Este miércoles 12 de abril, el presidente de EE. UU., Joe Biden, llegó a Belfast, capital de Irlanda del Norte, donde se reunió con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y dio un discurso desde la Universidad del Ulster. En su primera visita presidencial a la nación perteneciente a Reino Unido, el mandatario abogó por acabar con el estancamiento institucional en el que está envuelto el Gobierno norirlandés y prometió inversiones estadounidenses si los partidos de la coalición llegan a un acuerdo.
Joe Biden llegó este miércoles 12 de abril a Belfast, la capital de Irlanda del Norte, con un doble sentimiento: temor a verse envuelto en los enredos nacionalistas del país y afán por conocer la historia de su ascendencia irlandesa.
Horas después de aterrizar, el presidente de Estados Unidos dio un discurso ante el pueblo norirlandés solo dos días después de la conmemoración del aniversario número 25 del Acuerdo de Viernes Santo que impulsó la paz en la isla y en el que Estados Unidos sirvió de mediador.
“Han sido necesarios largos y duros años de trabajo para llegar hasta aquí. Depende de nosotros que esto siga adelante (…) Vuestra historia es nuestra historia. Y aún más importante, vuestro futuro es el futuro de Estados Unidos”, aseguró Biden en un discurso en desde la Universidad del Ulster, en el que recordó cuánto había cambiado la ciudad desde su visita durante su juventud como senador del Partido Demócrata.
En su primera visita presidencial a Irlanda del Norte, Biden instó a los líderes políticos a restaurar el Gobierno -en pleno bloqueo institucional- con una promesa muy prometedora: la inversión de decenas de empresas estadounidenses si la situación política se normaliza en la nación de Reino Unido, algo que ayudaría a impulsar su crecimiento económico.
Y es que el telón de fondo de esta visita oficial es el estancamiento político del Gobierno de competencias compartidas, pieza clave del acuerdo de paz de 1998, que lleva más de un año sin reunirse debido a una disputa sobre los acuerdos comerciales posteriores al Brexit.
Tras muchas disputas, Reino Unido y la Unión Europea llegaron a un acuerdo en febrero para abordar las tensiones comerciales, una propuesta acogida con satisfacción por Estados Unidos. No obstante, el Partido Unionista Democrático (DUP por sus siglas en inglés) sostuvo que el Marco de Windsor “no va lo suficientemente lejos en su protección a Irlanda del Norte” y se negó a volver al Gobierno.
“Espero que la Asamblea y el Ejecutivo se restablezcan pronto. Es una decisión que deben tomar ustedes, no yo, pero espero que así sea”, declaró Biden ante los líderes de los cinco principales partidos políticos de Irlanda del Norte.
Antes de su intervención, la agenda de Biden arrancó este miércoles con una cita para tomar el té con Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido. Y, si bien Biden dijo que el reciente acuerdo Marco de Windsor ofrecía la estabilidad y previsibilidad necesarias para fomentar una mayor inversión, también aseguró que no planeaba intentar interferir en la política nacional.
Cuando Sunak le preguntó qué planeaba decirle a los líderes de los cinco principales partidos políticos de Irlanda del Norte cuando se reúna con ellos, Biden respondió: “Voy a escuchar”.
Más tarde, la Casa Blanca aseguró que Estados Unidos no impondrá condiciones para las inversiones en Irlanda del Norte, pero que “era justo decir que un Gobierno en funciones proporcionaría más estabilidad y certidumbre a las empresas”.
¿En el bando nacionalista o unionista?
El demócrata tiene raíces irlandesas y católicas. De hecho, tiene planeado viajar este mismo miércoles al condado de Louth en la República de Irlanda -a medio camino entre Belfast y Dublín-, donde nació su bisabuelo.
El tatarabuelo de Biden, Owen Finnegan, zapatero del condado de Louth, emigró a Estados Unidos en 1849. Su familia, incluido el bisabuelo de Biden, James Finnegan, le siguieron en 1850.
La parte de su familia que se quedó en la isla vive ahora en el condado Mayo, y Biden tiene previsto reunirse con ellos el próximo viernes 14 de abril. Su ascendencia irlandesa y católica, siempre reivindicada por el presidente de Estados Unidos, ha hecho que muchos se hagan una pregunta: ¿el mandatario está en el bando nacionalista -católicos- o unionista -protestantes-?
Una desconfianza profesada especialmente por parte de algunos unionistas. Sammy Wilson, legislador del DUP en el Parlamento británico, declaró al canal de televisión ‘Talk TV’ que Biden “tiene un historial de ser pro-republicano, anti-unionista y anti-británico”.
Además, varios periodistas le preguntaron repetidamente si “odiaba” a Reino Unido. Otros le han recordado que en 1985, cuando era senador, Biden se pronunció en contra de facilitar la extradición de militantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) a Reino Unido desde Estados Unidos.
Unas afirmaciones que la Casa Blanca ha negado de plano. Amanda Sloat, directora para Europa del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró que el historial de Biden “demuestra que no es antibritánico”.
Antes de su intervención en la Universidad del Ulster, Biden se reunió uno a uno con los líderes políticos norirlandeses. Entre ellos, Jeffrey Donaldson, el presidente de la DUP. Y, aunque esta reunión ha calmado la desconfianza, Donaldson aseguró que la visita del mandatario a Irlanda del Norte no pondrá fin al boicot que su partido mantiene desde hace más de un año contra el Gobierno.
“Esto no cambia la dinámica política en Irlanda del Norte. Sabemos lo que tiene que pasar”, apuntó Donaldson en una rueda de prensa cuando los periodistas le preguntaron si su conversación con Biden suponía algún cambio.
En los próximos días, Biden tiene previstos algunos actos públicos en la vecina República de Irlanda, pero se espera que su viaje sea sobre todo personal. De hecho, esta no es su primera visita personal allí. En sus últimos meses como vicepresidente, Biden pasó seis días recorriendo el país de las leyendas de duendes y el idioma gaélico.
Allí, fue investido doctor honoris causa en Derecho por el Trinity College -la universidad más prestigiosa del país- y pronunció un discurso en el castillo de Dublín. Ahora, espera poder volver a disfrutar de su familia y herencia en el país, aunque esta vez le tocará hacerlo como presidente de Estados Unidos.
Por Alba Santana-France24 con AP, Reuters y medios locales