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En medio del ajuste, los bancos registraron las mayores ganancias en 13 años por el plan de Caputo y Bausili

Los bancos registraron en 2023 las mayores ganancias en 13 años, gracias a la fuerte devaluación que decidió el ministro de Economía, Luis Caputo, y que implementó junto a su ex socio y ahora titular del Banco Central, Santiago Bausili.

A diferencia del resto de la sociedad argentina (jubilados, trabajadores, pymes, sectores vulnerables, familias a las que les aumentó la luz, el gas, el agua, la comida y todo) el sistema financiero logró zafar, no pagar su parte de los enormes costos de sanear la economía argentina e incluso obtener ganancias extraordinarias por una devaluación considerada la más alta de la historia entre las que implementó el Banco Central.

Pero además, obtuvo estas ganancias por un único cliente: el Estado argentino. Es decir, no ganaron porque arriesgaron y prestaron, ayudando a hacer crecer la economía. Sino porque hicieron algo que parece ir en contra de la filosofía del actual gobierno: vivir del Estado.

Mientras la licuación de las jubilaciones y salarios a estatales, el recorte de las transferencias a provincias, el corte a la obra pública hizo posible equilibrar las cuentas fiscales, a los bancos no se les recortaron transferencias desde el Estado. Al contrario, al sistema financiero se lo puso en el mejor lugar para favorecerse con todas las medidas (devaluación y salto de la inflación). Para ellos, sí hubo plata, por el plan de Caputo y Bausili.

Todo eso, a pesar de que la enorme cantidad de dinero que todos los días, silenciosamente, generan por intereses en colocaciones con el BCRA (los famosos “activos remunerados del Central”), representan la causa principal del gran problema argentino según Javier Milei: el déficit fiscal.

Además de las Leliq, a lo largo del año pasado los bancos fueron comprando bonos del Tesoro emitidos por el entonces ministro Sergio Massa, que se colocaron casi compulsivamente ante la desesperación del Gobierno Nacional por “patear” el problema de un inminente default y posible Plan Bonex, para adelante.

Massa emitió bonos con una doble promesa: ajuste por inflación o ajuste por devaluación del tipo de cambio. Lo que más les conviniera al sistema financiero.

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Epígrafe: La dupla Caputo – Bausili, que fueron protagonistas del fuerte endeudamiento del ciclo 2016-2018 con Mauricio Macri, le impusieron a Milei un plan que incluyó una devaluación histórica. Milei entregó también la autonomía del BCRA, al darle virtualmente la conducción de la entidad a Caputo. Estos primero escucharon a los banqueros y los tranquilizaron, luego Caputo acepto la oferta de un Milei que estaba solo y necesitaba un equipo de gobierno para tomar medidas fuertes.

La fuerte devaluación decidida por el ministro Luis “Toto” Caputo el 13 de diciembre pasado, la mayor devaluación ordenada (no hecha por el mercado, como cuando la Convertibilidad estalló y el dólar pasó de 1 a 4 pesos) de la historia, que llevó el dólar de 366 a 800 pesos, terminó favoreciendo a la banca con ganancias extraordinarias.

A pesar de que en las pocas entrevistas que dio, explicando las duras medidas (devaluación incluida), Caputo se cuidó de mencionar que los bancos ganarían fortunas al reconocérsele lo que ni los mismos bancos estaban seguros de que iban a poder cobrar.

El rol de Luis “Toto” Caputo, un Lobo de Wall Street y su ex socio Santiago Bausili

Hasta el propio Caputo admitió que la devaluación fue más alta que lo que se necesitaba, pero la decidió así para “tener un colchón” de competitividad, dijo en su momento.

Ese “colchón de competitividad” significó fortunas para los bancos y un repunte de la pobreza en la Argentina a nuevos picos históricos.

El otro rubro en donde los bancos ganaron mucho dinero fue con las colocaciones en Leliq (Letras de Liquidez) y Pases (préstamos a entre 1 y 7 días con el Banco Central).

