Los Verdes estaban en la oposición y habían recibido duros ataques de la CSU, la pérdida fue sólo de dos puntos para quedar en torno al 15 por ciento, con todavía posibilidades de arrebatarle el segundo puesto a la AfD.
De los tres partidos de la coalición de Gobierno federal el más golpeado es el FDP que se quedará con casi absoluta seguridad por fuera del parlamento bávaro y está en peligro de quedarse por fuera también en Hesse.
Con respecto al éxito de AfD hay dos lecturas contrarias. La primera es la de la CDU y la CSU, que atribuyen el repunte al descontento con el actual Gobierno.
Sin embargo, también hay otra lectura que apunta a que, sobre todo en Baviera, la AfD se vio fortalecida por los conservadores que intentaron asumir los mismos temas como la inmigración o el rechazo a algunas medidas contra la crisis climática del Gobierno federal.
En Baviera además se dio una circunstancia especial que fue un debate en torno a un presunto pasado antisemita del líder del FW, Hubert Aiwanger, que a la postre tuvo la solidaridad de la CSU y de Söder que insistió durante la campaña que no quería una coalición con Los Verdes.
Con ello, ante la imposibilidad numérica de pactar con el SPD, que sólo alcanza el 9,5 por ciento, y la inviabilidad política de un pacto con la AfD a Söder sólo le queda seguir aliado con los FW que también han salido fortalecidos.
Una de las grandes derrotadas de la jornada es la ministra federal de Interior, Nancy Faeser, lider del SPD en Hesse.
Por otra parte el buen resultado de la CDU en Hesse, tras diez años de coalición con los Verdes, dejan abierta la pregunta si esa alianza no puede tener perspectivas a nivel federal, pese al rechazo de la CSU y del actual presidente de la CDU Friedrich Merz.
Mientras tanto el alto vuelo de la AfD preocupa de cara al año próximo cuando habrá tres elecciones regionales en el este y en las tres la agrupación ultraderechista puede ser el partido más votado.
La copresidenta de la agrupación Alice Weidel vaticinó hoy que aunque tras esas elecciones los partidos la CDU/CSU tendrá que aceptar que tendrá que contar con la AfD para hacer una política conservadora.