Durante 90 días, Estados Unidos enviará los refuerzos militares a su frontera con el país azteca, en una estrategia de preparación ante un posible éxodo masivo de migrantes que podrían entrar por el borde sur en el marco del levantamiento de las restricciones al paso fronterizo a causa del Covid-19, consignadas en el controversial Título 42 que llega a su fin el próximo 11 de mayo.
En un comunicado a la opinión pública, el portavoz del Pentágono, Pat Ryder, comentó que el envío de las tropas tiene el objetivo de “llenar algunas lagunas críticas de capacidad”, esto haciendo referencia a las labores de la patrulla fronteriza estadounidense, sin embargo, descartó que los refuerzos tuvieran funciones policiales.
Las tropas podrían comenzar a llegar el próximo 10 de mayo, según mencionó Ryder en una conferencia de prensa con medios locales.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, también abordó el tema en una rueda de prensa, en donde subrayó que los soldados enviados solo realizarían “tareas administrativas” para que los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza se enfoquen en sus labores principales.
Jean-Pierre hizo hincapié en que los efectivos de refuerzo enviados por Washington no van a tener interacción alguna con los migrantes que sean detenidos en el paso fronterizo.
Los activos recién enviados se unirán a los más de 2.500 miembros de la Guardia Nacional estadounidense que se encuentran resguardando las proximidades de la frontera con México.
El anuncio ha tenido reacciones diversas por parte de organizaciones que defienden los derechos de los migrantes. A través de una publicación en Twitter, Bilal Askaryar, directora de la campaña “#WelcomeWithDignity”, criticó el envío de tropas a la frontera.
Reacción de México
En su conferencia de prensa diaria, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fue cuestionado sobre esta decisión del Gobierno de su homólogo estadounidense, Joe Biden, a lo que respondió que su Ejecutivo respeta la soberanía de su vecino al norte.
“Es parte de sus facultades, es un Gobierno independiente, soberano, ellos toman esas decisiones y nosotros las respetamos”, afirmó López Obrador en su comparecencia matutina ofrecida a medios locales.
El mandatario también expresó que se reunirá con la asesora de la Casa Blanca en temas de Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall, para dialogar sobre el futuro de la frontera entre ambos países después del levantamiento del Título 42.
¿Qué es el Título 42?
El controversial Título 42 es una disposición legal implementada por el Gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump, con el argumento de proteger la frontera durante la pandemia por Covid-19.
Entre las medidas incluidas en esta polémica norma, se incluye la autorización a autoridades migratorias a enviar migrantes que no sean mexicanos al país azteca, esto sin posibilidad de solicitar asilo en Estados Unidos.
El Ejecutivo de Joe Biden ha tomado la decisión de levantar los dictámenes incluidos en esta normativa el 11 de mayo, una decisión que preocupa al sector de la escena política estadounidense y que ha provocado que Washington tome ciertas medidas para prepararse frente a una posible oleada de migrantes en sus fronteras.
Creación de centros migratorios en Colombia y Guatemala
El pasado 27 de abril, el Gobierno estadounidense anunció que se abrirían centros migratorios en Colombia y Guatemala, esto con el objetivo de facilitar la gestión de solicitudes de asilo a migrantes provenientes de estos países, o que transiten por sus territorios.
La medida viene gracias a que, a consecuencia del levantamiento del Título 42, las autoridades fronterizas en Estados Unidos ya no tendrán la facultad de expulsar automáticamente a las personas que crucen la frontera en situación legal irregular con el argumento de representar un riesgo sanitario.
Otras voces cercanas a la Administración de Joe Biden mencionaron que se estaría considerando también a Ecuador y Costa Rica para que alberguen centros de la misma índole que los anunciados para Colombia y Guatemala.
En el marco de su posible reelección para la presidencia en 2024, Joe Biden se enfrenta a uno de los retos históricos para los gobiernos estadounidenses contemporáneos, la migración.
A pesar de que su acercamiento al tema ha sido menos hostil que el de su antecesor en el cargo, Donald Trump, el presidente demócrata experimenta severas críticas del ala republicana en el Gobierno, pero también, sus políticas son consideradas insuficientes por el lado más progresista de la política estadounidense.
Por Maximiliano Pérez Gallardo-France24 con Reuters, EFE y medios locales