Básicamente Caputo y Bausili, lograron rápidamente imponer en el nuevo gobierno la idea de que no era necesario un Plan Bonex, que los bancos tenían que cobrar peso por peso.

Gracias a esta decisión política, los bancos lograron agrandar el margen financiero, que es como se llama a la diferencia entre lo que pagan por intereses (a depósitos en Plazo Fijo, por ejemplo) y lo que perciben por la colocación de su dinero.

Los datos de las ganancias de los bancos

Según el Informe sobre Bancos que publicó el BCRA hace diez días, el sistema financiero argentino registró ganancias de 27,6% del Patrimonio Neto en 2023.

El propio BCRA admitió en su informe que fueron “las mayores ganancias desde 2020”, cuando la banca empezó a ajustar sus balances por inflación.

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Epigrafe: El informe de la consultora Alpha, al que tuvo acceso Plan B, analiza los resultados del sistema financiero en 2023, que se conocieron hace apenas unos dias, las medidas desde el 10 de diciembre fueron vitales, la fuerte devaluación, el no avance sobre un plan compulsivo tipo Bonex, y el desarme de leliq por pases.

Pero la consultora EconViews hizo el cálculo yendo más para atrás y determinó que las ganancias que registró el sistema financiero en 2023 fueron las mayores desde el año 2010.

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Epígrafe: En el anteúltimo punto destacado de un resumen ejecutivo del Informe Sobre Bancos, publicado hace 10 días, el Banco Central comenta que los bancos tuvieron las mayores ganancias desde 2020, ese fue el año donde empezaron a ajustar balances por inflación. La jerga técnica y complicada y una evidente falta de información sobre uno de los temas que Javier Milei pone al tope del drama argentino, hizo que no hubiera debate sobre la cuestión.

Aquél fue el último año de “vacas gordas” del kirchnerismo, cuando la banca estaba volcada a financiar el auge del consumo que llevó a Cristina Kirchner a ganar su segundo mandato en 2011.

“Lo pudimos estimar tras establecer un parámetro para poder hacer comparables los resultados monetarios previos al ajuste por inflación con los posteriores”, explicó el economista Alejandro Giacoia, de EconViews en una nota publicada por el periodista especializado, Javier Blanco, en La Nación.

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Epígrafe: La consultora EconViews, que tiene como cara visible a Miguel Kiguel, realizó un análisis de las ganancias acumuladas entre 2010 y 2023.

¿Qué se podría haber hecho?

Para entender porque los bancos ganaron cuando casi todos los demás perdieron, hay que remontarse a la reunión que los principales ejecutivos de las finanzas tuvieron con Luis “Toto” Caputo el 24 de noviembre pasado en un salón del predio de la Rural en Palermo.

Caputo llegó a esa reunión no como ministro, ya que aún estaba pensando si iba a aceptar o no, y su aceptación, iba a depender del acuerdo o de la línea de trabajo que iba a consensuar con los representantes de la banca.

Es decir, llegó casi como otro banquero más, que había recibido el ofrecimiento de un Javier Milei desorientado todavía tras el triunfo en el balotaje, y que se dio cuenta casi inmediatamente que no podría gobernar con el grupito que lo rodeó hasta entonces (Carolina Píparo, Lila Lemoine, Ramiro Marra).

Caputo, con un gran poder para imponer su plan, ahí, supeditó la aceptación al cargo de Ministro de Economía (una verdadera “papa caliente” también hay que decirlo) a esa conversación que se celebró con los banqueros.

Estuvieron presentes en ese cónclave Javier Bolzico (Adeba), Jorge Brito (Macro), Fabián Kon (Galicia), Alejandro Butti (Santander), Martín Zarich (BBVA), Facundo Gómez Minujín (JP Morgan), Patricio Supervielle (Supervielle), Juan Nápoli (Valores) y Guillermo Laje (Banco Ciudad), entre otras figuras.

