El Gobierno de Estados Unidos, principal aliado de Israel, aseguró este jueves 8 de febrero que una operación militar israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza y donde están hacinados más un millón de palestinos desplazados, sería un “desastre” que “no apoyará”. La declaración de Washington tiene lugar después de la orden del primer ministro Benjamin Netanyahu de enfocar su ofensiva en Rafah para lograr la “victoria total”. Entre tanto, avanzan las negociaciones para una tregua. Una delegación de Hamás arribó este jueves a El Cairo para nuevas conversaciones con el Ejército de Israel, un día después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu rechazara la contraoferta del movimiento palestino.
Estados Unidos no le ofrece a Israel un cheque en blanco. Este jueves 8 de febrero, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, fue cuestionado por periodistas locales sobre la postura de Washington ante una operación militar israelí en Rafah, a lo que el funcionario respondió que sería “un desastre” para la población civil en Gaza.
“Cualquier operación militar de envergadura en Rafah en este momento y bajo estas circunstancias, (…) sería un desastre y no la apoyaríamos”, afirmó Kirby durante una rueda de prensa, donde también recordó que Israel tiene “una obligación especial” para proteger la vida de los “más de un millón y medio de palestinos que están buscando refugio” en dicha ciudad fronteriza con Egipto.
Además, Kirby subrayó que los refugiados palestinos están en Rafah porque “ahí es donde les dijeron que fueran”, por lo que Israel debería tener especial cautela en la zona si decide materializar una operación militar a gran escala, como el primer ministro, Benjamin Netanyahu, sugirió el pasado 7 de febrero.
Estados Unidos respondió así a la orden de Netanyahu, quien instó el miércoles a seguir ejerciendo “presión militar” sobre Gaza hasta lograr “una victoria absoluta” que incluya la liberación de los rehenes, sin aceptar las demandas de Hamás para un posible pacto de tregua.
“Seguiremos hasta el final”, sostuvo Netanhayu, mientras las tropas israelíes pretenden ahora dirigir operaciones al extremo sur del enclave, Rafah. En esta ciudad se hacinan más de un millón de civiles y es fronteriza con Egipto, y en caso de tomarse aseguraría a Israel el control terrestre del conjunto de la Franja.
Una tregua, en vilo
Los mediadores intentan rescatar la posibilidad de una nueva tregua en Gaza.
Pese a la negativa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, una delegación del grupo islamista llegó este jueves 8 de febrero a Egipto para nuevas conversaciones sobre un eventual cese al fuego, reportó la prensa local.
Poco antes, Osama Hamdan, un alto funcionario de Hamás en el Líbano, confirmó durante una rueda de prensa en Beirut que representantes de su movimiento se dirigían a El Cairo, en un esfuerzo por no dejar hundir la propuesta de un cese de hostilidades.
“Una nueva ronda de negociaciones” comenzará este jueves en El Cairo con el objetivo de lograr “la calma en la Franja de Gaza”, remarcó por su parte un funcionario del Gobierno egipcio a AFP.
El impulso desde Egipto –uno de los mediadores entre las partes del conflicto, junto a Qatar y EE. UU.– para no descartar un alto al fuego provisional, se produce al tiempo que el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, presiona por una pausa de los continuos ataques, en medio de su quinta gira por la región.
Con ese propósito en el centro de su agenda, Blinken arribó a Israel el miércoles 7 de febrero y se espera que se dirija a Cisjordania, tras visitar Arabia Saudita, Egipto y Qatar.
Los esfuerzos por salvaguardar una vía que conduzca a una pausa de las embestidas se intensifican un día después de que Netanyahu rechazara la contraoferta de Hamás y ordenara la incursión de sus tropas en Rafah, ciudad en el extremo sur del territorio gazatí y último rincón donde la mayoría de civiles tratan de resguardarse del incesante asedio militar.
Para el premier israelí, las condiciones del grupo islamista fueron “delirantes”. Hamás planteó una tregua dividida en tres etapas, cada una de 45 días, para un total de 145 días. Tiempo en el que debería completarse el intercambio de los más de 100 secuestrados que permanecen en su poder, por alrededor de 1.500 palestinos en cárceles israelíes.
Pero sobre todo, el movimiento apuntó a una vía para el cese total de la guerra en curso y el retiro por completo de las tropas israelíes. Netanyahu insistió en su objetivo declarado de “erradicar” a Hamás.
Jordania se suma a los esfuerzos por un cese de hostilidades en Gaza
Mientras los mediadores oficiales adelantan conversaciones, el rey Abdullah II de Jordania inició este jueves su propia gira por las principales capitales de Occidente, que lo llevará a Estados Unidos, donde tiene previsto reunirse con el presidente Joe Biden, líderes del Congreso y otros funcionarios de la Administración.
El monarca presiona no solo por una tregua, sino por poner fin a la guerra actual en el enclave palestino, señaló el palacio real.
Con este objetivo, el rey jordano también hará su primera visita oficial a Francia y Alemania.
Al menos 130 gazatíes muertos en las últimas 24 horas; cifra total de víctimas sube a más de 27.800
Las bombas y ataques de artillería israelíes continúan azotando a la población gazatí por aire y tierra a lo largo de la sitiada franja costera, pero en los últimos días con especial énfasis en el sur. Este 8 de febrero, los soldados intensificaron sus asaltos en Rafah, en la frontera con Egipto, donde se encuentra la mayor parte de la población desplazada forzosamente.
Asimismo, el Ejército del Estado de mayoría judía aseguró que sus militares mataron a más de 20 “militantes palestinos”, en las últimas 24 horas, durante sus embestidas en Khan Younis, principal ciudad del sur de Gaza,
Además, las tropas de Netanyahu afirman que capturaron a “decenas” de sospechosos de haber participado en el sangriento asalto de Hamás en el sur de Israel, el pasado 7 de octubre, que detonó la escalada del conflicto.
No es la primera vez que Israel asegura que detiene presuntos militantes de Hamás y la Yihad Islámica en la guerra en curso. Sin embargo, la ONU ha denunciado previamente el arresto de civiles incluidos periodistas y trabajadores de la UNRWA, que han sido sometidos a abusos y violaciones de Derechos Humanos por parte de las fuerzas israelíes, como señaló en un reporte emitido el pasado 19 de enero.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Gaza indicó este jueves que al menos 130 personas murieron y 170 resultaron heridas en el último día durante los ataques de Israel. La cifra total de víctimas mortales ascendió a 27.840, la gran mayoría son civiles, especialmente mujeres y niños, indicó la cartera de Salud.
A las denuncias de la ONU y los funcionarios de salud de Gaza sobre ataques a civiles por parte del Ejército israelí se suman otras organizaciones humanitarias.
En las últimas horas, la Media Luna Roja palestina señaló que los militares atacaron “deliberadamente” a un equipo de su organización, mientras evacuaba heridos en Gaza.
Las tropas causaron “la muerte del paramédico Mohammed Al-Omari e hirieron a otras dos personas. Esto eleva a 12 el número de colegas asesinados mientras realizaban su trabajo humanitario desde el comienzo de la guerra en Gaza”, declaró la misión que forma parte del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Por Yurany Arciniegas-France24 con Reuters, AFP y medios locales