“Les anuncio que retiramos a nuestra embajadora en Buenos Aires”, que ya había sido llamada a consultas el domingo y que “se quedará definitivamente en Madrid”, anunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
España retiró “definitivamente” a su embajadora en Argentina, María Jesús Alonso, este martes 21 de mayo. Fue luego de que el presidente de ese país, Javier Milei, rehusara disculparse tras acusar de “corrupta” a la esposa de Pedro Sánchez, según anunció el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
“Les anuncio que retiramos a nuestra embajadora en Buenos Aires”, que ya había sido llamada a consultas el domingo y que “se quedará definitivamente en Madrid”, por lo que “Argentina continuará sin embajadora”, dijo Albares en rueda de prensa tras un consejo de ministros.
Sin Alonso, quien ya se retiró de la Argentina, la sede diplomática quedará en manos del encargado de negocios.
Se trata de un paso más en el conflicto diplomático desatado el pasado domingo, que ya motivó la llamada a consultas de la embajadora, así como la convocatoria del embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch.
El diplomático argentino se reunió este lunes con Albares durante media hora en la sede de la cartera de Relaciones Exteriores de España, sin que el ministro lograse la rectificación de las palabras del presidente argentino sobre Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, durante un mitin de Vox celebrado este fin de semana en Madrid.
Albares informó que a partir de ahora la embajada española en la capital de Argentina funcionará a un nivel de encargado de negocios. El ministro ha vuelto a calificar de “injerencia flagrante” las declaraciones de Milei en suelo español e igualmente ha subrayado la “hospitalidad” que brindó el Estado español al presidente argentino, que aterrizó y despegó de la base aérea de Torrejón, en Madrid, como ha vuelto a precisar el responsable de Exteriores.
La escalada de Milei no se detiene
El presidente Javier Milei brindó una entrevista en la que se refirió al conflicto con el presidente de España, Pedro Sánchez, sobre el que resolvió no pedir disculpas y lanzó: “Trabaja alineado con el kirchnerismo para intentar sabotear nuestro gobierno, en sus intenciones golpistas”.
“Durante el discurso me salí de la letra”, reconoció el mandatario nacional y continuó: “Dije ‘atornillado’ y mencioné el caso de corrupción, pero no la nombré” a la esposa del presidente español.
“Entonces es el principio de revelación, se autoincriminan. ¿Me están diciendo que Sánchez, en su diatriba, utiliza el Estado de forma personal? ¿Él es el dueño del Estado? Esto demuestra que está sucio, la mujer tiene un montón de causas por tráfico de influencias”, señaló Milei.
El presidente argentino luego insistió en que, a pesar de que el país europeo retiró su embajadora, “la relación no se va a romper, porque no la construyen los mandatarios, sino la gente”.
“Sánchez nunca me llamó para felicitarme cuando gané las elecciones y se metió abajo de las polleras de la mujer y me mandó a agredir por las mujeres de su espacio. Como Alberto Fernández es uno de los asesores de Sánchez, vi que esto se venía”, advirtió Milei en su nota con TN y lanzó: “Son insignificantes: es tan cobarde que me mandó a pegar por mujeres”.
No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista”, dijo Milei. “El agredido fui yo”, sostuvo, al recordar que funcionarios del gobierno español lo llamaron “xenófobo, racista, ultraderechista (…), negacionista de la ciencia, misógino”.
El choque diplomático
El conflicto estalló el domingo, cuando Milei se refirió a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, como una “mujer corrupta”, durante un encuentro en Madrid de dirigentes de extrema derecha organizado por el partido español Vox.
Pocas horas después, Madrid convocó a consultas a su embajadora y pidió una rectificación a Milei, una solicitud que reiteró Pedro Sánchez el lunes, al afirmar que “entre los Gobiernos, los afectos son libres, pero el respeto es irrenunciable”. “Nosotros no tenemos ningún deseo ni ningún interés en ninguna escalada (…) pero es obligación del gobierno defender la dignidad y la soberanía de las instituciones españolas”, subrayó Albares este martes.
Este es un caso “único” porque “no existen precedentes de un jefe de Estado que acuda a la capital de otro país, para insultar a sus instituciones y para hacer una injerencia flagrante en los asuntos internos”, agregó. Milei ha descartado una ruptura de las relaciones. “Eso no se va a romper nunca”, dijo el lunes.