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Epígrafe: 7 de marzo de 2023, hace un año exacto, Sergio Massa se reunía con banqueros para acordar una solución temporaria al problema de la enorme deuda en pesos del Tesoro con el sistema financiero y con el Banco Central. ¿La solución? Patear todo para adelante y seguir pagando con bonos nuevos, los bonos que van venciendo. Sobrevolaba el temor a un Plan Bonex, ganara quien ganara en octubre/noviembre, una salida como la que implementó Carlos Menem en 1989.

“Caputo se reunió con los banqueros y los banqueros salieron contentos”, dijo días después, Milei, en una entrevista con Luis Majul en el Hotel Libertador.

En esa reunión, Caputo se fue con el compromiso a la banca de que no iba a haber un Plan Bonex, que era lo que todo el mundo temía en la city porteña.

Es decir, una medida compulsiva por la cual el Estado iba a entregar papeles con vencimientos largos para retirar el famoso “pasivo remunerado del Banco Central”, por aquellos días también conocido como “la bola de Leliq”.

Hasta acá, los bancos venían participando del negocio de prestarle al Estado mientras que le retiraron el crédito al sector privado. El nerviosismo fue en aumento a medida que avanzó el cronograma electoral y quedó claro que algún tipo de medida fuerte iba a venir tras las elecciones, ganara quien ganara.

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Epígrafe: 22 de marzo, apenas dos semanas después de la primera reunión, Massa volvió a convocar a los banqueros. No es común dos reuniones de este nivel, tan seguidas, y solo sucede cuando el mercado no cree en las medidas y hay que volver a pedir paciencia y jurarse que están “todos en el mismo barco”. Todos pateando el problema para después de la asunción del nuevo gobierno. Los bancos tenían colocado en el Banco Central una “bola de Leliq” y pases, y en el Tesoro, una montaña de deuda que ajustaría por CER (inflación) o dolar oficial (dolar linked).

Si Javier Milei hubiera seguido con la lógica de que “no hay plata”, porque el Estado argentino está literalmente quebrado, algo que nadie discute, no pocos piensan que podría haber recortado también estos generosos rendimientos que no se tocaron y se reconocieron sin más.

No fue lo único, Caputo le puso el número a una devaluación feroz, que para las familias, los sectores vulnerables, significó pérdida, y para los bancos, resultó en ganancias extraordinarias.

Parte del problema: el déficit fiscal

Es importante entender, también, que los bancos con el negocio de las colocaciones en Leliq y Pases, se convirtieron en parte muy importante del gran problema de la Argentina: el déficit fiscal.

Javier Milei lo explicó mejor que nadie en las escalinatas del Congreso, cuando dio su discurso inaugural al asumir el 10 de diciembre. “Tenemos un problema de déficit de 15 puntos del PBI, 5 puntos es por el sector publico y 10 puntos por el déficit cuasi fiscal”, señaló.

10 de diciembre de 2023. Milei explica la raíz del problema, un déficit fiscal de 15 puntos del PBI, de los cuales 5 son del sector público (la Administración Pública en sus 3 poderes) y 10 al pasivo remunerado del Banco Central, el eufemismo para aludir al dinero que los bancos colocaron en el BCRA. Milei no promete soluciones mágicas, avisa que habrá ajuste de 5 puntos a la Administración Pública que no pagará el sector privado, promete. Y deja flotando la incertidumbre sobre como resolver la cuestión. Los bancos empezaron a hacer lobby para influir en la decisión en torno a esos pasivos, que representan dos terceras partes del problema (mirar los dos videos).

Es decir, los intereses que se pagaron a los bancos, representan dos terceras partes del problema, siendo el déficit del Gobierno Nacional apenas 1 tercera parte del gran drama argentino.

Aún así, los bancos, que se beneficiaron con la fiesta, no tuvieron que pagar su parte.

Por Martín Boerr-Plan B