Sicilia produce el 20% del trigo duro que se utiliza para hacer pasta y la sequía ha provocado una caída de la producción en la isla del 70%.
La isla de Sicilia, en el sur de Italia, se ha visto afectada por un año casi sin lluvias, junto con temperaturas récord, lo que disminuido la producción de forraje en un 70% en la isla, según la principal asociación de agricultores de Italia, Coldiretti.
Los principales estanques de agua están casi vacíos y las autoridades locales han implementado un estricto racionamiento de agua. Los acueductos de Sicilia tienen fugas y pueden perder hasta el 60% del caudal de agua, según la empresa local de agua AICA.
Por eso, mientras las tuberías y los grifos están vacíos debido al racionamiento, las autoridades locales están abasteciendo a los hogares y las granjas con camiones cisterna.
“Aquí, en esta pequeña cuenca, nunca ha faltado agua. Este es el nivel normal. Más alto en invierno, un poco más bajo en verano. Pero siempre ha habido agua en este lugar. Hacemos agricultura basada en el pastoreo, pero ahora esto ya no es posible“, afirma a The Associated Press el granjero Luca Cammarata.
¿Está en peligro la producción de pasta?
Sicilia es uno de los graneros de Italia, ya que produce el 20% del trigo duro que se utiliza para hacer pasta. La sequía ha provocado una caída de la producción en la isla del 70%, según estimaciones de Coldiretti. Esto podría provocar una mayor dependencia de las importaciones, inflación y más problemas para los productores locales.
Mangiapane, ganadero desde hace generaciones, siempre ha sido uno de los agricultores más combativos de la zona, defendiendo el pastoreo de las vacas pardas Modicana, una raza local, y abogando por la producción de queso a pequeña escala frente a la agricultura industrial, en la que muchos agricultores mantienen a las vacas encerradas en establos y las alimentan con pastos distintos a los naturales.
Pero la escasez de agua de este año fue tan intensa y el calor tan abrasador que su producción de forraje quedó destruida, y teme tener que vender sus animales si no llueve durante el mes de agosto.
Mangiapane todavía tiene algunas reservas de heno, pero todos los días tiene que luchar para encontrar agua. Las llamadas telefónicas frenéticas, los largos viajes a pozos lejanos y las largas esperas a los camiones cisterna municipales se convirtieron en su nueva rutina, que le quita mucho tiempo.
“Se dice que agosto es el comienzo del invierno”, dice Mangiapane citando un proverbio siciliano. “Agosto es el comienzo de la nueva temporada agrícola. Ojalá sea un poco mejor que la temporada pasada, porque este año hemos tenido que hacer un gran esfuerzo, tanto económico como de recursos humanos, con cero beneficios”, afirma.
“Y podemos decir que ni el Gobierno regional ni el nacional han tomado medidas”, añade. En los próximos meses se teme también una caída de la producción de aceite de oliva y de melocotón debido a la sequía, mientras que el calor ha hecho que la cosecha de uva se haya adelantado casi cuatro semanas, pero hasta ahora sin daños en los cultivos.
Un año dramático para los agricultores sicilianos
Coldiretti ha donado 1,5 millones de toneladas de forraje a sus colegas sicilianos, mientras que el Gobierno regional ha destinado subvenciones a los agricultores obligados a comprar heno para sus animales a terceros.
Los agricultores sicilianos, que son resistentes, esperan ahora que este año dramático sea una llamada de atención para que las autoridades se adapten a la nueva situación climática.
El servicio meteorológico siciliano (SIAS) confirmó que durante todo el mes de junio, las temperaturas estuvieron por encima de la media y con frecuencia superaron los 40°C en muchas áreas.
En mayo, el Gobierno nacional declaró el estado de emergencia por la sequía en Sicilia y destinó 20 millones de euros para comprar camiones cisterna, cavar nuevos pozos y reparar los acueductos con fugas.
Fuente: euronews.